Ante las agresiones de Estados Unidos a Venezuela, es en el capitalismo donde: la felicidad se llama droga

Cuando la sociedad cercena el desarrollo del ser, cuando le impone el consumo y la persecución de valores materiales como única meta para la realización personal, cuando el egoísmo derrumba todo valor social, cuando la vida se hace una carrera de atropellos tan sólo por conseguir valores materiales para distinguirse, entonces el ser humano está muy lejos de su sentido, nada le podrá hacer sentirse feliz, la obsesión por tener, antes que ser es ya una patología.

En la sociedad capitalista la felicidad se vende en las esquinas, es otra mercancía, es tan sólo un momento de alteración en la percepción producido por sustancias o actividades que obviamente no se escapan de la ley del mercado. La felicidad es vendida, es ilegal además, lo que no impide su accesibilidad, lo es tan sólo por dos razones, uno moral y otro comercial; la moral se basa en los conceptos descalificadores que sobre uso mantiene “la mayoría” y la comercial es que resulta mucho más rentable siendo ilegal. Además de hacerla más rentable, la droga es un arma política, veamos este enredo con paciencia:

1. Los niveles de consumo de drogas son tan altos como altos son los estimados de dólares que este negocio produce: 500.000 millones de dólares al año son cifras oficiales, probablemente sea el doble o el triple, ¿Quién saca esa cuenta?
2. Obviamente, una sociedad alienada, sometida a vivir dentro de “clases sociales” determinadas por la cantidad de dinero que te pagan los amos por tu trabajo, no hace feliz a las mayorías, esas frustraciones se compensan con el consumo de éstas sustancias que generan “dopaminas” de manera artificial.
3. Las dopaminas son neurotransmisores que debería producir el organismo, ellas son estimuladas por los momentos placenteros, en el capitalismo esto se invierte, el consumo de sustancias que generan dopaminas son las que producen momentos placenteros.
4. Se acusa que personas adictas o débiles se hacen esclavas a su consumo. Esto es falso, las personas no son adictas, se hacen adictas por consumir sustancias que son adictivas. Esta cualidad de ellas es lo que hace que todos quienes la consumen, unos antes, otros después, cada vez necesiten más dosis para producir su dopamina, la que el organismo deja de segregar mientras más sea ésta suministrada desde el exterior del cuerpo.
5. De esta manera se termina haciendo a muchos en “dependientes” de éste mercado.
6. Las drogas no son peligrosas porque sean ilegales, son ilegales porque son peligrosas.
7. Son ilegales porque al ser prohibidas son más tentadoras y más rentables.
8. Son un arma política para acusar a países como el nuestro en la complicidad de su tráfico aun cuando Venezuela, todos lo hemos visto, ha realizado la mayor cantidad de decomisos de drogas en su historia y a deportado a un gran número de “capos” solicitados por INTERPOL.
9. La droga es un arma política porque envenena a nuestros jóvenes y destruye el desarrollo de sus potencialidades.
10. Es ilegal para crear matrices de opinión y dañar nuestra revolución socialista, que lucha por un mundo en donde la felicidad no se jibaree, donde se sea feliz por ser, no por tener.




EL PLAN NACIONAL ANTIDROGAS 2.009 / 2.013

A parte de los puntos aclarados ya, Venezuela acaba de aprobar, gracias a la ONA, cambios de fondo en sus políticas antidrogas. La nueva política dará importancia a la atención integral sobre las personas que destruye este mercado imperial en nuestro suelo. Se seguirán las políticas de control de la oferta, (ojo: “control”, no más “reducción”) pero toma previsión para generar la novedosa “Política nacional de Tratamiento”, que podrá brindar una atención integral y gratuita a todos los que son víctima en nuestra patria por la invasión de su oferta en nuestros mercados, a Venezuela le importará más ahora atender el daño que la droga produce en nuestro suelo, que seguir haciéndole el juego a los bastardos que se la pasan acusándonos de complicidades en el tráfico, mientras que ellos no hacen nada por impedir la entrada de estos venenos en sus fronteras.

La ONA, como órgano desconcentrado para la supervisión de todas las políticas públicas sobre drogas, contará, gracias a la aprobación de éste plan por nuestro comandante presidente Hugo Chávez, con el poder de disponer de todos los bienes y dinero incautados al narcotráfico, para crear una respuesta contundente para la población afectada, seremos el primer país socialista que defina una política, repito, socialista a los daños que la droga causa en nuestra población. No sólo en clínicas para dar tratamiento sino en esfuerzos invencibles para que quienes sean tratados en éstas no regresen al mundo de las drogas y tengan asegurada una vida digna donde desarrollen al máximo sus potencialidades.

La experiencia del Convenio Integral de salud Cuba Venezuela en estos tratamientos, que reciben una parte limitada de nuestra población afectada, será fundamental en la creación de estos centros, vendrán profesionales de Cuba para brindarnos sus capacidades profesionales, así que quiero expresarle a todo nuestro país, ante el nuevo ataque de Estados Unidos contra nuestra revolución, que más temprano que tarde Venezuela le dará ejemplo a todos los países del mundo y que se sepa que se hace un enorme esfuerzo para que más allá de las palabras, en concordancia con lo que ser socialistas implica podamos declarar a Venezuela: un territorio libre de drogas.


Basta de las agresiones imperialistas, en Venezuela la droga no es nombre para la felicidad, aquí la felicidad se llama: SOCIALISMO!!!!

Patria o muerte, Venceremos.



Fundación Hombre Nuevo


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Raúl Bracho


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