Luis Britto García sigue siendo una voz, un mensajero, de los pocos que quedan, entre quienes han tenido la virtud de haber sido escuchados en todos los espacios y, está en actitud y facultades, para advertir con claridad e insistencia, en su estilo elegante, sugerente y cuidadoso, de advertir los riesgos y sobre los malos pasos. No es que sea el último ni el único que queda, dado en verdad de los demás han ido muriéndose, otros decidieron, no sabría decir la causa, callar y bastantes porque perdieron la brújula, quizás porque la vejez, la depresión enloquece, enmudece y hasta acobarda. Britto es muy valioso, por eso, por insistir y porque su discurso es uno de un mensaje muy alto y, aunque se le ignora por ser en veces "imprudente" o molesto, como esa piedra que se me atravesó en el camino, se le lee, aunque esto no quiere decir se le escuche.
Y es que pasan cosas que a uno enloquece, y hasta desespera, por ejemplo, hoy he leído una nota en la cual, Jesús Farías, quien habiendo estado por mucho tiempo y sin desenfado, defendiendo prácticas neoliberales, como lo del monetarismo al abordar el tema salarial, reaparece después de un largo tiempo por demás discreto, callado, diciendo un poco como al contrario de lo que antes dijo, " Eso es una trampa. Ahora utilizan otra figura; es decir, tratan de confundir porque colocando el euro, que tiene una cotización superior al dólar, como si fuese la divisa norteamericana. Entonces, en vez de pagar dólares que tiene una tasa oficial se pagan euros con dólares, incluso. https://www.aporrea.org/economia/n405560.html
Se refiere Farías a la tendencia que se viene mani festando en el mercado interno, de marcar los precios tomando ahora como referencia al euro y no al dólar, dadas las medidas tomadas contra las páginas que se encargaban de promocionar un mercado paralelo de la moneda norteamericana.
Pero ahora, la manera de hablar Farías, obedece a un tono o dirección diferente; no habló como antes, cuando justificaba el congelamiento de los salarios para no "inundar", según él, el mercado cambiario "con bolívares sin respaldo" , tal como si era, además de un neoliberal, presidente del Banco Central y hasta voz determinante en la política económica del gobierno; ahora pide, por favor y con urgencia, un determinado proceder, uno justamente en contrario con su discurso como oficial y neoliberal anterior. Algún cambio se produjo en la cueva; ya a uno es poco lo que le asombra.
La aparente intemperancia de Trump que pasa por su ruptura abrupta con Musk o de éste con él, que en buena medida es lo mismo, podría inducir a muchos a confundirse y hasta generar temores.
Observe el lector que Farías dice, lo voy a repetir deliberadamente, " el Estado es quien regula la economía y, por ende, tiene la tarea de sancionar a quienes incumplan leyes. Tenemos que actuar porque eso lo va a saludar el pueblo venezolano".
Es decir, Farías parece haber recuperado si no la "sindéresis", si las lecciones de su vieja escuela y le reclama al Estado regule la economía y no deje que esas inventadas leyes del mercado, que " son maravillosas libres", lo "regulen". Ahora, esas "leyes libres" no operan para Farías, sino que hay quienes incumplen las reales, las del Estado, como los monopolios o grupos económicos que se ponen de acuerdo para imponer las suyas en el mercado. Para que esas páginas que no emergen de la iniciativa e interés individual de unos audaces o "locos", que inundan las redes para divertirse, atribuyan precios a las monedas, sólo por pasar el tiempo, como quienes las usamos para evadir la depresión.
En cambio Britto, sigue haciendo advertencias en el mismo sentido, con su habitual discreción o talentosa manera de decir y claridad para orientar, en medio de la complicada confrontación que se da en Venezuela, donde según la formalidad del discurso, quienes deben estar del mismo lado, aparecen enfrentados y algunos como jugando para el equipo contrario, según aquello de la "contradicción fundamental". Britto, en lugar de callarse o intentar caer en gracia, sigue haciendo advertencias sustantivas, que lo son tanto que uno, que mira el juego, como desde la parte de arriba de las gradas, por la vejez, la tradicional discreción o la poca pertinencia para ejercer liderazgo, pero con la percepción escolar nunca olvidada, puesta con la misma pertinencia de un microscopio para mirar lo que la vista humana no percibe sin ayuda, ha dicho ahora mismo en su artículo ¿Y ahora qué?, publicado en últimas Noticias, el cual se puede leer por el enlace
https://ultimasnoticias.com.ve/pare-de-sufrir/y-ahora-que/ , "La que fuera primera potencia del mundo abandona despavorida el ideario neoliberal que la llevó a la ruina, y adopta de intervención estatal y medidas de protección en la economía. ¿Iremos nosotros a redimirnos mimetizando las políticas que nos aniquilaron históricamente, y que ahora hunden a quienes nos las impusieron?"
