Hace poco se inauguró un monumento a la revolución china, lo cual es un reconocimiento al esfuerzo de esa población milenaria. Pude observar el acto televisado donde varias veces enfocaron con detalle el monumento llamándome la atención que entre las figuras que se reflejan en él no aparece, por lo menos no lo vi por lo que tendría que acercarme al sitio para comprobarlo, ninguna imagen del Presidente Mao Tse Tung. Me parece una idea muy llamativa. Un monumento a la Revolución China que no incluya la imagen de Mao Tse Tung. Uno puede pensar que se trata de presentar una perspectiva diferente de este evento histórico.
En esa perspectiva del monumento se destaca un enfoque en la familia china, quizás visto desde hoy, porque el protagonista de esa revolución fue el pueblo, el pueblo chino, que aporto a millones y millones de personas, campesinos, soldados, obreros que participaron y sacrificaron sus vidas durante la revolución y guerras anteriores. Para mi debe dársele más atención representativo al sacrificio colectivo y a las fuerzas sociales que impulsaron el cambio en China, como fuerza además modernizadora, semilla de la modernización actual.
Hay que recordar que durante los 25 años anteriores a 1949 el pueblo chino buscando su progreso y bienestar sostuvo 4 guerras, acordemosno lo que significa "una guerra china", la guerra contra los caudillos y la unificación, la guerra civil en sus diversas manifestaciones, la guerra contra la ocupación japonesa y la guerra de liberación nacional, que llevo al socialismo en 1949, por lo que la presencia del pueblo debe ser siempre bien expresada. Creo.
En todos esos eventos y más o menos entre 1930 y 1935 Mao Tse Tung se va convirtiendo en una figura central, de todo el proceso de resistencia de China adquiriendo sin menoscabo de nadie, un valor internacional.
Por qué Mao no fue simplemente una figura más en la revolución china, como fueron tantos caudillos que desangraron a ese país antes de su aparición. Mao fue el arquitecto principal y el líder indiscutible del movimiento y fue la fuerza motriz que guio al Partido Comunista de China (PCCh) durante la guerra civil y la fundación de la República Popular. Excluirlo sería como intentar contar la historia de la Revolución Francesa sin mencionar a Robespierre, o la Revolución Cubana sin Fidel Castro. Su imagen es un símbolo que, para bien o para mal, está intrínsecamente ligada al evento.
En el proceso de lucha contra la ocupación japonesa él fue figura y fragua para la victoria china, pues fue además el estratega militar que diseñó la guerra de guerrillas que desgastó al enemigo. La guerra popular que hoy nos convoca. Que no se quiera exaltar sus movimientos políticos en los últimos años de su dirección no debe significar tacharlo de la historia. Con esa lógica China no debería tener relaciones con Japón que fue sanguinario en su ocupación, y uno de los motivos del monumento. Pero tiene relaciones.
A la milenaria China creo que se le debe recordar que los errores de los grandes hombres son como ellos, grandes, por lo que también pienso que la historia hay que verla en su integridad, para que se evalúe honestamente la actuación de cada personaje. En su intento actual de proyección internacional China debe desarrollar una imagen más propicia para todos.
En lo personal yo mantengo una posición ante Mao Tse Tung: Honor y Gloria al Presidente Mao.