Septiembre 09 de 2017.- Hoy se celebra el día mundial de la arepa en el mundo, dicha iniciativa surgió de una reunión celebrada en Caracas en el año 2011 que hablaban acerca de la alta migración de venezolanos por el mundo y a través de una investigación relizada por facebook, decidieron comenzar a celebrar cada segundo sábado de septiembre el #DiaMundialDeLaArepa.

Venezuela es la región de la arepa, siendo uno de los pocos países que junto a México, Colombia y centroamérica han creado su propio pan, pero de maíz; se diría es su mejor producto tradicional de origen, consumido en todo el país con sus diferentes presentaciones: peladas, raspadas, telitas, fritas; dulces abombadas; con ajonjolí; de maíz amarillo; las grandes orientales, las pequeñas caraqueñas, las delgadas andinas y en la actualidad muy en boga las mezclas con diferentes vegetales y cereales que le dan una interesante variedad de colores y texturas.

La palabra Maíz, es de origen indio caribeño, significa literalmente «lo que sustenta la vida». El maíz, que es junto con el trigo y el arroz uno de los cereales más importantes del mundo, suministra elementos esenciales y nutritivos, como el triptófano, a los seres humanos y es la materia prima básica con la que se producen las nutritivas arepas, cuya etimología sugerida por el académico venezolano Mariano Picón Salas proviene de la voz erepa, que significa maíz para la población de los cumanagotos que estaban ​en el estado Sucre, al oriente de Venezuela.

En Venezuela se acostumbra a desayunar con arepas y hasta almorzar y cenar con este pan de maíz, por lo tanto es uno de los rubros que más se añoran a la hora de comer, por eso significa un gran sufrimiento para los venezolanos la desaparición de la harina de maíz la cual se ha incrementado mucho más en los últimos meses.

A pesar de que productores de maíz dicen que hay producción suficiente en varios estados, el país sufre una enorme escasez y desabastecimiento del producto procesado en sus diferentes marcas, tanto en establecimientos privados como del estado.

En Venezuela se encuentran instaladas 27 plantas para la producción de harina precocida de maíz, de las cuales 18 son operadas por el gobierno y 9 por el sector privado. De las plantas privadas, 3 pertenecen a Alimentos Polar (harina PAN), 1 a Alimentos La Lucha C.A (Lucharepa), 1 a Asoportuguesa (Doña Emilia), 1 a Cayca Alimentos (harina Casa) y 2 al grupo mexicano Gruma: Molinos Nacionales (Monaca) y Demaseca productores de Harina Juana y Demasa, en proceso de expropiación y con "administradores especiales" nombrados por el gobierno desde 2013. Polar con tres plantas, tiene el 50% de la capacidad de producción. A pesar de que el estado posee mayor cantidad de plantas, ha mermado considerablemente su produción al punto que ya no se ven en el mercado los paquetes de harina Venezuela ni Casa, que fueron famosas en tiempos de Chávez. Y las que fueran prometedoras plantas que abastecerían al mercado venezolano, hoy parecería que se encuentran absurdamente desmanteladas o inoperativas.

En el caso del CLAP, estas cajas no han logrado satisfacer la necesidad de consumo de este producto, pues solo ofrecen en la versión de la caja mexicana, dos paquetes de harina niztamalizada, que sin desmerecer la calidad ni sabor de este producto, no se corresponde con el gusto a que esta acostumbrado el paladar venezolano y que sólo alcanza, si acaso, para unos cuantos días, dependiendo del número familiar, y en el caso de las bolsas, que vienen con una o dos más, tampoco logra cubrir el normal consumo del tradicional alimento.

Por otro lado, los precios del maíz se incrementan día a día de forma escandalosa y ofensiva para el bolsillo del pueblo.

Por lo tanto, la celebración en torno a la arepa, no lo es en Venezuela, todo lo contrario, acá se podría conmemorar el recuerdo de la arepa, un símbolo de la identidad y tradición de los venezolanos como el taco para México.

Así que en este día, sólo se estarán beneficiando y celebrando grandes festines con las suculentas y multisápidas arepas rellenas y ahora tipo gourmet o de alta gastronomía, los que viven fuera de tierras venezolanas en las más de 260 areperas que se han abierto alrededor de el mundo.

Al consultar a varias personas sobre la crisis de la arepa, esto fue lo que contestaron:

Mercedes Moya: "Me afecta psicológicamente, por ejemplo, mira esto que me pasó, me encontre a una señora en una cola para comprar harina de maíz, que decía que quería comer arepa y gritaba ¡yo quiero comer arepa!, eso fue en el centro de La Pastora, cuando viene la polar, y ella me veía la cara y me preguntaba ¿tú me entiendes que es que a uno le quiten la arepa? y es que esta situación le afecta la psiquis a cualquier persona. Yo cuando como arepa soy feliz, cuando uno no se puede comer su arepa, siente que le falta algo, le desequilibra a uno su tranquilidad, el pan no llena a la hora ya uno tiene hambre. Mira un señor colombiano me decía yo hago la cola para complacer a mi mujer, porque si no come arepa se pone mal, hay una arepadependencia. Qué no hacemos por la arepa, madrugamos para hacer la cola por la arepa"

Tibisay Maldonado: "El problema es aún mayor porque al tratar de sustituir el consumo de harinas industrializadas por maíz molido en casa, resulta que este es constantemente aumentado, llegando a 6.500 el kilo, haciéndose prohibitivo para el presupuesto familiar".

Ángel Delgado: "Somos pueblos de maíz y necesitamos esos nutrientes que son propios de nuestra idiosincracia y eso nos afecta gravemente por que nos obligan a consumir otros alimentos a los que no estamos acostumbrados"

Josefina Tovar Arocha: "Para mi la arepa es vital, porque estamos acostumbrados toda nuestra vida a tenerla en la mesa, ahora buscamos sustitutos donde no los hay. Desearía que se subsanara este problema, ¡Es urgente!".

Marbelia Martínez: "Tenemos que hacer cola todos los días a las 5 de la mañana para poder comprar pan, y la harina que viene en la bolsa no alcanza, vienen muy pocas, mientras más gente, menos dura, a veces compramos yuca, ocumo, plátano y con eso a veces complementamos la comida, pero uno gasta más y no alcanza ni llena lo suficiente".

Trina Camacho: "Oye es terrible, porque la harina de máiz rinde más, uno con un bollito con mantequilla y un café se llena, en cambio comer pan, sale más caro y no es tan nutritivo como la arepa".