Cómo fue que la derecha endógena...

En tiempos de bárbaras naciones

De las cruces colgaban a los ladrones

Ahora en épocas de luces

Del ladrón cuelgan las cruces

Anónimo

Ya han transcurrido varias horas que se fue la navidad, hoy nos alumbra otro sol, el de año nuevo, donde todo parece apacible y risueño en medio de un clima fresco que nos recuerda aquella primavera que con  mucho anhelo seguimos esperando.  Mientras tanto, mi adolescente hija, abstraída, como casi siempre de las cosas terrenales, contempla desde el balcón, el volar armonioso de una manada de pájaros silvestres... 

Mientras me acerco al balcón, mi hija, toma con su mano derecha una flor, me la entrega y se excusa: perdona que te la entregue con esta mano, que a ti no te gusta, que por cierto, no termino de entender porque prefieres a la izquierda.  

Fue entonces cuando le aclaré, no se trata de una mano o de otra, se trata más bien,  que en política cuando se habla de izquierda se ubica a la gente en el campo revolucionario, renovador, progresista, contestatario, creador e innovador, mientras que cuando se habla del pensamiento de la derecha es porque su gente es conservadora, reaccionaria, defensora del viejo poder constituido, amante de la acumulación de riquezas en pocas manos, de pensamiento egoísta, racista, justifica la explotación de los trabajadores por una minoría de empresarios,  genuflexa ante los  imperios  etc.  

¿Quién inventó esta distinción? Me preguntó. Esto viene de la época de la Revolución Francesa, donde los revolucionarios (Jacobinos) se ubicaban en la Asamblea Nacional del lado izquierdo, mientras que los conservadores de la monarquía (Girondinos) se ubicaban del lado derecho. Con el correr de los años, en todas partes del mundo, existen estas dos corrientes del pensamiento, lógicamente con diversos matices.  

Pero...¿Como es que  hace tres días, un animador de T.V. dijo que la derecha endógena cohabita con el partido izquierdista del Presidente Chávez? ¿Es que acaso, también hay una derecha exógena?  

Efectivamente, mi abuelo decía que el pensamiento derechista es uno sólo, pero que igual que el dios de los creyentes está en todas partes. Se le califica de endógena (interna) porque al igual que los parásitos, busca incubarse en cuerpos sanos o que pretenden serlos. Su idea es imponer sus puntos de vista, inclusive  con ayuda de la propia izquierda. Del otro lado, está el pensamiento y acción que trabaja abiertamente fuera de las organizaciones de izquierda, es decir, los partidos políticos proimperialistas y cuya identidad ideológica es como ya te la definí anteriormente.     

Pero...dime una cosa: ¿Es fácil verle el rostro verdadero a la derecha endógena? ¿Tu sabes papá cuantos son? ¿Tu los reconoces fácilmente? Esta vez la pregunta golpeó fuertemente mi conciencia. Ante tan atrevidas preguntas, regresé al estudio de mi apartamento y le traje un borrador de algunas líneas que hace un poco más de una semana había escrito. Fue entonces cuando le dije a mi querida hija: por favor léemelo en alta voz, tal vez estas reflexiones te ayuden entender mejor el cuasi saco de gatos, donde ha veces nos sentimos ubicados, pero no por eso dejamos de luchar y combatir por la verdad y la justicia.

Leyó a continuación: “ El trabajo ideológico para avanzar por los senderos del socialismo sigue siendo pausado y  poco acorde con las necesidades reales por generar condiciones subjetivas que ayuden a despertar a la mayoría del pueblo. Los medios de comunicación nuestros continúan insistiendo en el trabajo meramente político informativo, actividad que es conveniente, pero que no necesariamente ayuda del todo a impulsar las grandes transformaciones que requiere nuestro pueblo. Prácticamente no hay un programa de radio o T.V. que aborde con profundidad, consistencia y constancia el tema ideológico. Da la impresión que el alto gobierno no sabe distinguir con suficiente amplitud, entre “Ideología” y  “Política”. Esto es, en parte, el porque la mayoría de los bolivarianos no sabemos defender con argumentos sólidos las banderas ideológicas del socialismo.  

