El oposicionismo en Venezuela ha centrado su estrategia propagandística en señalar que la propuesta de enmienda constitucional tiene por objeto la reelección indefinida, perpetua, y han llegado, incluso, a la locura de catalogarla como reelección vitalicia. Refuerzan su argumentación aseverando que, de aprobarse la enmienda, sería imposible sustituir a cualquier funcionario electo por votación popular, ya que éste se aprovecharía de su cargo para utilizar los recursos del Estado en pro de su reelección, lo cual, a juicio de los oposicionistas, le garantizaría el triunfo electoral para toda la vida, eliminando así la posibilidad que otros ciudadanos puedan ejercer esos cargos. Si esas elucubraciones de la oposición fuesen ciertas, hubiese sido imposible que Chávez ganara las elecciones en el año 98, ya que nunca se había visto una cayapa tan grande en contra de un candidato, como la que se ejerció en contra de Chávez en aquella oportunidad; y no olvidemos que en aquel entonces, los miembros del Consejo Supremo Electoral eran puestos por los partidos políticos y respondían a sus directrices. Sin embargo, EL PUEBLO cansado de MALOS GOBIERNOS impuso y defendió su voluntad para que Chávez llegara a la primera magistratura. Si lo que dice la oposición fuese cierto, jamás hubiesen ganado, ellos mismos, ninguna de las gobernaciones o alcaldías donde gobernaba un revolucionario; de manera que ese argumento en virtud del cual, el detentar un cargo de elección popular le da una ventaja al funcionario, imposible de flanquear por su adversario electoral, se cae a la luz de muchísimos casos en que gobernadores y alcaldes en Venezuela han perdido la reelección. Acaso se olvidan que actualmente en Venezuela existe la posibilidad de postularse a ser reelecto inmediatamente por una vez. Es que no se dan cuenta que la única diferencia que existe hoy con lo que se propone en la enmienda es sólo la cantidad de veces que ese funcionario puede postularse inmediatamente. Entonces cómo se explican que pierdan gobernadores y alcaldes que optan a la reelección inmediata si se supone que quien está en el “poder” tiene una ventaja tan grande que es imposible ganarle una elecciones. La única explicación es que ese argumento no se corresponde con lo que ha sido la realidad electoral de nuestro país ni en el resto mundo donde existe la posibilidad de postularse inmediatamente sin ninguna restricción de tiempo. Es que además, en el razonamiento que intenta imponer la oposición, se evidencia un imponderable menosprecio a la voluntad popular. Ellos están convencidos que la mayoría del pueblo venezolano no es capaz de decidir sobre su propio destino y en consecuencia, hay que obligarlo por vía legal, a que tome una decisión distinta a la que quiere. Pero los que creemos en el espíritu de la Constitución de 1999; vale decir, los que creemos en la Democracia Participativa y Protagónica, no podemos menos que apoyar la propuesta de enmienda, en virtud de la cual, es el PUEBLO, quien a través del voto, decide mantener en el cargo a un funcionario que ha horado la confianza que el mismo pueblo le dio cuando lo eligió para que ejerciera esa responsabilidad.
EL PUEBLO ES EL SOBERANO!!
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