En Solidaridad con la mujeres chilenas

Tribunal Constitucional de Chile: expresión moderna de la Inquisición

Hace pocos días el Tribunal Constitucional de Chile demostró una vez más su marcada composición de clase, y dio al traste con uno de los logros más importantes para las mujeres chilenas en los últimos años, la distribución gratuita en el Sistema Nacional de Salud de "La Píldora del día después" a las mujeres mayores de 14 años sin necesidad de autorización de los representantes en el caso de las menores, tras un fallo interpuesto por un grupo de "reaccionarios" Diputados de la Alianza Por Chile, quienes alegaron inconstitucionalidad de la norma que amparaba este derecho por considerar que atenta contra la vida del concebido (El ordenamiento jurídico chileno considera al FETO como persona desde la concepción); pues contraviniendo a la ciencia en nombre del Espíritu Santo y la Santa Iglesia Católica, aluden que este método anticonceptivo es abortivo.

La decisión, tras el resultado de 5 votos a favor (de los cuales uno de ellos fue de una mujer "con bigotes", Marisol Peña Torres) y 4 en contra, no se hará pública hasta la próxima semana, pero se espera que la decisión incluya la prohibición del Uso del Dispositivo Intrauterino. Esto implica que aproximadamente 3 millones quinientas mil chilenas no podrán contar con métodos de anticoncepción seguros, gratuitos y accesibles, lo que según algunos expertos pueden redundar en 275 mil abortos por año, y en un elevado número de muertes de mujeres por causas relacionadas al parto y al embarazo.

Esta repugnante decisión, reflejo de la misoginia de la Iglesia Católica, cuya enorme influencia en las élites chilenas ha sido corroborada, atraerá innumerables males que retrogradan los logros que en materia de Derechos Humanos hemos alcanzado las Mujeres. En este sentido cabe destacar, que parte de los argumentos esgrimidos por los grupos católicos de hordas neofascistoides que celebraron la decisión, están totalmente retrotraídos de la realidad, pues si bien es cierto el derecho a la vida es un Derecho Humano fundamental, también es cierto que ningún convenio o tratado internacional en ésta manera expresa abiertamente la protección del FETO (entendiendo que el proceso biológico de la concepción se produce en un período en el que en los tres primeros meses no hay más que un cigoto, y que es a partir de ese lapso cuando comienza a formarse lo que "potencialmente" es un ser humano, pero que no es tal hasta tanto no se produzca el desarrollo completo de ese ser con condiciones de viabilidad y vitalidad suficientes que le permitan el pleno desarrollo de la existencia humana).

En oposición a esto, hay que destacar que para la OMS: "Salud, es bienestar físico, psíquico y social", por lo que éste organismo, junto a la ONU, entre otros entes internacionales, han exhortado a los Estados a crear las medidas y condiciones necesarias que garanticen a las mujeres una adecuada Salud, además de instarlos a eliminar cualquier tipo de "prohibición" que cercene los derechos sexuales de las mujeres, igualmente considerados parte de los Derechos Humanos.

De allí que la polémica sentencia que da lugar a la decisión del Tribunal es esperada ansiosamente por la mayoría de las mujeres y hombres chilenos, que se ven afectados por la arbitrariedad propia de las "democracias" tradicionales de nuestros países donde la LIBERTAD tiene jerarquías (sociales, económicas, religiosas, políticas, y culturales).

Por otra parte, no se puede obviar el elemento ideológico "patriarcal" al que ya estamos acostumbrados los sectores populares y especialmente las mujeres por parte de la Institucionalidad de la Iglesia, la cual lejos de ocuparse de las realidades que carcomen su estructura, y que, en el mejor de los casos son reconocidas a regañadientes, como la creciente ola de casos de pedofilia condenados por el Papa Benedicto XVI hace pocos días en los EEUU, o en lugar de combatir flagelos que viven día a día nuestras mujeres más pobres, están dedicados a tiempo completo y en todas sus expresiones (al menos en cuanto a sus élites), a interferir en los procesos de desarrollo nuestro pueblos, bien sea, desde el punto de vista político, jurídico, económico o cultural.

Es así como la sociedad capitalista recrudece sus armas de dominación y explotación contra los pueblos del mundo, frente a la mirada atónita de algunos sectores de la sociedad, en éste caso, la Iglesia Católica. Y es que causa suspicacia el cinismo con el que se arremete contra los pueblos (los cuales lastimosamente, todavía se muestran indiferentes), y se fortalecen mecanismos anacrónicos (cuando éstos encuadran con sus intereses de clase), en menoscabo de las mínimas libertades humanas.

Para ejemplificar esto, solo basta mencionar que el Derecho a la vida que se alega en esta decisión, es el mismo que se obvia ante el numeral siguiente del mismo artículo de la Constitución Chilena que ampara este derecho y que establece la Pena de Muerte, aprobada con mayoría simple del Tribunal, es decir, 50% más 1, y que además de eso, se realiza con todo un ceremonial de fusilamiento al estilo feudal, donde seguramente los representantes de la Iglesia Católica se sienten como las princesas de los cuentos de hadas ante semejante atrocidad. Por otra parte, en ninguno de nuestros países hemos visto a los representantes del clero exigiendo medidas de control de la prostitución; es decir, que para ellos (Capital, Iglesia, Estado Burgués.), las mujeres tenemos derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, en la medida que generemos el excedente suficiente para garantizar nuestra subordinación ante el sistema económico e ideológico hegemónico.

Pero ese derecho de decisión cesa (aunque, irónicamente, una Mujer pueda llegar a ser Presidenta) en la medida que sea para avanzar hacia la liberación de las cadenas que se nos han impuesto, de allí, que no sea posible la liberación de la Mujer en las actuales relaciones de explotación capitalista, por lo que es menester la organización de las mujeres, y del conjunto de la clase trabajadora para acceder al poder político y destruir las viejas estructuras, para avanzar a la construcción de una sociedad radicalmente opuesta a la existente.

Es así como en el marco de las relaciones continentales en el actual panorama internacional, es de reflexionar entonces, la importancia de trascender los necesarios acuerdos de integración económica y política, y asumir mayores niveles de unificación entre nuestros pueblos, con espacios que aglutinen a los diversos sectores sociales, como una Unión de Mujeres Latinoamericanas, donde cada una de nuestras amas de casa, estudiantes, trabajadoras, obreras, indígenas, afrodescendientes, e intelectuales, sienta, que cuando se agrade a una mujer en cualquier parte de nuestra geografía, se nos agrede a todas, y que los explotadores sepan que el dolor de una mujer será expresado en el dolor de todas, y materializado en la lucha y resistencia organizada de las mujeres por lograr la plena igualdad del ser humano.

Finalmente, sirvan estas reflexiones para expresar nuestro absoluto apoyo a la Marcha y demás actividades de rechazo a la decisión del Tribunal Constitucional de Chile, a realizarse el 22 de abril, que debe contar con la necesaria participación de un grueso de hombres y mujeres chilenas, y debe servir de base a la unidad de acción del movimiento de mujeres de chile. Nuestra mayor solidaridad a esas hermanas y compañeras a quien alentamos a seguir, ahora más que nunca, luchando por el reconocimiento y la restitución de nuestros legítimos derechos.

¡No más Violencia contra la Mujer!

¡Fuera la Iglesia de nuestras camas!

¡Viva la Mujer Chilena y Latinoamericana!

¡Viva la Unidad de Nuestros Pueblos!

FRENTE MUJER JOVEN*

rebecafrank@hotmail.com


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Rebeca Eliany Madriz Franco


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