(Él mismo lleva y trae de Blanca Ibáñez)

Ramos Allup contagia con una blenorragia de insultos

Podemos tararear parte de una canción ambulante, restregándosela al secretario de Acción Democrática diciéndole, Ramitos si te vas, deja la pistola acá, y es que este espécimen ditirámbico que ahora, deambula en la oposición ultraderechista venezolana, bagazo de la IV-R como auxiliar de David Morales Bello y demás jauría de compañeros atracadores de cuello blanco, del partido blanco mal llamado partido del pueblo y, de la tarjeta blanca, con la que se hicieron expertos multiplicándola, tal cual, Jesucristo con el pan, para ellos defraudar elecciones pasadas como parte de sus tracalerías, escondida dentro del álbum de la historia partidista y él, con su complicidad, premió en moverle las ultranzas paradisíacas a Blanca Ibáñez y, resguardar y defender en el Palacio Legislativo con su diatriba, a esa tropelía de forajidos de su hoy disminuido y chiquitito partido que ha quedado a la sombra de grandes figuras que, prestigien el fórum de la representatividad nacional. Y pueden ustedes creer y aceptar que por eso lo jubilaron.



Cada día que pasa este mensurable miserable e indeseable se la da más de pavo real viejo para hacer de tripas corazones, cayendo en lo más bajo de la tertulia política del presente como un subordinado de Alberto Federico Ravell, al que obedece ciegamente, desde la a hasta la z, hasta perderse en contradicciones secundarias que lo desnudan de todo juicio dialéctico constructivo que lo acerque a la realidad social venezolana y lo aleje del pacto de Puerto Rico.



Este patán de Ramos Allup, permisivo atrapa pájaros de corruptelas habidas y por haber en los organismos del Estado cuando, oportunidades de poder tuvo a su alcance para ejercer todos los malabarismos sacramentales de las leyes, incluyendo los mandamientos, no miró atrás para hacer rico a su papá-suegro consiguiéndole todos los contratos del mundo a la luz de los gobiernos puntofijista y, es uno de los cantifléricos de la oposición que, tiene el cinismo peliagudo de hablar de corrupción dentro del Gobierno del presidente Chávez.



Entre sus debilidades corporales, sensibles de nada raro, está la de enamorarse de los hambres en un afán desmedido de burlas y reconcomios y, es así como el presidente Chávez se ha vuelto su amor oculto y deseado desde que estuvo muy cerca de él en Miraflores, donde momentáneamente perdió la voz y no soltó ningún disparate de los acostumbrados a farfullar y, desde ese día se le desató la pasión freudiana de ofenderle y soltar el vendaval de sus rabietas hormonales cada vez que está frente a una cámara de televisión, es decir, se le van los tiempos como un atormentado maquiavélico de las bajos principios, ése es, el Ramos Allud que usted percibe cuando lo tiene de frente en la imagen que entra en su casa como si fuera un pan ázimo de la panadería de un portugués medieval.



Se comenta que éste titiritero resabiado, tiene muchos y buenos discípulos, entre ellos, el filósofo zuliano, y otros en ascensos, afines a su persona, dentro de la palestra de los traidores apátridas y pitiyanquis que perturban la cotidianidad racional de los venezolanos.



Un día de esta semana que comienza su curso tranquilamente por pocos nos mata de un susto el propio Ramos Allud al quedarle la espoleta de la más triste maldad en las manos, jugando con la paciencia de los presente que como cómplices caen en el cuento del lobo para comerse a la caperucita roja rojita. Había un cierto olor en ese ambiente que se esparció a través de las cámaras presentes que llegó a los hogares en algo pastoso y pestilente, producto que no se vende en farmacia alguna y, no nos queda más que decirle: Ramos Allud, te la comiste integérrimo, por lo tanto disfruta de tu pericia teatral y después del 15f da la cara como buen perdedor.

estebanrr2008@hotmail.com



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Esteban Rojas


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