Las enseñanzas dejadas por la olla podrida...

Quienes hemos luchado toda la vida por hacer una revolución, por muy modesta que sea la trinchera donde haya construído su trinchera, nos sentimos partícipes, para bien o para mal, de lo que ocurre, bueno o malo, en este proceso revolucionario. Nunca hemos sido aspirantes o pretendientes a cargos públicos, aunque en algunas oportunidades nos ha tocado. Creo que el tiempo nos demuestra la veracidad de lo afirmado; si nos quitara el sueño los cambures políticos, seguramente pertenecieramos a uno de esos grupos que se organizan al interior del partido para aspirar a cargos. Así que, para los que me escriben e insinúan que eso es lo que se persigue con nuestras modestas reflexiones están bien pelaos. Otros arguyen que Maduro nos asigna un "bono especial", pero tampoco es cierto. Lo que aquí se escribe es un compromiso con lo que se cree, eso sencillamente. Quizás a veces exageramos en lo utópico, pregunto entonces ¿Quien que no sueña algo lo logra?

Nuestra filosofía es simple; si tu te defines socialista, ha expresado toda la vida el anhelo de vivir y construir una sociedad más humana, llena de amor y solidaridad, alejada de vanidades y prejuicios, que aprecie, ame y valore lo humano por encima del dinero y el poder, y que, consustanciado con los principios cristianos pueda entender que "todo lo humano es nuestro", lo que ocurre con el desmantelamiento de bandas de delincuentes conformada por cuadros medios del PSUV, nos duele. Si hay un revolucionario que se alegre por lo que está ocurriendo, ojo. Nos contentamos porque ¡al fin! se está ejecutando algo que lleva tiempo deseándose tal ejecución. Se habla de 8 meses de investigaciones; es decir: no podemos culpar a las autoridades por lenidad, por las fechas podemos decir que casi con la instalación de la AN se iniciaron las investigaciones.

Pero a lo que me quiero referir como planteamiento central de estas líneas es a lo que aprendemos o debemos aprender de lo ocurrido. Es de suponer que estos cuadros políticos tienen ya un largo rato militando y desempeñando funciones o bien de gobierno, o bien políticas. ¿Qué pensaba esta gente, cómo actuaba, cómo se comportan, cómo era su estilo de vida, etc, etc? Y ahora haré una comparación que puede sonar odiosa: el MBR-200 ha demostrado ser un modelo a seguir para todos y todas los que pretendemos construir una revolución, poco se habla de eso, pero allí están los discípulos de Chávez, salvo unos pocos casos, el grueso de compañeros y compañeras de ese movimiento ha estado firme y consecuente. El PSUV nace en otras circunstancias, tiene una afluencia aluvional y ocurre ya estando en el gobierno. Todos estos detalles los toma en cuenta el enemigo para infiltrarse. La infiltración es algo inevitable en este tipo de procesos, por tal motivo, se requiere afinar los mecanismos de control y los filtros a la hora de selección. No se si la escuela de cuadros está funcionando en todo el país, pero es urgente ponerla a funcionar, y colocar al frente de las mismas a quienes tengan claridad en la misión. Que no sean la máxima expresión del sectarismo, pero que tampoco se caiga en la estupidez de pensar que "todo lo que brilla es oro".

Por eso es tan importante escribir, esto es algo que se debería tener en cuenta para la formación de cuadros. El partido tiene una página web, ensayemos con una iniciativa en este sentido y que esos muchachos y esas muchachas escriban y que se le haga seguimiento orgánico a todas esas ideas que allí se expresen. Allí tienen esa idea, no pele ese boche Diosdado, Castro Soteldo, Adan Chávez, Jorge Rodríguez y por supuesto, Maduro, el jefe, eso hay que decirlo, y sin prejuicio alguno.

En una tarea tan compleja como es hacer una revolución en un país que nada en petróleo, oro, coltán, piedras preciosas, hierro, aluminio, minerales no metálicos, tierras para hacer producir la agricultura, y con un pueblo vergatario, el tema de las ideas, la ética y los principios es fundamental. Nosotros tenemos una generación de relevo que se ha formado "comoditos johnson". El asunto es que en esas manos quedarán, dentro de algunos años, las principales decisiones políticas de esta revolución. Esos muchachos y muchachas deben tener una "escuela de vida", en donde asuman la disciplina necesaria que les permita ser felices con muy poco. Que les de asco la vanidad burguesa,, eso no significa que deban ser espartanos, no, pero si revisamos a fondo la desviación y el comportamiento de quienes cayeron en eso, tengan la plena seguridad que la motivación principal no ha sido política sino de vanidades y fatuidades... que si el carro, el apartamento, la cocina nueva, la ropa, el teléfono de última generación y el terror a quedarse sin el cargo y limpio (a). ¡Oh, qué pena!. Así piensan los y las que caen en esos errores.

La mejor manera de extirpar de raíz estas prácticas y que se nos escapen estas situaciones es fortaleciendo el partido a todos los niveles. Para ello hay que abrir las puertas a la formación y erradicar el pragmatismo absurdo, aunque tampoco se trata de caernos a pura muela, hay que recurrir a la praxis revolucionaria. La práctica tiene su teoría, no se trata solamente del voluntarismo a ciegas, tampoco la idea sin concreción... "ni tan calvo ni con dos pelucas".

Para quienes de buena fe están de duelo desde el anuncio, porque hay camaradas cuyo principal error es pensar que quienes están en el gobierno todos y todas son revolucionarios, eso sería lo deseable, pero eso no es posible... sería desconocer inocentemente que enfrentamos un imperio con toda su maquinaria de perversión activada. Pero que tampoco se alegren mucho por los lados de la prensa burguesa. Algo como lo que está ocurriendo nos fortalece, porque las revoluciones se fortalecen de los errores. Y como los revolucionarios no somos tontos, mucho menos acomplejados, el alto mando de la revolución tomará medidas inmediatamente, eso se nota ya. Al mismo momento de dar la orden de limpieza se inicia un proceso cuyo epicentro no es lo judicial y policial, sino lo político-revolucionario. Es decir, estos eventos desencadenaron una profundización de la revolución en sus cuadros medios que será determinante en los próximos años. Dentro de 25 años, todo el estado mayor de la revolución estará rondando en promedio los 80. Le tocará a las y los muchachas y muchachos de hoy. Solo hagamos un ejercicio de imaginación y supongamos que esa generación de relevo esté penetrada por el grupalismo y el narcotráfico y la corrupción. ¡Sería el fin del sueño, sería el fin de "la toma del cielo por asalto", sería la estocada mortal al chavismo! Eso no lo toleraría este pueblo. Pero este pueblo quedaría indefenso frente a la rabia imperialista, nos borrarán de la faz de la tierra por lo osado que hemos sido. Así que la olla podrida nos debe enseñar y guiar a la detección de futuros infiltrados en las filas revolucionarias. El imperio ha sido derrotado en sus planes tácticos y estratégicos en la línea; la revolución ha obtenido una gran victoria al guiar al pueblo a una resistencia heroica; eso lo han estudiado ellos, han detectado falencias y por allí han penetrado. Nos toca hacer el mayor muro de contención revolucionario, ético y moral. Porque el imperio herido en su orgullo intentará de todo. Hoy cuando conmemoramos aquel 4F, que sentimos en la piel 30 años menos, la moral nos da la fuerza para pedir y sugerir... ¡Ojo avizor!



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Luis Alberto Toro Ojeda

Publicista. Militante de izquierda. Integrante del Frente Bicentenario de Campesinos del estado Trujillo. Integrante del PSUV.

 latojeda@gmail.com      @latojeda

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