Conozco mucha gente que ha caido en el juego infantil de confundir la mentira con la ficción. La primera es un caso obsesivo que raya en lo patológico. Sin embargo es también una suerte de trampa orquestada, fundamentada en la repetición constante del embuste. Un poco lo que decía aquel propagandista de Hitler. Es algo así como una máquina de hacer verdades que funciona con un combustible llamado mentira. Poco a poco las Jineteras del País han caído en su propia trampa. No han podido con la variable verdades mas verdades igual mentiras. Claro esta fórmula es inversamente proporcional a que ellas habían venido practicando: mentira más mentiras igual verdades. Las corderitas se hallan entrampadas en el pantano que ellas mismas inventaron. Sólo están seguras de dos efectos que podrían causar en el Pueblo. Si dicen mentiras la gente sabrá que son verdades y si dicen verdades los venezolanos sabremos que son mentiras.
Qué buena vaina se han echado las jineteras. Ya no les creen ni sus abuelas. En estos días vi a cuatro analistas psicóticos hablar de los treinta años del derrocamiento de Salvador Allende. El tema central de la conversación era la relación comparativa que se pudiera establecer entre aquel Chileno de excepción y Hugo Chávez. Sin poder escapar de la trampa de los medios los embusterólogos se explayaban en las cualidades de Allende como Demócrata, condición esta que hacía imposible cualquier intento de compararlo con el veguero de Sabaneta de Barinas. Segun estos sabios de la comarca, Chávez no podría ser nunca un demócrata porque no se había rendido a las pretensiones de la oligarquía. Reconocían que Allende tampoco pero que en definitiva se había dejado vencer. Basta me resisto a seguir hablando de estos soquetes que se creen los dueños de la academia de la lengua, de la verdad, de Venezuela, y hasta del pipi de la ballena azul. Entrampados están hasta que se los coma el tigre (y no precisamente el de la canción).
LA MENTIRA ES DE SÜMATE
Qué pena con Súmate. Le ha caído el rigor de la ley, y en esto creo que ha habido un poco de desconsideración con tan loable empresa, estimo que por lo menos han debido tener en cuenta que ella es la dueña de la mentira, y que ese es un atributo muy respetable en la dialéctica puntofijista del mundo al revés. Se olvidaron de manera injusta que esa asociación
posee el récord de la multiplicación que hasta hace poco mantenía nuestro señor Jesús de Nazareth cuando multiplicó los peces y los panes en la lejana Galilea. Pienso que tal vez han debido considerar que la facultad de la reproducción es muy cara a los seres humanos. No han debido olvidar la proeza realizada por Súmate: convertir unas cien mil firmas de la benemérita oligarquía, en ventisiete millones de rúbricas. Propongo para Súmate la medalla al valor Don Manuel Hurtado, el bribón, en su primera clase por los servicios prestados a los ilustrísimos saboteadores de la Patria. ¡Dios salve a Súmate la Reina de la mentira¡
LA FICCION
Antes dije que cuando la mentira es confundida con la ficción, los pájaros se convierten en letras del tesoro nacional. Para ser mentiroso sólo basta tener bocas en el cuerpo y mucho sudor en la lengua. El ficcionador es por excelencia un artista de hacha y pelo que no gusta de los estudios de la campiña y de otros nombres palaciegos. Una mentira se distingue de una ficción, cuando puestas una al lado de la otra,el embuste se levanta reproducido en millones de copias, mientras que el artificio brilla único e irrpetible en su sortilegio. La mentira
se ha desnudado ultimamente en Venezuela, incluso ha sido patentada por Súmate. La ficción jamás podrá ser domada y metida como una cabra en un estudio de Jinetera.
LAS HUELLAS DEL HOMO SAPIENS
Se está hablando de huellas para una hipotética recolección de firmas. Creo que es la más antigua y fidedigna manera de reconocer Homo Ludens. en su eterna manía de hecer piruetas. Sólo lo lamento por Súmate, cuya tecnología de avanzada no reconoce tan arcaicos y seguros modos de identificación del individuo. Es lógico que la gran empresa de recolección de firmas muestre su desacuerdo por la vuelta al pasado que es también la vuelta a la verdad, tan odiada por Súmate. Ni modo, a poner la huella si toca. Creo que hasta será divertido: sería como volver por un instante a los orígenes de nuestra ancestralidad pura, exenta de trampas y de guisos cibernéticos. Qué pena con Súmate.
Esta nota ha sido leída aproximadamente 3138 veces.