Unos cuantos ejemplos pueden aclarar el problema: Cuando se ataca al gobierno bolivariano, salimos a responder que nuestro presidente es un hombre bueno, que aquí hay libertad de expresión y que las misiones nos han permitido vivir mejor que antes (Todo muy cierto). Sin embargo, cuando el enemigo insiste y repite que este gobierno les va a quitar las casas, el taxi, quiosco, sus pequeños negocios, sus conucos y vehículos, gente, que vamos hacia una dictadura comunista, gran cantidad de compatriotas  dudan si esto será verdad o mentira, y es posible que dejen de votar por las propuestas bolivarianas, bajo el temor que perderán la propiedad por muy pequeña que esta sea. ¿Porqué la gran masa denominada chavista se apega tanto a la propiedad de lo material? ¿Es que el socialismo pone el acento en la propiedad personal o privada? o ¿Es que la mayoría de la gente todavía no ha internalizado que para el socialismo, los diversos tipos de propiedad son un instrumento para el elevar la calidad de vida, pero no constituyen un fin en si mismo? Esto que para algunos de nosotros nos parece elemental, todavía continúa siendo “Tabú” para un sector importante del “chavismo” que todavía no ha alcanzado el grado de conciencia bolivariana y mucho menos socialista. Es evidente que la derecha exógena ataca sin contemplación, mientras que la endógena otorga en silencio.  

La avasallante propaganda desplegada por los medios de comunicación privada, en radio, cine, prensa, vallas y T.V. trasmitidas en aeropuertos, clínicas, hospitales, instituciones educativas, ministerios, empresas y superintendencias que dependen del Estado venezolano  y otros entes públicos, sin el mayor escrúpulo ni rubor, donde se publicita el consumismo y subliminalmente se ofende al ciudadano presidente de la República y sus más inmediatos colaboradores. Es la contratación casi permanente de cursos nacionales e internacionales para la formación de los funcionarios públicos, de contenido neoliberal una obra del imperio o es más bien un trabajo orquestado por la derecha endógena al haber renunciado a lucha frontal ideológica, permite que el Estado erogue fuertes sumas de dinero para que nuestros funcionarios sigan siendo ideo logizados por el mensaje neoliberal.  ¿Es o no un trabajo bien realizado por parte de la derecha endógena enquistada en el gobierno bolivariano?  ¿De que valores socialistas estamos hablando cuando altos jerarcas de algunos entes del Estado se hacen la vista gorda ante la campaña permanente de la derecha dentro de los organismos públicos o en las grandes avenidas de las principales ciudades del país? ¿Es el consumismo un atributo socialista?  

Cuando algunos seudo dirigentes, autodenominados revolucionarios, acceden a posiciones en cooperativas, sindicatos o cargos medios o altos de la administración publica y “descubren” que es posible posesionarse de bienes materiales más allá de lo que les permite su remuneración por su trabajo, es decir, distraen los fondos que se les encomendó administrar, mediante artimañas propias de gente de la IV República: compra de materiales desechables, no colocación de parte de lo comprado, sobreprecios en las contrataciones,  fundación y/o preferencia de compañías de maletín de propiedad de amigos y familiares, y en fin todo género de triquiñuelas, donde con mucha astucia se visten de rojo, cantan “Chávez no se va”, viva el socialismo o incluso el comunismo, pero en realidad su afán consciente o subconsciente, es por enriquecerse de la noche a la mañana y de esta manera romper con la clase desde donde venían luchando ¿Es esta actitud o no una posición de derecha dentro del partido y de gobierno? 

