¿Dónde compra el ministro William Contreras?

"No basta la voluntad, es voluntad y capacidad, las dos cosas; ¡voluntad y capacidad!. Hugo Chávez.(*)

Cuando digo William Contreras pónganle usted, Tareck El Aissami, Castro Soteldo, Erika Farías, Jorge Rodríguez, Aristóbulo Istúriz, Padrino López, o cualquiera de los gobernadores (as) o alcaldes (as) o constituyentes de la República Bolivariana de Venezuela.

La gente (y yo) nos preguntamos: ¿Será que estos compatriotas no han comprado en los últimos años, digamos meses y más aún semanas algún producto en un supermercado (Hiperlíder, Garzón, Madeirense, Excelsior Gama,) en alguna panadería o charcutería, en alguna farmacia (Farmatodo, Locatel, Farmahorro, Saas), en alguna carnicería, en algún comercio de los asiáticos, con algún buhonero o "bachaquero" , en alguna zapatería, o venta de ropa, en alguna venta de repuestos?. ¿Jamás se han asomado en "Mercado Libre"?. ¿Dónde compran para no darse cuenta o no actuar como es su deber, según juraron ante el presidente y el pueblo, defender la Constitución y las leyes de la república?. Por si no lo sabían el juramento de un funcionario público no es un simple episodio mediático, sino que deviene de una ley, primero aprobada en 1945 (Gaceta Oficial de los Estados Unidos de Venezuela [denominación para la época] Nº 21.790, de fecha 30 de agosto de 1945) y luego reformada en 1990 y publicada en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela Nº 4.209 (Extraordinaria) de fecha 18 de septiembre de 1990.

Escribo este artículo haciéndome eco de un clamor de desesperación en el pueblo venezolano que es poco escuchado por los oídos sordos de la dirigencia institucional venezolana. Es que imaginamos que las personas nombradas y los cargos que representan no comen, no adquieren productos en los mercados de Venezuela, sino que se los proveen y ellos ignoran olímpicamente el precio de los productos tanto de la dieta básica del venezolano y la venezolana, así como cualquier otro tipo de productos, por ejemplo, medicinas, repuestos automotrices, productos del hogar o de la higiene personal, servicios de salud en clínicas privadas y hasta en centros de salud públicos, matrículas educativas, y ni se diga de los productos regulados que desde que el Vicepresidente de Economía anuncia las reuniones con los sectores empresariales, en diálogos secretos y anuncios públicos, ya observamos los rostros serios de los empresarios y por dentro la burla socarrona (pleonasmo intencional) hacia el gobierno nacional.

Luego le corresponde al Ministerio de Comercio Interior y todas las dependencias que lo constituyen como Almacenadora Caracas, SUNDDE, Superintendencia Nacional de Gestión Agroalimentaria (Sunagro), Farma Patria, Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual (SAPI), Anti Monopolio, Anti Duping, Sencamer y Fedenorca, hacer cumplir los acuerdos que además se convierten en ley entre las partes pues son publicado en Gaceta Oficial. Ahora, este nuevo ministerio está encabezado por William Contreras De este funcionario sólo recordamos episodios rimbombantes cuando llegaba a alguna zapatería, panadería, supermercado o cauchera a "ordenar" el cierre del local por acaparamiento y usura, imponer una multa y llevarse preso a un gerente en medio de una alharaca de medios de comunicación, luego desaparecía y aparecía meses después en otro "operativo" epiléptico, como para decir que hacía. Es lo que llamamos "performances". Sin embargo, los comerciantes seguían y siguen haciendo lo que les viene en gana con los precios de los productos, de los servicios, de todo, absolutamente todo. Por tanto, el funcionario Contreras ya había fracasado estruendosamente en la SUNDDE. Ver al respecto el artículo publicado el 10 de febrero de este año titulado: Dónde está la protección al pueblo? A la SUNDDE e instituciones públicas en https://www.aporrea.org/contraloria/a259167.html.

Lamentablemente, parece que una de las condiciones para que algunos compatriotas escalen en la jerarquía de cargos es fracasar en sus funciones previas, pero contando con el apoyo de grupos o bandos políticos o del nepotismo clásico que tanto daño ha hecho a la función pública.

Reitero, coloco el caso de William Contreras, sólo por citar un funcionario emblemático y clave para la calidad de vida de nuestro pueblo, pero como él hay miles en la administración pública venezolana, unos muy mediáticos y otros operando bajo el silencio y la complicidad filial.

Tienen todo un entramado jurídico para actuar, desde la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, hasta las leyes aprobadas anteriormente por la Asamblea Nacional, por la presidencia de la República a través de la Habilitante, usada por Chávez y Maduro, tienen la fuerza pública de la Guardia Nacional, los cuerpos policiales nacionales, regionales y municipales, y tienen además un poder popular organizado esperando sólo tener el apoyo del poder constituido para actuar, así que no hay excusas para seguir fallando o serían cómplices por acción o por omisión de os atropellos contra el pueblo.

Así que el llamado y más que eso el reclamo es a que cumplan con las funciones que les han encomendado y por cuales han jurado cumplir. Si no, el pueblo se los demandará.

(*) Hugo Chávez. Alocución con motivo del asesinato de dos simpatizantes del gobierno. Caracas 05/01/2003. En: El golpe fascista contra Venezuela. La Habana. Ediciones Plaza. 2003.



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Cécil Gerardo Pérez


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