La estupidez y la mala educación

En tiempos de crisis, nos preguntamos con frecuencia: ¿cómo es posible que tantas personas apoyen decisiones claramente perjudiciales para ellas mismas? ¿Por qué hay quienes, pese a la evidencia, se niegan a razonar y sostienen discursos carentes de lógica?

Estas preguntas fueron abordadas hace más de 80 años por el teólogo y filósofo alemán Dietrich Bonhoeffer, quien, en medio de la Segunda Guerra Mundial, desarrolló su inquietante teoría de la estupidez.

Bonhoeffer, opositor del régimen nazi y ejecutado en 1945, sostuvo que la estupidez no es simplemente la ausencia de inteligencia, sino una fuerza social y moralmente peligrosa, capaz de causar más daño que la misma maldad.

Decimos nosotros que: La mayor estupidez ha sido toda una nación, millones de alemanes siguiendo a un Nazi-Fascista, Hitler. Hoy, vemos a un nuevo grupo Nazi-Fascista, los sionistas de Israel masacrando a Palestinos y en Gaza, diciendo que fue una orden de Dios, de su religión. Lo cual es totalmente falso y manipulador. Lo vemos todos los días en imágenes. La ONU lo ha constatado, denunciado y la Corte Penal Internacional también.

La estupidez, más letal que la maldad.

A diferencia de la maldad, que actúa con intención y puede ser enfrentada con estrategias concretas, la estupidez es más difícil de combatir porque el estúpido no es consciente de su condición. Para Bonhoeffer, la persona estúpida no solo se cierra a la razón, sino que se convierte en un canal para la difusión de ideas destructivas sin cuestionarlas.

Esto nos lleva a una reflexión urgente para nuestros tiempos: ¿Cuánto poder le estamos entregando a la estupidez? ¿Cómo los medios de comunicación, las redes sociales y los discursos populistas están fortaleciendo una sociedad cada vez menos crítica y más manipulable?

Bonhoeffer nos dejó un mensaje claro: la lucha por una sociedad mejor no es solo contra la maldad, sino contra la estupidez organizada, que hoy, como ayer, sigue siendo un arma al servicio del poder.

Michael Foucault habla de las sociedades disciplinarias desarrolladas por los Estados, como forma de confinamiento en instituciones como

hospitales, escuelas, fábricas, psiquiátricos y prisiones. Ahora aparecen las "Sociedades de control", donde el poder opera

mediante la tecnología virtual, la modulación, los algoritmos, las redes sociales y otros instrumentos tecnológicos, mantienen una vigilancia y control de los individuos.

"Modelos de conductas". Estan determinadas por millones de imágenes, textos, canciones, información estúpida, carente de veracidad y base cientifica, la cual influye y reproduce modelos de comportamientos, formas de ser alteradas, pero aceptadas

Los cogniesclavos del siglo XXI, denominamos así, a los sujetos esclavos cognitivos de la virtualidad llena de estulticia. Consumen contenidos virtuales sin ser capaz de analizar, sin pensamiento crítico.

Diariamente millones de personas consumen millones de imágenes, palabras, frases y estímulos insensatos, llenos de estupidez, que dejan un vacío existencial.

Gilles Deleuze expresa cómo el control se ha vuelto invisible, peligroso y poderoso.

Decimos nosotros que el cogniesclavo, no requiere grilletes, ni vigilancia física, está controlado y vigilado virtualmente.

No se distingue lo escencial, lo verdadero, de la estupidez y la apariencia.

Se suma a esto la mala educación en las redes. Sujetos que no saben cantar ni expresar mensajes, chillan, producen ruidos, tiktoker que te transmiten estulticia, mediocridad, artistas que no han estudiado ni siquiera un curso de actuación o de canto.

Lideres políticos vulgares, que trabajan para el Marketing, diciendo barbarismos, que no sirven como modelo a seguir. Muchachas, mujeres que solo exhiben su cuerpo como una mercancía, sin demostrar inteligencia, ni recato o pudor.

Por suerte, hay una nueva generación estudiosa, que se está preparando, aprovechando adecuadamente los recursos virtuales, para su educación, cultura, deportes, recreación saludable que eleva sus Procesos Psicológicos Superiores.

Dejo como ejemplo, algunas imágenes de la estulticia, aunque hay millones de videos, fotos y expresiones o mensajes.

Ver. (https://youtu.be/un5UIgOVkp8?si=OJgP13_DLyCD-b2U).



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Alexander Alvarado Contreras

Abogado y Psicólogo Social. Mgs. Desarrollo Cultural Endógeno. Escritor.

 alexanderalvaradocontreras@gmail.com

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