La inmensa mayoría de los analistas políticos que dominan el tema internacional, han caracterizado a éste año 2025, como extremadamente turbulento en el campo económico y que de manera "coincidente", mantiene una línea de acción común con el comienzo del segundo mandato presidencial "20 de enero del 2025) del jefe imperial estadounidense, el díscolo y supremacista, Donald Trump.
Una de las principales víctima de estas disparatadas ordenes presidenciales intervencionistas, lamentablemente ha sido en contra de Venezuela, un país que ya lleva varios años sufriendo desde el punto de vista económico con los criminales bloqueos (oro y dinero) de sus activos en el exterior y las ilegales medidas coercitivas unilaterales, que han afectado de manera significativa al comercio exterior de los productos venezolanos y en la importación de bienes esenciales, incluyendo medicinas, repuestos y tecnología.
No conforme con todo el daño que el imperialismo estadounidense le ha causado a la calidad de vida de las y los venezolanos, los ataques en contra de Venezuela se han ampliado hacia otras formas de "dar golpes bajos", en su afán por lograr satisfacer "el capricho imperial" de poder colocar en el Palacio de Miraflores, a la ultraderecha supuestamente venezolana.
En estos primeros meses del año 2025, el gobierno estadounidense en su despiadado ataque en contra de Venezuela, con una planificada y macabra guerra mediática y extremadamente negativa, está etiquetando a todas y todos los migrantes connacionales que viven en EE.UU, como terroristas y delincuentes (que tengan tatuajes) con el sospechoso y manipulado argumento estratégico sobre la peligrosidad que representa "el tren de Aragua", porque está afectando peligrosamente la seguridad interna de la nación más poderosa de la tierra.
¿Qué se puede pensar con las redadas fascistas realizadas por los cuerpos policiales estadounidenses, secuestrando sin el debido proceso legal a todas aquellas personas que sean venezolanas y tengan tatuaje, sean suficientes para que sean llevadas en contra de su voluntad a los campos de concentración en El Salvador?
No solo irrespetan los derechos humanos de venezolanas y venezolanos, sino que se están robando a las niñas y los niños.