Prensa Presidencial (14.10.06) La oportunidad de financiar proyectos sociales y productivos, atender económicamente emergencias vecinales y apoyar proyectos de inversión social son al menos tres de los objetivos principales de los Bancos Comunales, unas organizaciones que consolidan el poder popular y la organización comunitaria.
Este sábado, el Complejo de Gimnasia “Simón Bolívar” de Barquisimeto, estado Lara, reúne a más de mil representantes de Bancos y Consejos Comunales en el marco del acto de entrega de financiamiento de proyectos productivos por parte de las entidades financieras sociales creadas hasta ahora, actividad a la que asiste el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez.
Hasta la fecha en el país existen 200 Bancos Comunales, creados a partir del plan piloto aplicado en 18 estados del país. Estas entidades financieras fueron juramentadas el pasado 15 de junio y en esa oportunidad el jefe del Estado les dijo: “tienen en sus manos parte del poder económico de la República, ustedes tienen que aplicar el cálculo y la planificación en el empleo de esos recursos que la República por mando de la Constitución y la ley ha puesto ahora en sus manos”.
Para explicar parte de esa experiencia, algunos delegados de Consejos Comunales, promotores comunitarios y miembros de Bancos Comunales ofrecen su testimonio sobre la experiencia vivida.
Ingrid Torres, quien integra el Banco Comunal “Nuestro Esfuerzo”, que agrupa a cinco comunidades del municipio Carirubana del estado Falcón destaca la capacidad de organización social que ahora han logrado a través del programa, reflexiona sobre las diferencias entre la banca comunal y la comercial y señala: “Los Bancos Comunales tienen una visión social, facilitan las ayudas, incentivan la capacidad productiva del pueblo decidido a proponer soluciones para elevar la calidad de vida”.
Entretanto, Eduardo Gil, promotor comunitario, destaca el sentimiento encontrado que viene a su mente al hablar del proceso de organización de los Bancos Comunales “ha sido una experiencia bonita y dura al mismo tiempo, porque se trata de ir aprendiendo sobre la marcha, de equivocarnos y levantarnos, creo que lo más importante es haber logrado organizar a los vecinos y hacerles entender que ahora son ellos mismos quienes tienen la oportunidad de decidir el destino de los recursos que el Estado coloca a su disposición. Esto es más poder popular”.
En los ojos de Lisbeth Fernández, del Banco Comunal Iberoamericano, de la parroquia El Junquito del municipio Libertador del Distrito Capital, se observa el brillo de quien ahora se siente incluida en el desarrollo de su país, por eso comenta que el aprendizaje de esta experiencia ha permitido mayor cohesión y promoción dentro de la comunidad. “Esto sin duda es el empoderamiento popular. Ahora proponemos, decidimos y crecemos en colectivo”.
Edgar Gutiérrez, representante del Banco Comunal Villanueva, de Puerto Cabello, estado Carabobo, señala: “la posibilidad de trabajar proyectos conjuntos de mejoras sociales para nuestras comunidades y que sean apoyados por los Bancos Comunales son la consolidación del verdadero poder popular”.
“Esto es socialismo, los Bancos Comunales son la raíz del socialismo que impulsa el comandante Chávez”, dice Carlos Jiménez, del Banco Comunal Caruao del estado Vargas, quien señala que ya esta entidad financiera se prepara para apoyar planes de crecimiento socioproductivos de desarrollo integral. “Estamos viviendo lo que hace diez años atrás nos parecía mentira, nuestras necesidades podemos resolverlas nosotros mismos”.
Los Bancos Comunales surgen de la mancomunidad de Consejos Comunales y para David Ricaurte, integrante de un Consejo Comunal del municipio Andrés Bello del estado Miranda, la clave de todo este proceso es la organización para el manejo de recursos que promuevan planes para el crecimiento. “Esto es desarrollo endógeno, esto es organización popular”.
Carmen Valero, del municipio Jiménez del estado Lara, del Banco Comunal Las Nueve Unidades, relata que la escuela de formación de los Bancos Comunales les permitió “aprender herramientas necesarias para echar adelante el proyecto y lo más importante es el principio de solidaridad para compartir experiencias y multiplicar las iniciativas y consolidar el empoderamiento popular”.
