El dolor de los inocentes

Se cumplen hoy 8 años de aquel día terrible, cuando el asesino Bush sacudía al mundo  con el brutal auto-ataque de supuestos aviones comerciales secuestrados por islámicos  y convertidos en infernales bombas contra las torres gemelas y el pentágono, símbolos del poder económico y militar del imperio norteamericano.

Las torres gemelas, se decía, no se podían derrumbar, ni quemar, pero aquel día, vimos como 110 plantas de vidrio y metal se vinieron a tierra, aplastadas en fuego y humo, fue un espectáculo apocalíptico, así iniciaba el imperio una carnicería inimaginable , inmolándose con más de ocho mil muertos y diez mil heridos, inocentes.

Lo primero que pensó  el mundo, sus primeras reacciones de espanto, fue la venganza, la violencia como respuesta, la justa condena, había que buscar a aquellos asesinos infernales y ejecutarlos.

Posteriormente y con lágrimas oímos al verdadero ejecutor iniciar aquello que él llamo OPERACIÓN JUSTICIA INFINITA, que no fue otra cosa, que enviar un centenar de aviones militares  y varios buques de guerra al Golfo Pérsico y al Indico, objetivo Afganistán, donde se señalaba que residía el principal sospechoso, Osama Bin Laden. Para ese momento el 90% del pueblo Norteamericano apoyó esa acción y el 67% pedía la muerte de aquel asesino, sin importar la muerte del pueblo inocente.

Este auto-atentado marcó un antes y un después en la historia de los Estados Unidos y por supuesto en todos los rincones del planeta, recordamos después, cuando se estructuraron las pos-guerras por las supuestas armas de destrucción masiva: BIn Laden, la guerra de Irak, AlQaeda, la violencia en el Medio Oriente y las estúpidas excusas de Bush para penetrar con esta acción todos los confines de la tierra. Los Republicanos  trataron de elevarlo puertas adentro, pues  fuera de las fronteras norteamericanas empezaron las dudas y las interrogaciones y el rechazo que obligaron a los mismo gringos a investigar, y cuyos resultados hoy arrojan que fue obra de este sicópata.

Entre otras cosas, no se ha  dicho que dentro de esas mentiras enormes que provocaron mas de diez millones de victima inocentes, entre ellos miles de norteamericanos, La Casa Blanca ordenó a la Agencia de Protección del Medio Ambiente que mintiera sobre la calidad del aire en el lugar donde se encontraba el World Trade Center.

  El resultado es que alrededor del 60% de las personas que participaron en las operaciones de salvamento o de limpieza de los escombros hoy en día están enfermas, cuando no están muertas, y que la cantidad que va a morir como consecuencia de diversas enfermedades va a ser probablemente superior al número de víctimas que dejaron los propios hechos del 11 de septiembre.

Ante tales hechos,  hoy nadie puede negar que la administración Bush- no estuviera moralmente implicada en la organización del 11 de septiembre y en la disimulación de estos.

Algunos resultados realizados por el Movimiento por la verdad:

“Los periodistas dicen a menudo que no pueden trabajar con «historia antigua». Necesitan nuevos elementos. El caso es que la cantidad de nuevos elementos justifica ampliamente un nuevo enfoque sobre el 11 de septiembre. Son tantos que solamente puedo mencionar algunos. (Profesor David Ray Griffin*)

Sorprendentemente, algunos de esos elementos han sido proporcionados por el FBI. Aunque inicialmente fue la principal agencia encargada de crear y defender la versión oficial, recientes revelaciones que hacen planear la duda sobre esa versión se deben precisamente al FBI.

Un ejemplo de ello tiene que ver con uno de los pilares centrales de la teoría oficial de la conspiración: la afirmación de que los atentados se realizaron por orden de Osama Ben Laden. Esa afirmación se utiliza aún para justificar la acción militar americana en Afganistán, acción para la cual el presidente Obama pidió el apoyo sin reservas de los europeos. Pero si ustedes visitan el sitio [Most Wanted Terrorists] dedicado a Osama Ben Laden, descubrirán que los atentados del 11 de septiembre no aparecen entre los hechos por los cuales se busca a este hombre. Un miembro del Movimiento por la Verdad se puso en contacto con el Cuartel General del FBI para pedirle una explicación. Un responsable de relaciones públicas le respondió: «No disponemos de ninguna prueba formal que permita vincular a Ben Laden con el 11 de septiembre».

Otro ejemplo tiene que ver con las llamadas telefónicas desde los aviones, que permitieron que se supiera en tierra que los aviones habían sido secuestrados. Alrededor de quince personas declararon que sus familiares las habían llamado desde sus teléfonos celulares (o móviles). Desde el vuelo UA93 –que parecía haberse estrellado en Pensilvania– se realizaron una docena de llamadas con teléfonos celulares. Deena Burnett declaró  haber recibido 3 o 4 llamadas de su marido, Tom Burnett. Ella sabía que él estaba utilizando su móvil porque, según declaró al FBI, reconoció el número que se veía en la pantalla de su propio teléfono.

La mayor parte de esas llamadas se realizaron, supuestamente, mientras que los aviones a 10 000, incluso a 12 000 metros de altitud. Los pilotos y los científicos del Movimiento señalan, sin embargo, que, teniendo en cuenta la tecnología telefónica disponible en el año 2001, era imposible poder realizar una llamada desde un avión en vuelo a gran altitud. Los defensores de la versión oficial, como Popular Mechanics, afirmaron lo contrario. Pero el propio FBI les opuso un serio desmentido.”

Lo cierto es que Bus no desaprovecho su destrozada política. Esos acontecimientos que tuvieron su origen en la advertencia de lanzarse a “los fuertes enfrentamientos”  a quienes ´él  consideraba sus enemigos, no fue otra cosa, sino por ese, Dios Negro que se llama petróleo,

*David Ray Griffin - Professeur émérite de philosophie des religions á l’université de Claremont Californie  


vrodriguez297@hotmail.com



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Víctor J. Rodríguez Calderón


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