Concejales, Alcaldes y Gobernadores

Hace unos días, el pueblo venezolano salió nuevamente a ejercer su derecho al voto. Podemos decir entonces al observar el resultado, que gracias a la ineptitud, la torpeza y la traidora sumisión al gobierno de los estados unidos de lo que se ha dado a conocer como "La oposición", hoy tenemos una gran mayoría, por no decir casi la totalidad, de las alcaldías, gobernaciones, y consejos municipales, sino rojo rojitos, en manos de gente supuestamente revolucionaria. Digo supuestamente porque uno nunca sabe…

Ahora bien, como revolucionarios, debemos darles a los nuevos concejales, al menos, el beneficio de la duda, y dejar que el tiempo y sus acciones los juzguen. "Por sus acciones los reconocerás" dicen los textos cristianos.

Tenemos nuevas Autoridades municipales, más del 50% mujeres y muchos jóvenes. Se renuevan los cargos y para algunos ciudadanos, se renuevan las esperanzas de que las cosas empiecen a cambiar para bien. Y hay mucho que debe ser cambiado. Confiamos en que las nuevas autoridades por fin hagan cumplir las leyes y normativas existentes y que se creen nuevas que ayuden a resolver los graves problemas de nuestras comunidades, muchos de los cuales son sin duda producto de la anarquía y el desorden que entre todos hemos creado.

Lo hemos dicho muchas veces, gobernadores, alcaldes y sobretodo los concejales deben evitar caer en la trampa burocrática de la gran oficina con aire acondicionado, la camionetota con escolta y el consiguiente complejo de superioridad y de supuesta "jerarquía". Deben caminar junto al pueblo que los eligió, escuchar sus propuestas, ayudarlo a organizarse y conseguir que sus críticas y sus consejos sean tomados en cuenta.

Ya no puede haber escusas, las autoridades competentes con el respaldo del pueblo organizado, deben de una vez por todas acabar con la sempiterna guachafita de las mafias del transporte público, tanto urbano como interurbano. La gran mayoría de estos abusadores, no cumplen con las rutas asignadas, cobran los que les da la gana y maltratan a los usuarios sin que nadie les ponga un parao. De paso, pese a los contantes operativos del gobierno para entregarles cauchos, aceite y repuestos, paralizan los vehículos a cada rato. Es muy sospechoso que un día veamos en la calle cientos de camioneticas, y al otro, misteriosamente, solo trabajen dos o tres unidades, ¿será que se echan a perder todas al mismo tiempo? Igual de sospechoso el hecho de la falta de mantenimiento de los vagones del metro de valencia, y de esas extrañas paradas de los trenes del metro de caracas, que ralentizan el servicio y conglomeran a los usuarios en los andenes, y los amontonan en vagones muchas veces sin aire acondicionado. Uno entiende que con la desbocada carrera inflacionaria del dólar criminal y guarimbero, le sale muy barato al enemigo comprar conciencias para que saboteen los bienes públicos, y para que los dueños de las camioneticas y autobuses paralicen sus unidades cuando les venga en gana, eso ya lo hicieron igualito en el Chile de Salvador Allende. Lo que no piensan los empleados públicos saboteadores es que los primeros que van a ser despedidos, si la derecha corporativa llega a salirse con la suya, y privatiza las diversas empresas de todos los venezolanos, son ellos mismos, pues es bien sabido, sobre todo por los capitalistas, que el que traiciona una vez, sin duda lo volverá a hacer una y otra vez, no importa para quien trabaje.

Digamos que en vez de seguir gastando dinero en entregarle a estas mafias de transportistas cauchos, repuestos, pensiones y demás, invirtiéramos ese dinero en crear líneas municipales, y comunales, con unidades decentes y bien cuidadas, donde los "avances" que hoy son explotados por las mafias, pudieran tener un trabajo estable, ganar sueldos dignos con protección laboral, seguro médico y otros beneficios.

Supongamos que los trabajadores del metro, o de cualquier empresa pública comienzan a señalar con pruebas a estos saboteadores y ladrones enquistados desde hace años en nuestras empresas y ministerios, (sobre todo en algunos cargos altos) y se deslastran de esas lacras antipatriotas, ¿no funcionarían estas mejor y más eficientemente?

Nuestros nuevos concejales junto a los alcaldes y gobernadores, con el respaldo del pueblo organizado deben y pueden solucionar el grave problema de la basura, regulando las horas de recolección y multando severamente a quien saque la basura a deshora o sin su bolsa correspondiente bien cerrada. Creando conciencia en la ciudadanía la importancia del reciclaje, haciendo talleres, educando y regulando. Organizando y legalizando a los recoge basura en empresas de colección y reciclaje.

Quizás, en vez, o además, de tantas fiestas y fuegos artificiales, en vez de tanta franelita, cachuchas y uniformes,( aunque su elaboración genere algunos empleos y "crecimiento" económico, los contratos muchas veces le son asignados a empresas y fundaciones que casi siempre tienen que ver con algún personero de uno de los dos lados) los municipios y las gobernaciones pudieran crear albergues y refugios para los indigentes que hoy habitan plazas y zaguanes, y van de un lado a otro desordenando y regando la basura. Muchos son damnificados de la brutal guerra económica desatada contra el pueblo venezolano por las elites imperiales, pero sabemos también que muchos de ellos que son las victimas del alcohol y otras adicciones y se ponen brutos y hasta violentos cuando uno trata de ayudarlos para sacarlos de la calle, especialmente los menores de edad.

Los nuevos concejales junto a las comunidades organizadas, deben reactivar con fuerza las mesas de agua, para que se reparen rápidamente los botes del agua potable y de las aguas servidas, y que no pasen meses sin que nadie les busque solución.

En pocas palabras, verdadero gobierno de calle, junto al pueblo. Los concejales y otras autoridades deben constantemente participar en las asambleas de los diferentes movimientos sociales para que juntos podamos trabajar para mejorar el nivel de vida de todos. Tengamos en cuenta que los problemas se solucionan con acción constante, planificada y sistematizada, no con operativos eventuales.

Pero sobre todas las cosas, los ciudadanos debemos unirnos y organizarnos, no para bachaquear, ni para sabotear y generar violencia, no para robarnos entre nosotros mismos, todo lo contrario, debemos unirnos y organizarnos para autogobernarnos y con la ayuda de todos, derrotar a un enemigo cada vez más poderoso, que no va a detener sus intentos de arrodillarnos y aniquilarnos para poder apoderarse de las riquezas de nuestra hermosa tierra bolivariana.



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Gustavo Corma


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