Plan Bárbaro Rivas de Unearte

Graduación insurgente

El martes 15 de mayo de 2018 tuvo lugar la promoción número veintiuno de la Universidad Nacional Experimental de las Artes en la sala Ana Julia Rojas del Centro Rodrigueano de Emancipación Artística Aquiles Nazoa. Se trata de la primera cohorte del Plan Bárbaro Rivas que tituló a ochenta y cuatro artistas ya consagrados que no poseían una acreditación universitaria. Uno por cada año de Simón Rodríguez. Cuatro Técnicos Superiores Universitarios: Mario López Marín, Gladys Castillo, Patricia Cristina Soto y Douglas Alberto Guerrero; dieciséis licenciados en Artes Audiovisuales: Pedro Martínez Laya, César Padilla, Ana Isabel Bonilla, José Daniel Yegres, Alexander Gómez, Daniel Orángel Parra, Denys Parra, Enrique Tirado, Sofía Salazar, Jesús Odreman, Lorena Almarza, Iris Isabel Castillo, Miguel Ángel Laffé, Handel Mendoza "Pinky", Manuel Antonio Pérez y Blanca Elena Rey; ocho licenciados en Artes Plásticas: Rafier Vera, Milagro Rincones, Agustín Villasana, Carlos José Perdomo, Sonia Jaramillo, Mercedes Longobardi, Manuel Enrique Finol y Morella Jurado; siete en Danza: Ygnacio Loyola Porras, Yadira Ardila, José Humberto de Jesús, Romny Javier Istúriz, Brixio Bell Bermúdez, Anaisa Castillo y Melibai Ocanto; diecinueve en Educación para las Artes: Simón Bellorín, José Bethencourt, Antonio Sánchez, César Teppa, Zurima Tamariz, Susana Díaz, Carmen Ortiz, Jesús Ramos, Sofía Castillo, Paola Munzón, Clara Ortiz, Josefina Reyes, Derlis Rivas, José Ignacio Hernández, Oscar Lista, Julia Carolina Ojeda, Yolanda Pérez, Trino Rojas y Carmen Edilia Silva; veintiséis licenciados en Música: María Luisa Cabrera, Salomé Méndez, Francisco Morales, Trina Medina, Trina Peña, Juan Carlos Núñez, León Zapata, William Blanco, José Jesús Gómez Marcano, Orlando Sandoval, Laura Strubinger, Adela Altuve, Luis Miguel Badaraco, Manuel Barrios, Harold Camayaguán, Wilmer Díaz, Carlos García, Francisco Issa, Eddy Marcano, Javier Marín, Pedro Marín, Armando Moreno, Rafael Ortega, Julio Sánchez, Tomás Humberto Cardona y José Trinidad Jiménez; y cuatro licenciados en Teatro: Arnovi Parra, Rafael España Kiddio, Charles Arias y Juliana Aricelis Prieto.

El espacio inmenso

Una universidad de las artes debe emprender el recorrido que existe entre el Estado Liberal Burgués y el Estado Comunal. Es decir, debe y está en la obligación axiológica de aniquilar culturalmente al Estado Liberal Burgués y sentar las bases espirituales e identitarias del Estado Comunal. Para construir esta dimensión antiquísima en la que mujeres y hombres viven acomunada y topofílicamente en armonía con la naturaleza, dice Simón Rodríguez que "la verdadera utilidad de la creación es hacer que los habitantes se interesen en la prosperidad de su suelo" con un gobierno revolucionario que no es otro que el de una confederación de toparquías "¡el Gobierno más perfecto de cuantos pueda imaginar la mejor política!". Una confederación "contra la tiranía extranjera" como lo expresa Simón Bolívar el 3 de julio de 1811 ante la Sociedad Patriótica. "Entre la Independencia y la Libertad hay un espacio inmenso que sólo con arte se puede recorrer", nos dice Simón Rodríguez en la Defensa de Bolívar (1830). El hegemón intentará siempre que tal recorrido no se realice porque el establishment debe perpetuarse y cuando éste se ve amenazado infiltra reformistas en las filas que desean desestabilizarlo para que todo vuelva a la normalidad. Esto nos lo recuerda el vietnamita Nguyen Giap: "La clase dominante nunca se retira por voluntad propia de la palestra histórica".

