Estimados Compatriotas, Diputados de la Asamblea Nacional, Dirección de Inquilinato, Defensoría Pública y Fiscalía, amigos todos:
Escribo estas líneas, las cuales han sido gentilmente publicadas por Aporrea, para en parte descargar mi preocupación personal sobre el vía crucis de los alquileres en Caracas y zonas aledañas.
Desde febrero del año 2003 el Sr. Comandante Presidente Hugo Chávez Frías decretó, a nivel nacional, el congelamiento de los cánones de arrendamiento tanto de oficinas como de inmuebles. En lo particular, tenemos en arrendamiento, desde hace 22 años, un apartamento ubicado en la zona del Alto Hatillo, en un edificio que, además de tener su sus orígenes un tanto oscuros en el Banco de los Trabajadores, ciertos apartamentos fueron entregados a altos ejecutivos de dicha entidad, ex ministros adecos y demás personas civiles. Estas residencias tienen casi 30 años existencia, con sus altas y bajas como todos los condominios. El inmueble tiene 290 metros cuadrados y una pequeña terraza, 2 puestos de estacionamiento. Es verdad, como algunos lectores podrían opinar es gigante, pero, en estos 22 años, el dueño jamás ha aportado un céntimo para su mantenimiento, tanto en reparaciones menores como en reparaciones mayores (de las cuales siempre nos hemos responsabilizado) y jamás se le ha molestado para solicitar que él repare nada, más bien, todo lo contrario, se ha mantenido dicho inmueble bien preservado y se le han hecho mejoras sustanciales, tales como cambios de griferías, un techo en la terraza, una puerta de seguridad, se le ha cambiado en varias oportunidades todos los sistemas de flotantes de los baños, etc. Para hacer el relato más corto, a pesar del decreto Presidencial de congelamiento de alquileres, nos hemos visto en la necesidad de incrementarle dicho canon de arrendamiento por presión a quedarnos en la calle. Este propietario, en noviembre del año 2009 al ir a cancelarle el mes correspondiente, nos ha dado una carta redactada por un bufete de abogados en la cual dice de que, a partir de enero del 2010 nos contactaría un abogado para renovar un contrato de arrendamiento, ajustándose a los “alquileres reales de la zona” y al año un incremento según el índice de inflación del Banco Central.
Tengo actualmente 48 años de edad, y mi esposo, el que ha mantenido alquilado dicho inmueble, tiene 74 años, ya para nosotros, como para muchos, estos últimos dos años han sido de muy baja productividad, y hemos hecho de tripas corazón para pagar actualmente el canon de arrendamiento. He estado observando la prensa y estoy aterrada de la agalludez de los propietarios, quienes tienen apartamentos para alquilar no siendo este su vivienda principal, cánones que van desde BsF 5 mil a 8 y 9 mil bolívares fuertes, más le solicitan mínimo de 6 meses de depósito, más un mes de comisión y que, por papeles legales, he notado que al año ya te solicitan que desocupen dicho inmueble para que no lo metan en tribunales de inquilinato, y además nunca te devuelven el deposito completo, siempre alegando que si esto o que si aquello.
Hago un llamado de atención al Sr. Presidente Chávez, al Ministro Diosdado Cabello, a la asociación Red Metropolitana de Inquilinos, y demás entes Gubernamentales involucrados para que busquen con urgencia una solución a esto. No me quedo más remedio del que consignar los pagos en el tribunal 25 de Caracas desde el mes de enero del año 2010. Hoy, para mi sorpresa, se han presentado dos abogados del propietario en mi oficina sin aviso, solicitándome una reunión conciliatoria, la cual terminó con que dicho abogado nos amenazó de ir a regular dicho inmueble y que saldríamos con las tablas sobre la cabeza. He estado enferma, cosa que puedo comprobar desde hace un año, y he continuado trabajando incansablemente a pesar de ello, no mucho puedo exigirle a mi esposo de 74 años, hombre honesto, quien siendo extranjero y con muchas desventuras en la vida nunca robó dinero a nadie. Ahora nos vienen con esta sorpresa de que ahora quiere vender el inmueble, que si regularlo, esto o lo otro y Dios sabe qué otras artimañas tendrán para sacarnos sin siquiera darnos las gracias por tan excelente mantenimiento de dicho inmueble y nuestro siempre pago al día.
Dios y mis ancestros nos cuiden, esperando recibir su atención
Atentamente,
CoordinadoraSB@gmail.com