"Upercut" a la linea privada de "San Antonio" Cagua-Caracas

¡Caramba, no mejora nada el enfermo! El parásito de la anarquía, de algunos de sus empleados, sigue incubado en la empresa privada de transporte San Antonio, Cagua-Caracas; siendo los usuarios los agentes susceptibles de la anomia que allí se presenta en relación al cobro de los pasajes extraurbanos.

Para entender un poquito lo que el vocablo "Anarquía" significa, el diccionario de Manuel Ossorio, nos los define así: "(…) Desorden, confusión por ausencia o flaqueza de la autoridad pública" (Pág. 85). Precisamente, como usuario frecuente del servicio que presta esa empresa, he podido constatar el desorden, la alteración, el bochinche que existe en cuanto a los cobros del pasaje se refiere, por algunos colectores, que pretenden dejar mal parado el nombre de la empresa; sin menoscabo de sus otras responsabilidades que le competen.

¿¡A qué viene todo esto!? Resulta, pues, señores empresarios/directivos, que el día 03 de Enero de este naciente año, me dirigía, desde Cagua, hasta la ciudad de Caracas, acompañando a mi anciana madre, quien había pasado unos cuantos meses en mi casa. Al momento de cancelar el pasaje, el colector nos informa que la tarifa del mismo tenía un precio de 20 Mil Bolívares por pasajeros. Se le cancela al empleado lo estipulado por él. Hasta aquí, todo muy bien. Llegamos a Caracas, sin contratiempos.

En todas las cosas, siempre existe un "Pero" aquí no es la excepción. Al día siguiente, 04 de Enero, no habían pasado 24 horas; me regreso para Cagua, en compañía de mi señora esposa. En esta ocasión, al momento de cancelar los dos pasajes, el colector de turno nos infiere que el pasaje tiene una tarifa de Bolívares 15.500,00; precio más módico que el día anterior.

El meollo del asunto, considero, no es la cuantía del efectivo. No se trata de asumir posiciones lastimeras, ni estar otorgando conmiseración por unos cuantos Bolívares; sino el desorden que existe al momento de cobrar un servicio que está plenamente legalizado, en un tiempo bien reducido. El marginal colector convierte a los usuarios en unos marginados. Sí, en unos marginados, por el cobro írrito de aquél. No puede vivirse en una sociedad donde se niegue el bien común a todos. Estimo que no debe imperar la Ley de la Selva.

El caso que nos ocupa, tiene que velar porque el pasaje en esta ruta sea único, el decretado por Gaceta Oficial; y no que cualquier marginal colector (Al margen de la norma) quiera imponer su precio, con su actitud mediocre, como que si las leyes para él no existieran. El objeto de la empresa tiene un carácter social, de ahí el cumplimiento de sus cláusulas. Por ello, le lanzo, hoy, este "Uppercut" a la ruta San Antonio, Cagua-Caracas.

"Feliz Año 2020"



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José García

abogado. Coronel Retirado.

 jjosegarcia5@gmail.com

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