Del país profundo: Ingrid Nieves y el San Juan de Borburata

Después de fundarse en la provincia de Venezuela Nuestra Señora de la Limpia y Pura Concepción de El Tocuyo en 1545, surge de nuevo el nombre poblador de la misteriosísima Señora de la Concepción, esta vez a orillas del mar Caribe, en Borburata en 1548. Una misma imagen de la iglesia católica y un mismo fundador, Juan de Villegas sin más estandarte que una cruz de madera hincada en el suelo en señal de posesión. Nace Nuestra Señora de la Concepción de Borburata el 24 de febrero de 1548, y además de Juan de Villegas, su fundador, figuran otros juanes extranjeros en la lista de los primeros pobladores, Juan Domínguez, Juan Fernández de Córdova, Juan de Ocampo, Juan Castaño, Juan de Larios, Juan Jiménez (el viejo), Juan Jiménez (el joven), Juan Sánchez Moreno, Juan de Mora, Juan Quicoces de Llana. Es el puerto de Borburata de ricas minas de oro el principal puerto marítimo de Venezuela, asediado por filibusteros franceses e ingleses entre los cuales se mencionan tres juanes más, Jean Bontemps (llamado Juan Buentiempo) , el famoso Capitán John Hawkins y su socio John Lowell, dedicados al contrabando de esclavos entre Cabo Verde y estas tierras de América. Nuestra Señora de la Concepción de Borburata resultaría sitio fundamental del comercio de esclavos en la región. No es casual que años más tarde será el San Juan Bautista la imagen religiosa más venerada por los pobladores de Borburata descendientes de aquellos esclavizados. Se impuso el nombre de Juan. Ingrid Nieves, quien ha sido Presidenta de la celebración del San Juan Bautista dice que el 12 de mayo de 1886, según documento del registro subalterno se funda la más reciente sociedad religiosa de San Juan Bautista de Borburata sin fines de lucro y entre los principales socios de anterior generación cita a Martín Lugo, Maximiliano Pinto, Jacinta Pérez y Juana Bautista y asegura que esa palabra Borburata en lengua arawaca quiere decir tierra de oro, porque había oro en esas montañas y a pesar de las celebraciones del Cristo de la Salud el 14 de septiembre y del San Pedro cada 29 de junio, ninguna tiene tanto calor y colorido como la de San Juan Bautista. “Nosotros sacamos a San Juan Bautista cuatro veces al año, el día 31 de mayo para despedir el mes de la santísima cruz y darle la bienvenida al mes de San Juan, el día 23 de junio regresándolo al templo el día 24 a las 4 de la tarde, el día 14 de septiembre que sale a darle un saludo al Cristo de la Salud y el día 28 de junio que está San Pedro en la calle también salimos a hacer el encuentro con el San Pedro, esas son las únicas cuatro veces que sale esa imagen de su iglesia…” Ingrid Nieves escarba entre las muchísimas creencias en el día de San Juan. Sí las hay dice, “las muchachas que tienen novio ese día colocan dos agujas en un balde con agua y si se juntan las agujas se van a casar o las que no tienen tiran un ramo de flores y si pasa un muchacho y recoge alguna flor ese va a ser su novio, también en un vaso con agua se echa la clara de un huevo y sale barco, sale iglesia, sale urna, salen distintas figuras que tienen su interpretación, eso se hace a las 12 del día y se ve a las 12 de la noche del 24, es muy común entre nosotros, yo tengo una hermana en Curazao y a ella durante tres años le salió un barco y de verdad se fue, se casó y echó sus raíces en Curazao, por eso yo creo, también hay otra creencia, la gente pone un pipote de agua y nos miramos las caras para ver si ese año no nos vamos a morir, porque si se refleja la cara en el agua vamos a vivir todo el año y vamos a seguir siendo parranderos, igual, cuando abrimos la mochila de las limosnas que recogemos encontramos muchísimos cortes de cabello, porque hay personas esperan ese día y si los hijos tienen alguna enfermedad le cortan el cabello el día 24 de junio y lo meten en esa mochila de las limosnas para que se curen…” En vísperas del día de San Juan, los socios de la fiesta salen de la calle Carabobo de Borburata con tambores, banderas y fuegos artificiales hasta llegar a la puerta de la iglesia a recibir al santo. Forman tres columnas y el sacerdote los bendice para que todo tenga feliz término, hasta el día siguiente de la fiesta en que el sacerdote vuelve a darles la bendición y la bienvenida porque han llegado de nuevo a la iglesia con el santo después de recorrer las antiguas haciendas, los caseríos próximos y las calles de Borburata con los sonidos del sangueo, tocando la pipa corta y las maracas o llamando al cumaco y a los paliteros para el baile con ese tambor al que le dicen culo largo porque sobre él se sientan dos tocadores de verdad a dejar lo mejor de la música, lo mejor del canto, lo mejor del baile en homenaje a San Juan Bautista después de persignarse, de rezar un padre nuestro y de cantar un ave maría, cuando la gente grita y llora de emoción. Alegría, todo es alegría con las banderas de colores representando a las mariposas que se van.
Ingrid Nieves. Borburata. 2006
Credito: Rafael Salvatore


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Benito Irady

Escritor y estudioso de las tradiciones populares. Actualmente representa a Venezuela ante la Convención de la UNESCO para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial y preside la Fundación Centro de la Diversidad Cultural con sede en Caracas.

 irady.j@gmail.com

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