I.- Estrella de mar expulsada del mar
Estrella, pequeña estrella de mar, vivía en el más azul de los mares y océanos, en el Mar Caribe, un hogar suave y de coloridos corales. Era un lugar perfecto, lleno de peces amigables y medusas brillantes. Pero un día, una fuerte corriente la arrastró fuera del arrecife que era su hogar. Con cada ola, fue llevada más y más lejos de lo que conocía. Se había presentado el cambio climático.
Cuando la corriente finalmente la soltó, se encontró en un lugar desconocido. El agua no era de un azul brillante, sino verde y más oscuro. El coral estaba un poco gris y no había peces amigables. Se sentía sola y perdida.
En su tristeza, notó una pequeña anémona, que se movía suavemente con el agua. Lentamente, se acercó a ella, esperando no ser rechazada. La anémona estaba muy tranquila con su presencia. Así que no sintió miedo. Y la pequeña estrella vio que el lugar era diferente al anterior, pero donde podía vivir.
Aunque era un mundo nuevo, de otro color. Aquí también encontró los cangrejos ermitaños que construían casas con conchas, a las anguilas que bailaban en la oscuridad, y a las ostras que brillaban con la luna. Estrella aprendió que, aunque su antiguo hogar era hermoso, este nuevo lugar también lo era. Se adaptó a la serenidad del agua verde un poco turbia y la vida que florecía en ella. Eran casi las mismas criaturas marina que ya conocía, aunque un poco cambiadas.
Así Estrella finalmente encontró la paz en su nuevo hogar, dándose cuenta de que la belleza y la amistad no están limitadas a un solo lugar, pensando solo me falta, un compañero. Aunque siempre recordaría el azul de su antiguo mar, ahora su corazón pertenecía a la belleza del mar verde mar. Pero las aventuras seguirían desarrollándose.
II.- Estrella de mar en un mar verde
La estrella de mar, llamada Estrella, había más que escapado, fue expulsada de su primer hogar, un mar azul mar que se había vuelto demasiado caliente para ella. El cambio climático impulsando las corrientes, la arrastró lejos, hasta llegar a un nuevo mar de un verde esmeralda, también lleno de vida. Al principio, este lugar lo vio con recelo, aunque había paz, sus corales con rigidez de piedra y con anémonas bailando al ritmo de la marea. Pero la paz no duró mucho.
Desde la lejanía, la estrella de mar vio cómo una espesa y densa capa de arena cubría también el azul del cielo y se cernía sobre su nuevo hogar. La arena, movida por un viento constante, impulsada por las altas temperaturas que evaporaban la humedad en las costas, y trayendo tierra desde muy lejos del continente. La arena por su propia gravedad, inerte, descendía, cubriendo corales, alejando más a los peces y sofocando a las criaturas que habían hecho de este lugar su hogar. Las anémonas se marchitaban, los cangrejos se escondían bajo las conchas para escapar de la asfixia. Nadie podrá escapar del desierto marino reflejo del otro desierto continental.
Estrella, que ya había perdido un hogar, vio cómo este nuevo paraíso se transformaba en un desierto submarino. La arena se acumulaba en sus brazos, volviendo su piel áspera. Se dio cuenta de que el mar no era inmune a los efectos del cambio climático. El enemigo que había destruido su primer hogar la había seguido hasta aquí. No había un lugar seguro para ella. Solo podía esperar, enterrada en la arena, que algún día la tormenta que traía el polvo del continente lejano, cesara, y que su mar verde pudiera, de alguna manera, sanar y quizás volver a su mar azul. De donde llegará la esperanza.
III.- El hombre joven, el hombre niño y el hombre viejo
El hombre joven, el hombre niño y el hombre viejo, con ellos termina nuestra historia de la estrellita de mar, cuando un día el hombre joven le dice al hombre niño y al hombre viejo, que las estrellas de mar están desapareciendo de nuestros mares, y con ellas desaparecen muchos peces y plantas de mar. Les propongo que hagamos algo.¡
-¡Qué podemos hacer¡ responden al unísono el hombre viejo y el hombre niño¡
-Vamos a sembrar y a limpiar la naturaleza respondió el hombre joven.¡¡
-¡Sii, respondieron el viejo y el niño.¡¡
-¡Si sembramos y limpiamos todo renacerá, volverán los verdes al monte y el azul al mar con sus estrellas de mar.¡¡
- ¡Sii, respondieron el viejo y el niño ¡¡
El hombre viejo entonces dijo. Empecemos por los llanos de Guárico y Apure. Yo los conocí cuando eran monte tupío y ahora las arenas medanales se los están comiendo¡¡
¡Sii, gritaron el hombre niño, el hombre joven y el hombre viejo.
-¡Vamos todos a limpiar a sembrar y limpiar. Vamos con nuestras mujeres, hijos, hermanos, nuestras familias, nuestros vecinos y todo cambiará.
- Nosotros, le dijeron el hombre joven y el hombre viejo al hombre niño, no veremos el gran cambio, pero tú en tu vejez sí y le podrás contar a tus hijos y nietos, que serán los nuestros, como todo cambió.
-¡Sii, gritaron todos. Un hombre joven árabe y un hombre niño árabe que oyeron todo, se dijeron, vamos con nuestro padre hombre viejo, que con su dinero podemos sembrar el Sahara, y no lo conocerán nuestros nietos como el Desierto de Sahara sino como el Gran Bosque del Sahara, con miles de especies animales, plantas, ríos y quebradas y tantas cosas¡¡
-Sii, dijeron todos al unísono.
Y así termina esta trilogía de cuentos fantásticos