(Carta de retorno a la de Don Tulio Hernández Montenegro, aparecida en El Nazional, edición del domingo 06/12/09)

¡Chavistas pendejos, permaneced unidos!

La peor pendejada que cometen los pendejos, es creer que “los otros” son los pendejos. Que son los demás. La oposición a través de sus voceros, ha sido reiterativa cometiendo este pecado, que le ha traído -afortunadamente- enormes dividendos al “chavismo”.

Primero, no entiendo que para agredir -especialidad escualidona derivada de la intolerancia-, dé tantas vueltas el autor de la carta, para decir que no quiere decir lo que ha dicho (refiriéndose al calificativo), sino que lo hace porque dizque “otros” pendejos, en los tiempos en que los pendejos poblaban mayoritariamente al país, se autocalificaron de esa forma y hasta pretendieron acuñar el término como primicia irreverente y con exclusividad de uso.

Segundo, si hablamos de “marchas de pendejos” (como la recordada por el remitente), no existe comparación con aquella del 11 de Abril del año 2002, cuando pendejamente creyó el fascismo que iba a apoderarse del gobierno (como de hecho lo hizo por escasos minutos), amparándose en una degollina de ingenuos a quienes llevaron -marchando- a las cuadras del matadero que instalaron, como excusa para acabar con el gobierno más-que-legítimo de Chávez. Excusa imperdonable, típica de asesinos sin escrúpulos.

Tercero, tampoco creo que los “chavistas” sean (o seamos) “pendejos totales”, porque el articulista de El Nacional -en su condición de sociólogo- haya creado esta “categoría”, y mucho menos porque según sus alegres análisis, nos estafan “los nuestros” de manera “descarada, estrambótica y grosera”, y nosotros dizque “aplaudimos”… cuando lo que estamos es respaldando a un gobierno que no ha hecho lo que hicieron, frente a crisis bancarias anteriores, los gobiernos por los cuales el carteador ruega al cielo que vuelvan…

Lo del “descaro”, lo estrambótico y la grosería del desfalco actual, lo conocemos, no solamente porque nos lo cuentan los medios privados (y opositores a ultranza), a los cuales se les ha hecho fácil, al no estar asociados sus dueños a los banquitos protagonistas de la pequeña crisis financiera actual; sino porque también nos lo han contado los medios que llaman “oficialistas”. No se ha ocultado nada y, por el contrario, el gobierno ha actuado contra los responsables directos de la crisis creada, contra los culpables de los manejos inescrupulosos de los bancos intervenidos, y, además, ha resguardado este gobierno, los dineros de los usuarios, afectados por esas entidades.

De que la corrupción existe (como lo expresa el de la carta), pues sí, y lo sabemos y la denunciamos. Pero resulta muy pendejo creer (y decir), que nos vendieron la idea de que no hay corrupción en el país. Pero ésta, como todos lo deben saber, tiene muchas variables, matices, autores y coautores. A saber, no existe corrompido sin corruptor. Por otra parte, la mayoría de los burócratas en este país (de carrera o no), provienen y se encuentran instalados en sus puestos, desde los tiempos de la Cuarta República. ¡La mayoría! ¿ De dónde será entonces que emana toda esa “corrupción”, mayoritariamente …?

Tampoco veo, como lo señala el sociólogo de El Nazional, a “amigos y personas que en otros tiempos… tenían claras posiciones antipresidencialistas (que no sé a qué vendrá señalar esto), antipartidocracia, cuestionaban el sectarismo, la exclusión por razones ideológicas y el enriquecimiento ilícito”… y que ahora callan y hasta “aplauden” por todo eso, porque la verdad es que vemos todo lo contrario!

Tampoco podemos aceptar de buenas a primeras, ni porque sí, ni porque lo aventure “pontificando” este profesional de las ciencias sociales, que “hasta ahora no se conoce una economía que genere más bienestar que la de mercado” (¿ cuánto le pagarían por esa cuña, nomás ?). ¿ Dónde están las cifras que respalden ese cliché, con algo de veracidad y certeza ? Ni siquiera en el país-guía del capitalismo podría asegurarse semejante falacia. Porque podrá generar “bienestar”, pero… ¿ para quiénes y para cuántos ? Y mucho menos si escudriñamos el planeta completo, porque por donde vayamos veremos las huellas criminales y salvajes del capitalismo, luego de haber sembrado y cosechado muerte, hambre y miseria por doquier… además de la agresión a la naturaleza, de cuyo resultado sobran las demostraciones que prueban que nos encaminamos, tal vez sin vuelta atrás, hacia la destrucción de todo el globo terráqueo.