Allen Dulles (1893-1969) en El arte de la inteligencia exponía en 1963 que para acabar con la Unión Soviética había que lograr cuatro objetivos: (1) "desaparecer, a través de la supervivencia económica, la carga social de la literatura y el arte, desmoralizando a quienes desean dedicarse al arte, o a la investigación de los procesos que se desarrollan en el interior de la sociedad"; (2) "Inocular en la literatura, cine y teatro soviéticos, el reflejo y el enaltecimiento de los más bajos sentimientos humanos, encumbrando, por todos los medios, a ‘artistas’ que siembren el culto al sexo, violencia, sadismo, traición, cualquier tipo de inmoralidad"; (3) hacer parecer ‘marginales’, chabacanos, los valores de la moral, para destruirlos y (4) enfocar estos mensajes, principalmente, a la juventud, que es la más susceptible por su poco conocimiento del pasado, a la corrupción, la desmoralización, y la perversión.

César Rengifo (1915-1980) en su ponencia Los medios alienantes y las influencias deformantes de las culturas nacionales, leída en la IV Conferencia del Teatro del Tercer Mundo, explica la pedagogía estética capitalista de este modo: "a los artistas de formación culta se les induce mediante habilidosa prédica a separarse de toda realidad y muy especialmente de las realidades de sus respectivos países, orientándolos a rendir culto a las normas, tendencias y posiciones convenientes al sistema".

Ricardo Carpani (1930-1997) en Arte y revolución en América Latina expone que tal pedagogía genera "el divorcio entre artista y sociedad, inherente a todo período histórico de transición y producto de la carencia de una base valorativa común" porque "se ve agravado en nuestra época por el peculiar desarrollo del capitalismo", sistema que, "con su concepción individualista de los problemas del hombre y la exaltación de los valores de utilidad ha tendido, desde su nacimiento mismo, a separar cada vez más al artista de la sociedad". Este pintor argentino agrega que "la obra de arte dejó de ser un bien social para transformarse en mercancía. Perdió su carácter monumental y colectivo, dejando de estar en contacto directo con la comunidad, para pasar a ser el lujo de unos pocos". Sobre este apotegma expone César Rengifo que "el mito del falso universalismo presente en aquellas obras artísticas sustraídas de todo contenido humano-social, del dramaturgo; la obsesión de imitar, seguir miméticamente todo aquello que es presentado como modelo excelso, se imprime permanentemente como elemento alienante en sus imaginaciones, tarea ésta que corre a cargo de no pocos críticos y teóricos estéticos al servicio del colonizador".

Gloria Martín en su libro De los hechizos de Merlín a la píldora anticognitiva nos habla del desplazamiento forzado de las culturas populares por las culturas de masa: "Un saber constituido que se caracterizó por su nutrimento tradicional fue fracturado por un saber constituido simplificado, atento a la lógica del mercado ‘rabiosamente competitivo’ que generaría lo que hemos denominado la ‘píldora anticognitiva’. El campo de la cultura masiva sería el cemento ideológico de la sociedad "moderna’".

El saber existencial de las culturas populares cotidianas, colectivas y solidarias se vieron agredidas "con la destrucción de sus cosmogonías, sus modos de vida fueron alterados por la lógica dominante de ‘asistencia’ en detrimento de ‘existencia’". En esta cultura de masas el "saber existencial se orienta a la resolución ‘feliz’ de los modos de vida, según una visión del mundo donde la realidad sería un gran espectáculo y con la convocatoria a la pasividad y al consumo de bienes/mercancías. La cultura masiva sería el campo del consenso social". Los códigos en las culturas populares son "abiertos y diversos, en gran parte aún de transmisión oral". La cultura masiva se caracteriza por "la presión de la modalidad escrita y simplificante de lo masivo". Estos nuevos códigos son "homogeneizados y de pretensión ‘democratizante’, simplificados y reductores". En las culturas populares sus patrones tradicionales resisten, "aunque muchos de ellos son trastocados por la inducción al consumo y sustituidos gradualmente por la nueva ‘moralidad’ capitalista del dinero y el trabajo asalariado". Para Gloria Martín, "los rasgos diferenciadores de la cultura elitesca se fueron acentuando. Entre otras razones, por cuanto se llegó a asumir que la cultura era el patrimonio espiritual y "natural" de la nobleza y que sólo los nobles tenían capacidad de "aprehenderla" y disfrutarla, mediante la educación; es decir, que el conocimiento adquirido y acumulado en la bibliotecas, lo representado en las Bellas Artes, la filosofía, el saber greco/romano y toda la cimera producción, era algo que les pertenecía solamente a ellos. Asimismo, tener la capacidad de su goce, o la de conocer sus códigos, significaba un haber "aprendido a aprehender" absolutamente distintivo".

