¿Dónde está la oposición democrática?

El 12 de Febrero miles de jóvenes patriotas conmemoraron los 200 años de la heroica batalla de la Victoria en el Estado Aragua que fue dirigida por José Félix Ribas durante el terrible año de 1814, los jóvenes al unísono recordaron ante nuevas circunstancias el muy vigente grito del prócer: No podemos optar entre vencer o morir, necesario es vencerAl mismo tiempo, en la Ciudad de Caracas pequeños grupos violentos izando banderas de partidos políticos de la oposición venezolana generaron destrozos en varias partes de la ciudad, el resultado de estos hechos de violencia fue la lamentable muerte de ciudadanos venezolanos.

 

El país viene de atravesar procesos electorales en difíciles circunstancias, signadas por la muerte dolorosa y terrible de Hugo Chávez, máximo líder de la Revolución Bolivariana. Estos procesos se dieron con amplias libertades y garantías democráticas. Sin embargo, El 15 de abril una vez conocidos los resultados que daban como ganador a Nicolás Maduro, la incipiente corriente fascista que se está formando en el país a la voz de drenen su arrechera de Henrique Capriles, buscaron el desconocimiento de los resultados y del CNE como institución legítima del estado venezolano,  esta postura causó la muerte de 13 inocentes, incluyendo algunos niños. La violencia del 15 de abril tiene la misma raíz que la del 12 de febrero,  aunque esta vez dirigida por Leopoldo López, diferentes actores pero un tronco común, el fascismo venezolano, cuya expresión política preferente es la violencia y el terror como instrumento de toma del poder e imposición de sus ideas a la sociedad. Esta corriente aspira subyugar al país entero y apropiarse de los inmensos recursos de la renta petrolera, que por derecho pertenecen al pueblo de Venezuela. La corriente fascista de la oposición venezolana es una minoría y está guiada por una idea central que es el desconocimiento de las instituciones democráticas y sus autoridades electas por la mayoría del pueblo, principalmente desconocer a Nicolás Maduro como jefe del Ejecutivo Nacional, de ahí su justificación para ejercer la violencia política. El fascismo representa hoy el más terrible peligro para el país porque atenta contra la Constitución Nacional, las autoridades democráticamente electas y contra uno de los más preciados valores del pueblo venezolano: La democracia participativa y protagónica.

 

Este tipo de violencia política, tiene como origen ideológico como ya se ha dicho la versión venezolana del fascismo y es impulsada por un grupo minoritario que hace vida dentro de la oposición venezolana. Es justo decir que en la oposición venezolana hay personas, dirigentes y partidos de talante democrático, que creen en caminos pacíficos en el marco de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Ahora, si el fascismo es enemigo común de todos los sectores políticos democráticos del país y si la violencia política que esta corriente utiliza como instrumento es rechazada ampliamente por el pueblo, la pregunta que el país se hace es ¿Qué esperan los sectores democráticos de la oposición para rechazar la violencia? ¿Es acaso que prefieren callar como lo hicieron algunos demócratas europeos en la década de los 30’ ante el ascenso del nazi-fascismo? El fascismo debe denunciarse y detenerse, por su naturaleza es enemigo de la paz y la democracia.

 

La historia nos enseña y nos advierte: El fascismo es un enemigo de la humanidad.

 

Ing. José Gregorio Rengel



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