No caben dudas que Eleazar López Contreras, Isaías Medina Angarita, Carlos Delgado Chalbaud y Padrino López han sido los mejores Ministros de Defensa que registra nuestra historia contemporánea. Formados en ciencias militares con todo el rigor académico, ellos a su turno demostraron grandes aciertos y por ello dejaron huellas que no podrán ser borradas por la miseria humana. Y porque honrar honra, reconocemos que los estudiosos de la historiografía de nuestro glorioso ejército, van a encontrar mucha tela donde cortar cuando escriban sobre la Historia Militar del siglo XX y XXI.
En honor a la verdad, Nicolás Maduro debería darse con una piedra en el pecho, pues veníamos de la descomposición social cuartopublicana, lo que hace difícil encontrar generales como Padrino López, quien a todas luces ha demostrado sapiencia y estoicismo en el mando de unas FANB que ha sido blanco de ataque de factores externos e internos que salvajemente se oponen a la transformación del país. Hoy, los venezolanos contamos con una fuerza armada Patriota, identificada con el pueblo y ganada para los grandes cambios estructurales que prometen llevarnos a una nueva era republicana sin parangón por la profundidad de sus alcances que separan épocas.
Trascurrido un largo trecho de aprendizaje socialista, debemos reconocer que de no ser por la entereza y las firmes convicciones que reinan en la conciencia de nuestros oficiales, difícilmente el modelo chavista hubiese sobrevivido a esa bestial agresión de factores fácticos que no han perdido ocasión para intentar sacar de circulación al pueblo organizado en revolución social. Por ello, ratificamos que cuando se escriba la historia completa del siglo XXI, deberá afirmarse categóricamente que la FANB fue clave para que la sociedad civil pudiera hacer realidad el añejado sueño de alcanzar una vida digna y prospera. Lo demás son cuentos de camino y conversaciones de arriero.