En Belleza y revolución, Ludovico Silva habla de la urgencia de crear una universidad de las artes porque en ella "lo prioritario sería la formación de los numerosos recursos humanos que se necesitan para comenzar la inacabable tarea de llevar la conciencia artística a toda la población". En este ensayo de 1979 el poeta y filósofo caraqueño vaticina que "el riesgo que tendrá que correr el socialismo venezolano es el riesgo que casi ningún movimiento socialista se ha decidido correr, esto es: confiar en la capacidad espontáneamente revolucionaria del arte".

Asidero jurídico

Un plan es una intención o un proyecto. Suele referirse a un programa o procedimiento para conseguir un determinado objetivo. Por lo tanto Bárbaro Rivas es un plan. Nace el 4 de diciembre de 2017 por decisión del Consejo Directivo de la Universidad Nacional Experimental de las Artes (Unearte) como parte de la Misión Alma Mater cuyo objetivo es "generar un nuevo tejido institucional de la Educación Universitaria venezolana, dirigido a: desarrollar y transformar la educación universitaria en función del fortalecimiento del Poder Popular y la construcción de una sociedad socialista; garantizar la participación de todas y todos en la generación, transformación y difusión del conocimiento; reivindicar el carácter humanista de la educación universitaria como espacio de realización y construcción de los seres humanos en su plenitud, en reconocimiento de su cultura, ambiente, pertenencia a la humanidad y capacidad para la creación de lo nuevo y la transformación de lo existente; y fortalecer un nuevo modelo educativo comprometido con la inclusión y la transformación social".

La Misión Alma Mater y la Misión Sucre confluyen en "una avalancha moral de luces, así como cuando hay fuegos artificiales que salen todos y estallan", explica el presidente Hugo Chávez en noviembre de 2002.

Nacionalmente hablando, el Plan Bárbaro Rivas tiene asidero jurídico en el artículo 99 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela: "los valores de la cultura constituyen un bien irrenunciable del pueblo venezolano y un derecho fundamental que el Estado fomentará y garantizará, procurando las condiciones, instrumentos legales, medios y presupuestos necesarios" de manera que se garantice "a los trabajadores y trabajadoras culturales su incorporación al sistema de seguridad social que les permita una vida digna, reconociendo las particularidades del quehacer cultural". La Ley Orgánica de Educación en su artículo 6, ordena que "el Estado, a través de los órganos nacionales con competencia en materia Educativa, ejercerá la rectoría en el Sistema Educativo. En consecuencia: (3) Planifica, ejecuta, coordina políticas y programas: (h) Para la acreditación y certificación de conocimientos por experiencia con base en el diálogo de saberes".

En su artículo 25 se garantizan "(2a). Condiciones y oportunidades para el otorgamiento de acreditaciones y reconocimientos de aprendizajes, invenciones, experiencias y saberes ancestrales, artesanales, tradicionales y populares, de aquellas personas que no han realizado estudios académicos". En este sentido, la "Reforma parcial del reglamento para la acreditación de aprendizajes por experiencia", aprobado por el Consejo Directivo de Unearte el 8 de marzo de 2018, define la acreditación del aprendizaje por experiencia "como el reconocimiento de saberes derivados de experiencias educativas formales, no formales y no convencionales, a fin de certificar competencias que guarden correspondencia con los planes de estudios que ofrece esta Universidad".

