Cuento o razón

¿Cómo empieza el hombre a mover montañas?

El perro Pipo esperaba en el portón del garaje que el periodista Juancho Marcano regresara de la visita que le hacía a un vecino para saludarlo e informarle ciertas cosas, por eso cuando el reportero volvió a su vivienda, el can ya estaba preparado para abordarlo y formularle unas preguntas y comentarles algo que había oído en la emisora comunitaria.

El periodista entró y le acarició la cabeza al peludo y observó como las ixoras iban tejiendo un manto de flores rojas en sus cabeceras. "Nadie lo duda y siempre lo digo, la lluvia tiene un pincel maravilloso que le dibuja sonrisas a las plantas y le apura la floración", pensó Juancho Marcano.

Pipo lo observó y cuando consideró la oportunidad, le comentó: "Juancho estaba por preguntarte cómo te fue en las festividades del Santo Patrón del pueblo".

- Ah, muy bien, Pipo, este fin de semana fueron las fiestas octavarias y de verdad que pude compartir con unos amigos y hasta brindamos y conversamos y nos recordamos de aquellos momentos alegres que nos hicieron reír y nos siguen arrancando una sonrisa, porque no dejan de ser graciosos y eso es importante, como también es, a esta edad, reunirse con personas conocidas porque eso es saludable para el organismo, indicó el periodista.

- Ah, qué bien, Juancho, en verdad me alegro que te haya ido bien en dichas festividades del Sagrado Corazón de Jesús. Pero también quería decirte que oí que en Colombia y en México han prohibido lo que llaman la fiesta brava, que no es más que lanzar a un pobre toro inocente a un ruedo, debilitado previamente, para que un degenerado empiece a maltratarlo y al final enterrarle estocadas por el lomo hasta verlo morir, bajo los aplausos de unos muérganos y miserables que no tienen corazón en el pecho y a quienes me gustaría verlo sufrir como lo hacen los toros de lidia.

"También, dijo el can, oí un pensamiento del cual el autor es Confucio, que dice: "El hombre que mueve montañas empieza apartando piedras pequeñas".

El periodista observó con admiración a su perro y sin decir palabras, le extendió un abrazo de felicitación y después de mirar extasiado dos orquídeas de un color lila intenso, se dirigió al interior de la vivienda.



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Emigdio Malaver

Margariteño. Economista y Comunicación Social. Ha colaborado con diferentes publicaciones venezolanas.

 emalaverg@gmail.com      @Malavermillo

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