Señor Presidente, lo están engañando

Una vez más lo diré: no sé si por lo que voy a decir me tildarán de contrarevolucionario.

No puede ser que el Sr. Presidente haya descalificado a un REVOLUCIONARIO por haberle dicho en su cara que lo están engañando. No sé si será cierto o no lo que este compatriota se atrevió e intentó decir; pero la intuición me dice que es cierto.

No creo que este compatriota se haya arriesgado a tanto sin tener la suficiente documentación para sostenerlo. No puede ser que el ciudadano Presidente no le haya permitido consustanciar su denuncia. No puede ser que el ciudadano Presidente se haya sentido agredido y considerara tirador de piedras a un camarada porque se haya atrevido a la denuncia en contra de un ministro.

El Presidente olvida que ya en una ocasión no sólo fue engañado, sino traicionado y vendido por un antiguo ministro; casi padre, así le nombraba: DON LUIS MIQUELENA. El Presidente olvida la traición de un vice ministro de seguridad ciudadana, militar activo para entonces, durante la tarde del 11 de abril. Todas esas traiciones y otras más, le fueron advertidas al ciudadano presidente por algunos de los comandantes de la gesta del 4 de febrero como lo hizo en su oportunidad Joel Acosta Chirinos y no lo creyó e igualmente los descalificó en su oportunidad como lo hace en esta con un humilde compatriota.

No puede ser que el ciudadano Presidente practique la solidaridad automática con ministros que lo están engañando. No puede ser que se tenga que matar al emisario porque trae malas noticias. No puede ser. ¡Qué decepción!, eso, no debe ser.

¿Por qué el Presidente está actuando al estilo del señor Mario Silva García, el de la Hojilla, que no acepta críticas?

Camaradas, no me gustó lo que vi para nada. En estos tiempos, muchos de los simpatizantes de este proceso hemos tenido que calarnos la descalificación por parte de los connacionales de la oposición y ahora, para remate, nos tenemos que enfrentar a la descalificación del máximo líder cuando se siente señalado por el dedo revolucionario; el dedo del soberano que le está advirtiendo: PRESIDENTE, LO ESTÁN ENGAÑANDO.

No sé mucho de consejos comunales; sé que la gente, el pueblo, se las está viendo negras para la adquisición de una vivienda propia; sé de un Ministro Carrizales que promete y promete soluciones habitacionales y sin embargo los problemas persisten; ¿dónde está la tan cacareada Misión Villanueva? ¿Dónde?

De lo que sí sabe este humilde co-revolucionario es de la materia de salud y le puedo decir, al respecto, con mucha propiedad: “PRESIDENTE, LO ESTÁN ENGAÑANDO” no sabe cómo lo están engañando.

Cómo estará el estado anímico de ese compatriota; la desmoralización con la que se retiraría del Aló Presidente ante el regaño presidencial porque tuvo la gallardía de decirle en su mismísima cara: PRESIDENTE LO ESTÁN ENGAÑANDO. Debe ser terrible. ¡Cuánta frustración!

No me quiero imaginar a este compatriota en un Aló Ciudadano, en Globovisión, en donde con toda seguridad sí le darían cabida a su denuncia para luego, como es su estilo, manipular la información y hacerle daño al proceso. Ojalá y no caiga en esa tentación, pero compadre, lo que provoca es salir a tirar piedras ante la impotencia de ver ministros, viceministros y cualquier bicho de esos corrompidos haciendo de las suyas y que Hugo no se abra a la denuncia; denuncia que él mismo ha invitado, en innumerable cantidades de veces, a que se haga, ¿y entonces, en qué quedamos Hugo?

El camarada Hugo se equivocó, peló el pedal en esta oportunidad.

No me queda más que decir: BIEN por el camarada que denunció y MAL por quien no la escuchó. La intolerancia no puede ser el norte de este proceso; y mucho menos, si esta viene del padre de la criatura.

Culmino diciendo, al margen de la veracidad de la denuncia que intentó el camarada, el único que irrespetó, no sólo al denunciante que votó por él y que muy probablemente no lo vuelva hacer, sino también al público presente, al oyente como yo del programa Aló Presidente y al pueblo en general, fue el camarada Hugo.

Presidente, aunque le parezca una falta de respeto y sí me quiere incluir entre los tiradores de piedra; desde esta trinchera, frente a una computadora, otro revolucionario le dice: SEÑOR PRESIDENTE, LO ESTÁN ENGAÑANDO.

¡El que tenga oídos, que oiga!


(*)Médico

elieceralvarado@cantv.net



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Eliécer Alvarado

Médico y revolucionario.

 elieceralvarado@hotmail.com

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