Adicionalmente tenemos que el Segundo Plan Socialista de Desarrollo Económico y Social de la Nación 2013-2019 conocido también como el Plan de la Patria, de su segundo objetivo histórico: "Continuar construyendo el socialismo bolivaria­no del siglo XXI, en Venezuela, como alternativa al sistema destructivo y salvaje del capitalismo y con ello asegurar ‘la mayor suma de felicidad posible, la mayor suma de seguridad social y la mayor suma de estabilidad política’ para nuestro pueblo", se desprende el Objetivo Nacional 2.2 que pide "Construir una sociedad igualitaria y justa. A su vez de éste se desprende el Objetivo Estratégico 2.2.3 que nos exige "Potenciar las expresiones culturales liberado­ras del pueblo" para lo cual debemos: "Impulsar y ampliar la red de intelectuales, artistas, cultores y cultoras, y la organización de redes comunitarias culturales" (Objetivo General 2.2.3.4), "Visibilizar la identidad histórico-comunitaria en conexión con la Misión Cultura Corazón Adentro (Objetivo General 2.2.3.6) y "Consolidar el protagonismo popular en las manifestaciones culturales y deportivas, centrado en la creación de una conciencia generadora de transforma­ciones para la construcción del socialismo" (Objetivo General 2.2.3.7).

Internacionalmente hablando, el Plan Bárbaro Rivas tiene asidero jurídico en el Marco de acción de Belém, Brasil, aprobado por 144 delegaciones de los Estados Miembros de la UNESCO en la Sexta Conferencia Internacional de Educación de Adultos (CONFINTEA VI) del año 2009 en el que se "reafirmó el papel del aprendizaje a lo largo de toda la vida para enfrentar los problemas del desarrollo global y mandató explícitamente a la UNESCO para elaborar directrices a fin de reconocer, validar y acreditar todos los resultados del aprendizaje, incluyendo el adquirido mediante el aprendizaje no formal e informal". El Marco de acción de Belém "instó a los Estados Miembros a instaurar o mejorar las estructuras y los mecanismos de reconocimiento de todas las formas de aprendizaje mediante el establecimiento de marcos de referencia de equivalencia".

Hay un antecedente del Plan Bárbaro Rivas de interés para Unearte que data del lapso comprendido entre 1988 y 1991 cuando el Instituto Universitario de Teatro y la Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu) llegaron al acuerdo de "graduar a quienes habían sido maestros del teatro y de su gente para ingresarlos como profesores ordinarios del Iudet. Entonces estaban en la Escuela César Rengifo los promotores originarios de la universidad de las artes: Luis Pardi, Pedro Martán, Ligia Tapia, Elías Martinello, Horacio Peterson, Gilberto Pinto, Lola Ferrer, entre otros". Tal acuerdo no se llevó a cabo porque "la gente de teatro en cuyas manos el Conac colocó el proyecto" prefirió que dieran clase sólo los "egresados universitarios" aunque no tuvieran la experiencia, acción, compromiso, constancia y calidad de los "no graduados".

Unearte se honra

Las universidades en revolución deben combatir la escolástica que aún la atan al Medioevo. Deben ser transgresoras del orden liberal burgués que llegó en la Pinta, la Niña y la Santa María aquel fatídico 12 de octubre de 1492. Chávez sabía que con las universidades existentes no podía hacer germinar la nueva ciudadanía de la que aún nos habla Simón Rodríguez y por eso crea una gestión universitaria paralela: Misión Sucre, Alma Mater, Sistema Nacional de Ingreso, Misión Ciencia, redimensionamiento de la Unefa, creación de la UBV y otras universidades como la Unearte. Con el Plan Bárbaro Rivas se implosiona, por una parte, el claustro universitario que aún conserva vestigios monárquicos y monásticos, y por otra, se salda una deuda histórica con cultoras, cultores, artesanas, artesanos, creadoras, creadores y artistas del pueblo, porque si la vida de todo este grupo de mujeres y hombres ha sido honrada con una obra que es la impronta de la cultura de la resistencia, es justo que una universidad como Unearte se premie a sí misma incorporándolas e incorporándolos en su lista de egresadas y egresados. Por esto agradecemos a ellas y a ellos por formar los corazones del pueblo para la libertad, para la justicia, para lo grande, para lo hermoso.

¿Por qué Bárbaro Rivas?