En cuanto a los “supuestos aliados” (o socios) del gobierno, a quienes no menciona, pero afortunadamente sus nombres ya se encuentran en la picota mediática, no puede asegurar Hernández Montenegro, ni nosotros aceptar (Luis Vicente León dixit), que “sean chavistas”. Y cuanto “pillo oficiante del capitalismo salvaje” aparezca en la línea de tiro de la guerra anticorrupción, será apresado, juzgado y sancionado, como venimos observando.

Como podrá haberlo advertido… cayeron unos, y otros ya están solicitados y requeridos, hasta en los reportes que se le hacen llegar a la Interpol. Y, por supuesto, faltan unos poquitos a los que hay que imputar por su evidente complicidad y/o negligencia en sus actuaciones.

Tampoco es verdad que la “estafa financiera siempre haya existido”. A menos que el autor de la carta suscriba aquel adagio esbozado por algún poeta, quien preguntaba: ¿ Quién es más ladron?, hermano. ¿ Los que atracan un banco, o aquellos que lo fundaron ? O, acaso, evocando aquel otro viejo dicho, justifique el que “buscando cien años de perdón, se robaron unos a otros…! ”

Y, ¡coño!, cuando el remitente de esa carta, que cada vez me parece más pendeja, se refiere al último “crack” bancario del que tuvimos conocimiento, en los tiempos de Caldera, al que quiere “diferenciar” porque dizque en el episodio de ahora se utilizaron dineros del Estado, exclusivamente…, quiero recordarle que cuando Caldera, además de los dineros de los ahorristas (que se los robaron y colocaron en cuentas en el exterior, porque además no existía para la época control de cambio alguno y eso facilitó el saqueo), también se utilizó dinero del Estado. Y esa vez sí, a diferencia de ahora, no se le utilizó para resarcir a los ahorristas o garantizarles sus fondos, sino que fueron a parar -a manera de socorro- en manos de los mismos banqueros bribones, quienes tampoco respondieron con esa “ayuda” a sus clientes, sino que por el contrario se robaron también la enorme cantidad de dólares que “pendejamente” el gobierno de Caldera les dispensó.

Quiero recordarle igualmente que aquella crisis comienza a gestarse con el nombramiento de Pedro Tinoco (durante el gobierno de CAP II) como Presidente del Banco Central de Venezuela. Este capo mayor, quien era máximo dueño del Banco Latino, y quien de llevar a ese banco a amontonar una enorme deuda, que para aquella época alcanzó a más de tres millardos de bolívares, y estar técnicamente quebrado, lo “convierte” en una de las instituciones financieras más grandes e influyentes del país. Llegó a ser el primer banco en cuentas de ahorro, manejaba las cuentas de las fuerzas armadas, las petroleras y las fuerzas policiales, y con otros bancos comprados con el ventajismo que otorga el poder, como ocurrió con el Banco de Maracaibo, el Banco Barinas, el Banco de Occidente, el Banco Capital, Fiveca, y otros, controló cerca del 30% de las cuentas correspondientes al sector privado venezolano en todas las áreas de la producción.

Por estos días se han recordado hasta los suicidios que cometieron algunos ahorristas, quienes perdieron todo su dinero. Y también se ha traído a colación que los banqueros ladrones -de cuando Caldera- se fueron al exilio “plateado” y dorado, a esperar (podridos en dólares), que prescribieran sus “causas”, sus autos de detención y sus órdenes de captura, para regresar al país con sus caras bien lavadas… De hecho, luego de casi una década de juicios, y por sentencias definitivamente firmes provenientes de los tribunales de las jurisdicciones donde fueron acusados, todos los imputados fueron absueltos de los cargos criminales, y las demandas civiles en su contra, fueron declaradas sin lugar…!

Pero como todo esto se ha contado (para aquellos que no lo sabían), y se ha recordado (para aquellos que lo habían olvidado), es que ahora existen -y existirán- menos pendejos en este país, Don Tulio. Incluso algunos (y no pocos) escuálidos, han rebobinado aquello y están pensando alejarse definitivamente del mundo de la “viveza”, que durante muchos años los atropelló, los robó, les compitió deslealmente, les vendió carros con sobreprecio, los indexó, los IPC-teó, los mejicaneó y los baloneó, y les quitó casas, apartamentos y automóviles,… luego de asomarse a las ventanas informativas del gobierno chavista, para poder establecer a quién creerle…!

La peor pendejera que pudiera cometer nuestro pueblo sería contribuir con ustedes, a retornar al pasado. Porque este experimento revolucionario no será perfecto (como nada lo es en este mundo), pero la tal “democracia” que ya tuvimos y vivimos durante más de cuarenta años, eso sí que fue un desfalco total, un chancro que horadó el corazón de la República, un fraude de la “A” a la “Z” y un rosario de asesinatos, torturas, masacres y desapariciones, que se le aplicaron a venezolanos, sólo por disentir…!

Pa´tras, ni pa´ coger impulso !No volverán


manuelrugeles@gmail.com!


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Manuel Rugeles A.


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