Mario Silva García vs Médicos Venezolanos

Espero no ser catalogado como contra revolucionario por lo que acá vamos a exponer.

Durante dos noches consecutivas hemos visto al conductor del programa la Hojilla, señor Mario Silva García, hablar en torno al ejercicio de la medicina en Venezuela y el tema lo introdujo la noche del 12 de junio de 2007 en su programa, con motivo de una denuncia sobre una niña con un problema parapléjico rehabilitada en cuba y que por un motivo no especificado por el denunciante ni por el moderador del programa, consultó en el Hospital Pérez Carreño y “supuestamente”, la atención médica fue negada al contra referirse a la asistencia médica cubana.

De igual manera, la noche del 13 de junio de 2007, ampliando el tema del ejercicio de la medicina en Venezuela, hizo referencia a su visita al Centro de Diagnóstico Integral (C.D.I.) de Chuao de donde salió “prendado” según sus propias palabras. Al parecer, en dicho C.D.I. (no C.T.I. como en varias oportunidades se lo oí decir) le suministraron una imagen de resonancia magnética de un(a) paciente intervenido(a) quirúrgicamente en una clínica privada en el Zulia en donde aparecía un cuerpo extraño, específicamente, una pinza hemostática accidentalmente olvidada dentro de la cavidad peritoneal y no una tijera como el conductor lo indicaba, supongo que por información suministrada por la persona que le aportó la imagen.

Como médico venezolano y de este proceso, tenemos la necesidad de sacar la cara por el gremio médico al cual pertenecemos, porque por encima de cualquier ideología política o forma de ver la política, somos médicos y venezolanos.

Posiblemente el señor Mario Silva García, desconozca que la delegación médica cubana está totalmente cerrada a interactuar académicamente con los médicos venezolanos. Queremos aclarar antes de continuar con esta exposición de ideas, que la crítica que acá se haga no es en contra de la Misión Barrio Adentro, sino dirigida a los galenos cubanos y enmarcada dentro de la legalidad y la racionalidad.

En reiteradas oportunidades, como médico, hemos manejado situaciones en donde un paciente acude a la emergencia con un problema “X” y refiere, por ejemplo, que está siendo estudiado en un C.D.I. por dicha patología, o consulta, por una complicación post operatoria derivada de una cirugía efectuada por médicos cubanos. En nuestra práctica, es decir en la medicina venezolana y mundial, se estila solicitar a la institución o al médico tratante, la información que sea necesaria para llegar a un diagnostico satisfactorio o tratamiento adecuado cuando una situación de esta naturaleza se presenta.

Pues la realidad, es que la delegación médica cubana le prohíbe a sus galenos aportar información en torno al paciente y en su lugar lo que hace es solicitar la contra referencia del mismo para manejarlo por su equipo médico lo cual no es censurable y es procedente.

Este relato lo hacemos, porque siempre partimos de la buena fe y no de la satanización a priori como lo está haciendo el señor Mario Silva García al decir que la asistencia médica le fue negada al paciente por médicos venezolanos. Porque lo noticioso en este caso no es que se halla negado la asistencia médica, sino que sean médicos venezolanos los involucrados; cuando en realidad, la situación pudiera ser otra y esa no es sino que en vista a la experiencia que tenemos los galenos venezolanos con la delegación médica cubana que se niega a interactuar con nosotros y aportar datos del paciente, que ya el gremio médico venezolano ha optado por la contra referencia automática cuando una situación de esta se presenta.

Por otro lado, Sr. Mario Silva García, debe saber que en nuestro país existe un código de deontología médica que establece como “no ético”, que un médico le suministre a un extraño y menos a un conductor de un programa de alta audiencia, un documento médico que no debe ser manejado por el público profano como lo es una imagen de resonancia magnética que muestra un cuerpo extraño dejado en la humanidad de una persona con la única intención de desacreditar y someter al escarnio al gremio médico venezolano, porque esa fue la connotación con la que usted se manejó, posiblemente buscando “sensacionalismo”.

Estos accidentes, señor Mario Silva García, están suficientemente documentados en la literatura médica mundial y en la jurisprudencia venezolana y es sólo por esa intermediación, la de los colegios médicos y órganos jurisdiccionales, por donde se tramita la denuncia. Cualquier otra vía, Sr. Mario Silva García, es tendenciosa, amarillista y asquerosa (palabra muy suya).

Ahora uno se pregunta: ¿Qué se pretende con todo esto? ¿Acaso confrontar los dos gremios? ¿Decir que ellos no y nosotros sí hacemos mal praxis? ¿Qué los médicos cubanos son los mejores y nosotros los peores? Si de esto se trata, pues estamos mal, muy mal compatriota Mario Silva García venga de donde venga la crítica.

Desde nuestro punto de vista, más que un hecho contra revolucionario y conspirativo, acá lo que está planteado por parte de los médicos venezolanos, al criticar la Misión Barrio Adentro, es una postura nacionalista, de amor propio, o como lo quieran llamar, en donde si las cosas se hubiesen manejado de otra manera esta confrontación entre médicos cubanos y venezolanos no se estuviera dando.

En un Estado en donde está en marcha una revolución, por encima de cualquier buena voluntad en llevar la salud hasta los rincones más apartados de la geografía nacional, debe privar el respeto a las leyes de la República y en Venezuela todavía está en vigencia la Ley del Ejercicio de la Medicina, imperfecta, pero está vigente y en ella se prohíbe, taxativamente, el ejercicio de la profesión médica por foráneos sin la debida autorización o reválida avalada por una Universidad Venezolana y por el cuerpo colegiado, desafortunadamente opositor, pero esa es la Ley.

No queremos cerrar este comentario sin antes manifestar nuestra complacencia por lo bonito que están los C.D.I. limpiecitos, con aire acondicionado, con buenos y confortables salones de espera y con tecnología de punta como lo refiere el Sr. Mario Silva García; pero, ¿qué lamentable, no?, el resto de las instituciones asistenciales del país, como esa por la que día a día aboga el conductor de la Hojilla ubicada, creo, en Turmero, según sus propias palabras, están en el suelo.

A veces, uno piensa que la Misión Barrio Adentro más que una Misión es una franquicia cubana, ojalá y la franquicia se extienda a todo el país pero con médicos especialistas venezolanos, porque el resto de los centros asistenciales, Sr. Mario Silva García, en donde trabajamos nosotros, los de aquí, sus compatriotas y donde usted, estoy completamente seguro en muchas oportunidades debe haber sido atendido por médicos venezolanos, dan pena y vergüenza.

Espero salir “prendado”, algún día, de uno de ellos


¡Quien tenga oídos, que oiga¡

(*)Médico

elieceralvarado@cantv.net


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Eliécer Alvarado(*)

Médico y revolucionario.

 elieceralvarado@hotmail.com

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