Es una alternativa viable. Cuales son ?. Dónde están ? . Quién las implementa?. He allí el dilema. La posibilidad del cambio y el temor a hacerlo, el temor a la aceptación, el temor al rechazo, el temor a inventar, a errar. O son otras las variables ?. La pérdida del poder o la descentralización del poder del que esta investido la autoridad de policía, del más alto rango al más bajo, sin distingos. Se pudiera escribir pero no lo considero necesario porque en las dos aceras cada uno lo conoce bien, el funcionario y el ciudadano, el común y el que no lo es también y en mayor grado este último porque maneja otro poder, el económico y ese juega de verdad.
Las tres interrogantes se mueven en el mismo círculo porque cada variable es conocida, de fácil aplicación, ahorradora de recursos humanos y materiales y porque entra en el juego el poder popular, el de la masa organizada que es inmensa, son el 99% de la población. Sólo falta la decisión.
Resumiéndola la llevo a la reforma propuesta el 2D. 1.- Cuatro turnos de trabajo de 6 horas cada uno y presencia permanente en calles, barrios urbanizaciones, comercios e industrias. El resto del trabajo es sencillo, planificación, logística y supervisión. Claro, adecuando todo el proceso a la dimensión de la población y del índice delictivo conocido. Esa presencia debe ser en puntos clave de acuerdo con la geografía de cada ciudad y se moverán solo a pedido de una central o a solicitud de otro punto por el cual se detecte una emergencia. Parte de eso que practican en Caracas pero que lo hacen solo en fines de semana. Creo que debe ser permanente.
2.- Uso de las estadísticas que produce cada estado, municipio, parroquia o sectores. O Consejos Comunales. Esta última hay que buscarla valiéndose de la comunidad en general y a través de dispositivos que impliquen la seguridad para el denunciante y ya existe un ejemplo con el 0800-6623368 de la OFICINA NACIONAL ANTIDROGAS y vaya la cuña.
3.- Utilizar la tecnología en apoyo al hombre y ello implica invertir en la seguridad que queremos y que no nos la van a dar cien por ciento el hombre sólo, así le sumen el militar a la actividad y llenen las ciudades de hombres armados. Necesitamos de la vigilancia pasiva, ya sea energía eléctrica o cámaras digitales que cubran aquellos espacios en el cual una o dos personas por turno serán suficientes para activar las medidas activas cuando sea necesario, y….
4.- Aquí entra el juego el poder comunal. La gente de cada barrio o sector para que sea el guía de la acción policial y a la vez el contralor de la misma y para que ocurra eso que se busca con la nueva Policía Nacional. Pero, también para que decida que tipo de comercios, con el poder que le otorga la ley actual de los Consejos Comunales, nacerán en los límites de su territorio, si es una empresa que produzca empleo o una licorería que incite al delito en forma directa. Si es una distribución de drogas o un campo deportivo productor de atletas.
Si aquí entra en juego el poder del pueblo cuando sea el que le indique a los legisladores locales como y que será el contenido de las ordenanzas municipales, al Consejo Local y Estadal de Planificación cuales serán las obras que cada uno requiere para ir buscando paulatinamente ese nivel de vida deseado e ideal y que sean las que entren a los presupuestos de esos gobiernos regionales y locales.
Ese poder debe manifestarse hacia los Consejos Legislativos, la Asamblea Nacional y hacia los poderes de alto nivel para que cumplan con el trabajo de hacer que las políticas públicas que el propio Estado planifica lleguen a tiempo y al lugar adecuado.
Y así, ese poder popular manifestado desde las diversas organizaciones comunitarias entrelazadas conozcan de lo que carecen y de la forma de subsanarlos y que en esta gran guerra asimétrica de la violencia contra la paz social estamos obligados a más que construir hacer hábitat atendiendo a nuestras escuelas y liceos, universidades públicas, parques de recreación, plazas públicas y haciendo uso de los altos porcentajes del presupuesto nacional que el gobierno pone a su orden a través, esencialmente del SAFONAC, Sistema Autónomo Fondo Nacional de los Consejos Comunales y que en el año que cursa alcanza aun monto de 5 mil millones de BS.F, o sea 5 billones de los anteriores.
En fin, nuestras policías regionales y locales deben sufrir los embates de los cambios, como los sufrió la Pdvsa, o la Fuerza Armada y la lleva en camino el Sistema Nacional Público de Salud, sólo falta decidir. Este contenido es un aporte, no una verdad per se.
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