Es decir, Britto ha seguido actuando de manera coherente. Su discurso ha estado centrado en combatir toda forma de control de nuestra economía por parte del capital externo o, para decirlo a manera tradicional, del imperialismo. Entendiendo esto, como lo concibió quien, en primer término, estudió el fenómeno con pertenencias, Lenin, que lo refirió primordialmente a la exportación de capitales. Por eso, ha manifestado sus dudas sobre la ley de Zonas Económicas Especiales, de Inversiones Extranjeras y otras que, según su parecer, podrían resultar contrarias al implementar de un proyecto económico correspondiente con la soberanía, en medio de un mundo, donde la multipolaridad, pareciera ser la próxima meta en el camino indeterminado del modelo capitalista mundial.
Es interesante esa observación de Britto, referida no a una acción incontinenti de Trump o lo que otros parecieran interpretar como una locura desatada, sino el resultado de un Estado de cosas que impulsa a EEUU, en medio de su decadencia como primera potencia mundial o, para decirlo de manera que, algunos lectores no perciben esto radical o interesado y hasta ideologizado y en consecuencia con un fin determinado, viendo como han emergido fuerzas reales que, lejos como el mundo europeo se le rindió a los pies, después de la II Guerra. Mundial y el Plan Marshall, le compiten hasta con suficientes ventajas; y hasta le retan a participar y competir en libertad, a favor de lo que los poderosos de hoy tienen como equilibrados. O para decirlo mejor, que los mercados quedan, con la ayuda de la política o la diplomacia, la que nunca estará ausente, abierta a las mejores ofertas. Y, en consecuencia, los mejores ofertantes alcanzan los espacios y las alturas que les corresponden según sus poderes y capacidades. Es decir, hablamos de una competencia por un orden nuevo y, como es fácil de entenderlo, también un nuevo liderazgo. Sólo eso, porque el capitalismo sigue y seguirá, uno ya no es capaz de imaginarse hasta cuándo, como dominante.
Tanto es así que, China para salir del atolladero donde estaba, que se había venido llamando "socialismo", que no es sino un estado de cosas, donde el capital se apropió de todo, hasta del derecho a imaginar, como en la Rusia de los bolcheviques, abrió espacio y oportunidades al capital privado, pero donde el Estado capitalista, pese se llama socialista, mantiene un férreo control dada su mayor acumulación, pero según la dirigencia y la idea dominante es un momento de transición. Sólo que no es muy fácil ver o prever, y no por los ojos rasgados o mejor encogidos de los chinos, dado que han dado muestras que ven demasiado bien, hasta desde lo más lejos, cuándo, ese perro guardián, animal de presa que es el Estado, optará por soltar lo que tiene y transitar a lo que sería el verdadero socialismo, según las viejas teorías derivadas del marxismo, más cuando tiene a su lado, de respaldo y presión, al capital privado.
Entonces, la pregunta de Britto García ¿Y ahora qué?, que titula su artículo, en el cual habla de cómo Trump, pareciera olvidar el neoliberalismo y, ante la contingencia que significa la competencia ventajosa de las potencias emergentes, opta por la " intervención estatal y medidas de protección en la economía", va acompañada de otra, de mucho valor sustantivo y estratégico para nosotros y al mismo tiempo, en correspondencia con lo mucho que antes ha dicho, con la intención de advertir al gobierno, viéndole en veces demasiado confundido. Pregunta o se pregunta, " ¿Iremos nosotros a redimirnos mimetizando las políticas que nos aniquilaron históricamente, y que ahora hunden a quienes nos las impusieron?"
Es decir, quiero ser muy reiterativo de manera premeditada y con la mejor intención, mientras Trump pareciera abjurar del neoliberalismo, percatándose que este hoy juega en desventaja de Estados Unidos y capitales en particular, pues muchos están insertados en el mundo entero, hasta en China, aunque los capitales no tienen nacionalidad o tal moralismo o convencionalidad les trae sin cuidado, Britto lo advierte, pero también eso hace hacia nuestro interior. Teme Britto, lo advierte, yo sólo lo repito, que pretendiendo defendernos, nos hundimos en el neoliberalismo, un modelo o política que está en quiebra, tanto que, hasta la cuna del niño hamaquea.
Vuelvo, al final, con lo meditado al inicio: ¿Por qué J. Farías, de repente, pues estuvo mucho tiempo callado, después de haber defendido al neoliberalismo al tocar el tema salarial, venta con eso extraño de, "t enemos que actuar porque, eso lo va a saludar el pueblo venezolano?".
Pienso, a modo de respuesta a mi pregunta anterior, es posible que todo lo sensato que Britto dice y muchos repetimos exactamente con la misma intención, resulte, más que de simples opiniones y hasta elucubraciones, el resultado de escuchar lo que el pueblo venezolano desea saludar. Si Farías se dio cuenta y hasta se alarma, algo se mueve, pues "per se move". Las cifras electorales lo gritan.