Esta conducta desmedida de los nuevos ricos, por ganar poder económico y político, los lleva a combatir las ideas revolucionarias dentro del partido, así como a poner el máximo esfuerzo por marginar  a los militantes y simpatizantes revolucionarios de las posiciones de poder político y/o burocrático. Todo lo que pudiese estorbar a sus fines perversos, les es incómodo, y por lo tanto están dispuestos a combatirlo. Llega el momento en que su principal enemigo no es el imperialismo ni sus aliados internos, sino sus propios compañeros que con sus ideas o acciones pudiesen ser un obstáculo contra la corrupción y el pillaje. Los militantes de la V columna, se transforman en aliados de los contrarrevolucionarios (Derecha exógena) que vienen de la IV República. Su afán por hacerse de dinero y “prestigio” político los conduce a convertirse en sínicos verdugos de sus propios camaradas y compañeros. Basta que un revolucionario cercano a ellos,  dé alguna señal de inteligencia, de garra para el combate o para enfrentar la corrupción, inmediatamente se encienden los mecanismos de inteligencia y de sigilosa segregación para detectar sus movimientos y opacar su acción. 

La derecha interna, no descansa en su morbosa actitud por neutralizar o destruir a quien se le oponga en su camino: obstaculiza el apoyo financiero a sus honestos proyectos,  pone barreras para que acceda a posiciones de comando dentro del gobierno y el partido, desvaloriza su producción profesional-intelectual, se  mofa  de sus ideas y de su capacidad política y profesional,  poniendo por encima de éste, a funcionarios o funcionarias  con poca  trayectoria, calificación política y técnica en cargos de mediana y alta responsabilidad. Muy hábilmente colocan en puestos claves del gobierno a fichas abiertas o encubiertas de la derecha exógena. 

En síntesis, la lucha de los  disfrazados de revolucionarios, se transforma en lograr poder político-económico para sí, en aliarse con sigilosa astucia con  bellacos burócratas enmascarados de técnicos (Del gobierno o de la oposición),  y en aplastar a como de lugar, a todos aquellos revolucionarios que directa o indirectamente se enfrenten a la corrupción y al pillaje político que los caracteriza. Aunque estos todavía no hacen mayoría ni dentro ni fuera del gobierno y del partido, indudablemente que son escorias que causan daños irreparables a al proceso revolucionario. En otras palabras, los inteligentes y grandes estrategas, a su modo de ver y de pensar, son  los que saben hacer corrupción con elegancia y  engañar al pueblo y a sus líderes. También son sus aliados los hombres y mujeres (Simpatizantes o no del proceso de cambio) que se asocian a ellos en sus fechorías y los que con su permanente acción y silencio cómplice convalidan su mal proceder. Está demás decir, que estas palabras, en nada tienen que ver con todos aquellos compatriotas que con su honrado esfuerzo, han logrado obtener pequeños bienes materiales, posiciones  burocráticas o políticas, ya sea por el voto del pueblo o la designación equilibrada y justa hecha por algún funcionario de mediana o alta jerarquía. Para ellos vaya nuestro eterno reconocimiento, toda vez que como dijo un gran pensador: El poder es para ejercerlo. A lo que podríamos agregar: ejercerlo en función del bien común y mediante políticas y acciones acordes con la rectitud y la honestidad y el compromiso revolucionario”    

Una vez leído el texto, le pregunté a mi hija: ¿Ahora entiendes mejor lo que significa convivir con un adversario ideológico tan peligroso? Esta me respondió con otra pregunta: ¿Pero dime donde en realidad están los fulanos endógenos? ¿Cómo hacemos para identificarlos? ¿Fueron ellos acaso los que nos hicieron perder la Reforma Constitucional? 

En realidad, aunque no es fácil contestar estas preguntas, una cosa si te digo: sólo el pensamiento y acción bien coordinada de la izquierda, con una dirección bien clara en sus objetivos y estrategias podrá derrotar a la derecha en cualquier lugar donde se encuentre...Es hora de actuar y vencer. (yovic01@cantv.net o yovic01@ gmail.com)

     

   



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Yolí José Núñez O.


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