Marta harnecker

En mis recuerdos gratos de la vida como estudiantes en la UCV, hay dos situaciones que no se borran. Una fue el reto de afrontar la lectura en el primer semestre de tres libros que en esa época sonaban como lecturas obligatorias: Los Conceptos Fundamentales del Materialismo Históricos, El Miedo a la Libertad y La Economía Política del Crecimiento. El texto de Marta era una de las recomendaciones que nos hacía la Profesora María Egilda Castellano y su abordaje era casi permanente.

Otra vivencia imborrable de la vida universitaria fueron las discusiones y círculos de estudio que se hacían en los grupos con los cuales uno estaba involucrado políticamente. En esas discusiones se insistía en la idea del Profesional de la revolución y la idea tenía su sesgo, porque cuando se planteaba la discusión (me percato ahora), el perfil que se asomaba colocaba el acento en ciertas características que no era la de un profesional para el ejercicio de la política en ámbito público y abierto. Probablemente, las condiciones del momento marcaba ese perfil.

Esta breve introducción viene porque siento que estas dos situaciones, están vinculadas con Marta Harnecker y me ofrecen razones para trazar unas líneas sobre ella y la idea que tengo sobre cuál es su obra fundamental. Supongo que ahora, el tema “duro” y obligado en este merecido homenaje girará en torno a su obra sobre los Conceptos Fundamentales del Materialismo Histórico. No dejando de ser una obra importante que a muchos de mi generación nos colocó en el camino de la revolución, pienso que en los actuales momentos esa no es su obra fundamental, pero probablemente fue la primera obra escrita por ella y está llegando a los 40 años desde su primera edición. Es un hecho trascendente que el CIM aprovecha para reconocer su trayectoria.

Si alguien intenta ahora realizar una clasificación de sus libros y reflexiones fundamentales, creo que terminará con una muy larga lista de libros y reflexiones, porque definitivamente cada una de sus obras escritas son documentos fundamentales y de importancia para el fortalecimiento de la conciencia revolucionaria.

Desearía rememorar ahora cada uno de los subrayados y “ojos” que coloqué a las reproducciones (copia) que en esa época vendían en los pasillos de la Facultad de Humanidades y Educación de la UCV y que uno compraba, porque las ediciones de siglo XXI nos descuadraban el presupuesto. Evito comentar esa obra fundamental, porque pienso que la Marta de hoy no es la Marta de esa época y los Conceptos Fundamentales del Materialismo Histórico de hoy no es o no debe ser el mismo texto de la ediciones que se realizaron en la década de los años setentas. El Mundo es otro y las preocupaciones e inquietudes de Marta no abandonan esa línea de trabajo, pero tengo la impresión que ahora sus inquietudes intelectuales tratan de descifrar, articular y escribir la teoría que los pueblos van elaborando a través de los sueños que se forjan al calor de las luchas que emprenden para resolver los problemas.

Estoy completamente seguro, que el Centro Internacional Miranda estuvo buscando una excusa para que Marta aceptara un Homenaje y en esa búsqueda, alguien se acordó que la primera edición de los Conceptos Fundamentales del Materialismo Histórico se publicó hace cuarenta años. No tengo razones ni autoridad para escribir a nombre de CIN, pero este merecido homenaje no es porque ahora se cumplen 40 años de la publicación de esa obra tan importante, sino porque el CIM está plenamente consciente que Marta lucha por y con los pueblos del mundo.

Ella misma es una obra fundamental para la revolución en el mundo y de ahí, la importancia de su hacer y pensar. En esa obra que es Marta, hay libros y reflexiones escritas; notas, inquietudes, angustias y reflexiones que están por escribirse y van permitiéndonos entender que Marta es (como lo expresé en una nota en Aporrea) una mañanita fresca y cargada de energía para alumbrar los caminos de los oprimidos.

Más allá de sus Conceptos Fundamentales del Materialismo Histórico, nos importa Marta como profesional de la Revolución. Así la veo y así entiendo su trajinar. Las comparaciones suelen a veces restarle sentido a un reconocimiento, porque las circunstancias y los tiempos son siempre distintos, pero no exagero en nada, si afirmo, que la Marta que tenemos entre nosotros, es una autentica heredera de la inmensa e histórica figura de Rosa Luxemburgo. Rosa con sus luchas e ideas alumbró acontecimientos importantes de las dos primeras décadas del siglo XX y Marta con sus ideas, inquietudes, reflexiones, preocupaciones y acompañamiento social, alumbra este parto de la esperanza que toma sentido en América Latina y el Mundo.

NOTA. En oportunidades anteriores escribí cuatro notas sobre Marta en Aporrea: www.aporrea.org/poder popular/a85470.html

www.aporrea.org/poder popular/a85577.html www.aporrea.org/poder popular/a85704.html y www.aporrea.org/ideolgia/ a80772.html

evaristomarcano@cantv.net



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Evaristo Marcano Marín


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