Bárbaro Rivas es el Chagall venezolano. Nació el 4 de diciembre de 1893 en Petare. Al igual que Simón Rodríguez fue un niño expósito, es decir, fue abandonado al nacer por sus padres biológicos. No asistió a la escuela dada la pobreza de su familia adoptiva, conformada por Prudencio García, compositor y director de bandas musicales, y Carmela Rivas, ama de casa y heroína anónima de la cotidianidad y la sobrevivencia. Para algunos Bárbaro Rivas es analfabeta aunque escribe su abecedario con el pincel. Es considerado un artista ingenuo. Esto implica que pertenece a la corriente artística caracterizada por la espontaneidad, el autodidactismo, los colores brillantes y contrastados y la perspectiva captada por intuición. Es un término peyorativo, cargado de desprecio hacia aquellos que no pasaron por las academias oficiales. Cuando se clasifica un artista como ingenuo, como es el caso de Bárbaro Rivas, se insinúa que se le hace la concesión para reconocerle un talento en bruto, no cultivado, pero llamativo.

Los colores de Bárbaro Rivas trazan con poética y dramática expresividad su transitar desde un Domingo de Ramos hasta El carnaval de la vida. Nuestro Charlot viaja en "Troli-bus" y papagayos divisa desde El cercado ajeno. En la Estación del ferrocarril de Petare se hizo un Autorretrato en la línea férrea. Luego caminó por la Placita de Petare en 1910, la Entrada de Petare (Antigua), saludó a Las tres comadres desde los Portales y barandas, contempló en el Paisaje Los venaditos en el Caurimare y cortó algunas Rosas y margaritas para colocar en El florero blanco. En ese andar vio a La niña fotógrafo que capturaba El farolero "antigua". Por su mente pasan Los venados junto a La procesión de la Virgen y sus ojos se empañan junto al pueblo en La prisión de Luisa Cáceres. Su último deseo fue visitar La fábrica de chocolate y justo cuando su inerte cuerpo enfilaba La salida de este mundo, cuenta Francisco Da Antonio, que "allí, en plena calle, luego de los escolares con sus grandes coronas de flores y entre los primeros grupos un tanto anónimos del acompañamiento" estaba "la figura del maestro Manuel Cabré quien fue a Petare a rendir aquel inesperado y silencioso homenaje a quien, seguramente, acompañó hasta su última morada".

Unearte

Felicitamos a las graduandas y graduandos, y, aprovechando la ocasión de la primera decena de nuestra universidad rodrigueana de emancipación artística, felicitamos a todo el estudiantado y personal obrero de Unearte: obreras y obreros de la docencia, obreras y obreros del arte, obreras y obreros de los procesos administrativos, obreras y obreros de la vigilancia, obreras y obreros del derecho y obreras y obreros asesores por este día de cumpleaños colectivo. Son apenas diez primaveras. Felicitamos a Elinor Cesin y a Néstor Viloria, los dos primeros rectores, por hacer posible esta utopía.

En Unearte nos planteamos "potenciar las expresiones culturales liberadoras del pueblo". Esto significa hacer lo que hizo la revolución bolchevique de la mano de Lenin con el ballet clásico, elitista y burgués de la Rusia imperial, o lo que hizo la revolución cubana guiada por Fidel con el ballet de la Prima Ballerina Alicia Alonso. Somos la mejor estirpe de civilización. Somos Caribe y lo único que tenemos de barbarie son los bárbaros Benny Moré, Bob Marley, Ricardo Aguirre, Olga Machado, Armando Reverón, Beto Valderrama, Modesta Bor y Bárbaro Rivas.

Para el maestro Antonio Estévez "ser artista no es un privilegio; es un compromiso, una responsabilidad con la cultura, con el país, con el mundo". En este sentido, debemos concienciar que el valor de una obra artística no es el que le confiere el mercado.

El arte es el punto de equilibrio entre la estética y la ética. Significa proteger a nuestros Reverones de los Boulton que los acechan. Significa llevar la cultura a las casas de la cultura. Significa que una obra de arte no es una mercancía sino un bien social. Implica, siguiendo el Plan de la Patria, "desarrollar investigaciones sobre las tradiciones culturales que impulsen el conocimiento y práctica cultural". Significa descosificar y desmercantilizar la cultura, esto es devolverle los poderes creadores del pueblo, es decir, devolverle la majestad a la cultura.

paraleerenlacola@gmail.com



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