Japón ejecuta al “asesino de Twitter” que mató y desmembró a ocho mujeres suicidas y al novio de una de ellas

El asesino de Twitter fue ejecutado mediante la horca en Japón

El asesino de Twitter fue ejecutado mediante la horca en Japón

Credito: Agencias

Japón ejecutó este viernes al conocido popularmente como ‘asesino de Twitter’, que asesinó y descuartizó a nueve personas en 2017 en su piso al sur de Tokio, a donde las atrajo después de que las víctimas manifestaran pensamientos suicidas en redes sociales, adelantó la cadena pública NHK citando a fuentes gubernamentales.

Takahiro Shiraishi, de 34 años, fue condenado a muerte por asesinar, desmembrar y almacenar los cuerpos de las víctimas en su entonces domicilio en la localidad de Zama, en la prefectura de Kanagawa. Encontraron tres neveras portátiles y cinco contenedores en la habitación de Shiraishi, que contenían cabezas y huesos humanos desprovistos de carne, según informó entonces TV Asahi, afiliada de CNN, citando fuentes policiales.
 
Las víctimas, ocho mujeres y un varón de entre 15 y 26 años, fueron asesinadas entre agosto y octubre de 2017. Las víctimas habían publicado en línea que querían suicidarse y, posteriormente, Shiraishi las contactó a través de redes sociales, informaron NHK y TV Asahi. Usando un nombre de usuario que se traduce libremente como "verdugo", Shiraishi las invitó a su apartamento en Zama, prometiéndoles ayudarlas a morir, informó la agencia de noticias Jiji, citando la acusación.
 
El Ministerio de Justicia japonés dijo el viernes que el caso había causado “gran conmoción y ansiedad en la sociedad con la pérdida de nueve valiosas vidas humanas para satisfacer las propias necesidades sexuales y económicas” del ejecutado.
 
 “La sentencia de muerte se ejecutó tras un juicio exhaustivo. A la luz de los hechos expuestos, he ordenado la ejecución tras la máxima consideración. La pena de muerte es un castigo extremadamente grave que priva de la vida a una persona, por lo que, por supuesto, debemos abordarla con cautela”, añadió el ministro, Keisuke Suzuki.
 
Durante el juicio, el principal punto de debate entre la acusación y la defensa fue si el acusado obtuvo consentimiento de las víctimas. La defensa había pedido que se evitara la pena de muerte, alegando que su defendido solo era culpable de homicidio con consentimiento, porque tenía la aprobación tácita de las víctimas en los mensajes que habían intercambiado con anterioridad. El testimonio de Shiraishi, en el que señaló que los fallecidos se resistieron al estrangulamiento, contribuyó a desmontar su defensa. También el hecho de que les robara dinero y agrediera sexualmente a las víctimas femeninas, según detalles recogidos por NHK y la agencia de noticias Kyodo.
 
El único varón asesinado era la pareja de una de las mujeres a las que había matado con anterioridad, quien se puso en contacto con él tras la desaparición de su novia. Durante el juicio, Shiraishi declaró que no tenía intención de apelar la sentencia, incluso si se trataba de la pena capital. Con la ejecución de este viernes, el número de presos condenados a muerte en centros de detención en todo Japón es de 105, de los cuales, 49 personas buscan un nuevo juicio o una repetición del mismo.

Shiraishi se declaró culpable del asesinato de las víctimas, afirmando ante el tribunal que las había matado para satisfacer sus propios deseos sexuales, informaron NHK y TV Asahi.

Fue declarado culpable en diciembre de 2020 de asesinar, violar y desmembrar a las nueve víctimas, y de guardar sus cuerpos en su apartamento.

El abogado de Shiraishi apeló el fallo ante el Tribunal Superior de Tokio, pero posteriormente retiró la apelación y la sentencia quedó firme, informó NHK.

"Este caso, motivado por motivos egoístas como la gratificación sexual y económica, resultó en la muerte de nueve personas en dos meses, un incidente gravísimo que ha causado conmoción y ansiedad en toda la sociedad. Entiendo que es un caso especialmente desgarrador tanto para las víctimas como para sus familias", declaró el ministro de Justicia, Keisuke Suzuki, a la prensa el viernes en una conferencia de prensa.

Tras la noticia de la ejecución, el padre de una de las víctimas de Shiraishi declaró a NHK que hubiera preferido verlo "pasar su vida reflexionando sobre los crímenes que cometió, que simplemente perderla con la pena de muerte".

En Japón, la pena de muerte se ejecuta mediante ahorcamiento, y las fechas de ejecución no se hacen públicas hasta después de su ejecución. Las ejecuciones se realizan en un ambiente de secretismo, con poca o ninguna advertencia, y las familias y los abogados suelen ser notificados solo después de la ejecución.

"La sentencia de muerte se dictó tras un juicio exhaustivo. Tras una cuidadosa y deliberada consideración de todos los factores, emití la orden de ejecución", declaró Suzuki.

 

 

 



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