hay patria para todos o no hay para nadie

Este tema está en estos días en discusión permanente con amigos; militantes de la vida, tratando de imaginarnos escenarios futuribles y por consiguiente darle respuesta a la mas estratégica de las preguntas en política revolucionaria ¿Qué Hacer?. Algunos no están de acuerdo y muestran esceptisismo con respecto a mi <> de visualizar un futuro no tan lineal. Quizá el desacuerdo que manifiestan es debido a que se mantienen influenciados por aquello de la fatalidad de las profecías autocumplidas, eso los coloca en contradicción con mi postura.Creo en los poderes creadores del pueblo.

Es decir, conciente de la crisis por la que estamos atravesando, mi intuición es que si los gringos nos invaden, pudieran provocar la necesidad colectiva, que a corto plazo se creen las posibilidades del surgimiento de fuerzas patrióticas revolucionarias (venezolanas y latinoameticanas) portadoras de la transformación cualitativa de la sociedad venezolana a través de una revolución radical que daría como resultado, de un lado, dar al traste con el nefasto poder político del madurismo que solapadamente y oculto tras un discurso "socialista-chavista", sólo responde a intereses del capitalismo global financiero en detrimento del pueblo venezolano. Por otro lado, la liquidación total de la presencia reaccionaria y antinacional de la ultraderecha progringa en el pais, y por ende la construcción de un enorme muro popular continental contra el imperialismo norteamericano y en consecuencia la destrucción de los cimientos del sistema capitalista implantado en Venezuela.

Por supuesto, sobre estos escombros, las fuerzas revolucionarias emergentes reorganizarían la sociedad venezolana sobre bases nuevas, una sociedad de ciudadanas y ciudadanos conviviendo en el marco de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, es decir, un país de ciudadanos libremente asociados para producir el buen vivir, donde se sasegure el desarrollo humano integral y una existencia digna y provechosa para la colectividad (art.299), anunciándole al resto del continente la buena nueva. Y abriendo con todos los estados del mundo negociaciones a plena luz del sol, sobre paz y colaboración perpetuas. No puedo visualizar otro escenario, sospecho que eso es lo que pasaría.

En la discusión, uno de los amigos, me señala, que pensar así es retroceder en política a la tesis de la generación espontánea, que lo que digo, no tiene ningún asidero cientifico y real, que mi visión en absoluto tiene que ver con la dialéctica del desarrollo histórico respecto a la creación del partido de vanguardia. Sin embargo, el amigo no se percata que está generalizando y al hacerlo dogmatiza hace que el argumento que expone se parezca más a una cabilla extraída de un manual, y alli reside su debilidad, ya que es falso que en la historia de lucha de los pueblos por su libertad, tales fuerzas están definidas con antelación y aguardan simplemente a que la historia las llame para actuar, tal sujeto histórico predeterminado que tenga inscrito en su ADN esa misión, no existe. Lo que si puede que se de, son saltos evolutivos bruscos en donde aparezcan esos actores.

Lo que van apareciendo son fuerzas sociales concretas que hacen su aparición en circunstancias históricas concretas como las que vive hoy Venezuela, puestas en movimiento por la dialéctica de la necesidad y se conforman y emergen como fuerzas revolucionarias, asumiendo la defensa del pais frente a las agresiones del imperialismo norteamericano y retomar las postergadas tradiciones de lucha del pueblo venezolano, transfiriendo toda es experiencia y deseos de libertad y justicia social acumulado en la memoria histórica hacia el futuro que se quiere construir.

El tema es complejo, y nos incita a reflexionar y dar el debate sin bajar la calidad de los argumentos por meras consignas vacias, porque de ello dependen los planes para derrotar a la santa alianza burguesa, el madurismo, la ultraderecha y al imperialismo norteamericano. Aún por mucho pronóstico científico y herramientas tecnológicas que haya, lo que pasaría si se atrevieran a agredirnos, no está previamente tallado en ninguna tabla sagrada, porque en la encrucijada que nos encotramos, queda un amplio margen para que la inteligencia de los movimientos revolucionarios puedan actuar en favor de los intereses populares.

En cualquier caso, al pueblo venezolano no le hace falta ningún mesianismo, ni héroes solitarios que vengan a salvarlo, tampoco los fatalismo no tienen cabida. La clave de todo esto consiste en recuperar en lo inmediato la capacidad organizativa y la iniciativa política como movimiento revolucionario, porque sencillamente mientras las potenciales fuerzas revolucionarias permanezcamos perplejos, sin voluntad política, sin aparecer como una fuerza popular alternativa, no modificaremos la realidad y el caos capitalista seguirá siendo administrado por la burguesía madurista, la ultraderecha y el imperialismo sin que salga nada nuevo.

Hay que montarse entonces en la incertidumbre y ponerse a trabajar para que las posibilidades coincidan con nuestras necesidades y deseos de un mundo mejor. Y decir con José Artigas: " O hay patria para todos o no hay patria para nadie"



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Arnaldo Aguilar Dorta


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