El Castillo de Chana

En Margarita muchos conocen, o al menos han oído hablar de los ranchos de Chana. Hasta hace poco, sin embargo, eran contados los que conocían el Castillo de la susodicha. Ahora la tortilla se volteó pues actualmente Pedro Castillo, el hijo de la famosa ranchera, es tan mentado como su progenitora, al punto que la conocen como Chana, la del Castillo.

Entre el Castillo y la de los ranchos decidieron ponerse en un “hotel boutique” a todo trapo, utilizando, como de costumbre, reales ajenos, en este caso de Fonendógeno. A tal fin este organismo crediticio les adelantó, generosamente y en lo que pestaña un cura loco, la irrisoria suma de once mil milloncejos de bolívares, o sea, una boloña de billetes a punta de influencias y debidamente compartidos con cooperativas de maletín, casi tan forradas como el maletín de los 800.000,00 dólares, aunque ese es otro tango.

En la’isla la cosa está que arde (me refiero a esta cuestión y no a la otra cosa) y los ambientalistas, los pescadores y la radio Jurel claman por justicia. Castillo, por cierto, intentó silenciar a juro a los de Jurel, enviando turbas de asalariados para intimidarlos.

Por su parte la diputada Rosario Pacheco llevó un rosario de peticiones a la Asamblea Nacional, para ver si sus colegas le paran a este problema que tiene a muchos margariteños pensando que la revolución no es para los que viven en ranchos humildes, sino para los que tienen jacuzzis, piscinas y salas de sauna.

Por lo pronto, para entender esta guarandinga, he aquí un diccionario simplificado con los vocablos más utilizados en el terruño insular:

ARRANCHANARSE: Arrejuntarse para compartir un rancho de Chana.

CHANITARIO: Baño, mijitorio o sanitario ubicado en uno de dichos ranchos.

CHANATORIO: Clínica o centro de salud privado y exclusivo para clientes de la que conté.

CHANÓDROMO: Pista reservada donde echan piques los clientes de Chana.

CHANONJÍA: Dádiva o prebenda otorgada por la empresa aludida.

DESARROLLISMO: Desarrollo que se ejecuta arrollando al que se atraviese.

RANCHERA: Vehículo rústico, tipo Hummer, que se utiliza para llegar a los ranchos.

FONPENDÓGENO: Fondo crediticio cuyos directivos son o se las echan de pendójenos.

augusther@cantv.


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Augusto Hernández


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