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En la tragedia que enluta a República Dominicana y a toda nuestra región, hay un tema que se soslaya, la falta de seguridad de los organizadores del evento, la falta de presencia de organismos de seguridad, para garantizar el buen funcionamiento de estos espectáculos. El interés comercial está por encima de la seguridad y la vida de los asistentes a estos espectáculos.
Acabamos de ser conmovidos por la Tragedia de República Dominicana donde el desplome del techo de una afamada discoteca, Jet Set produjo la muerte de más doscientas personas y un número superior de lesionados, conmocionando a la opinión regional internacional, por encontrarse entre las víctima destacados personajes arraigados a nuestra región por su proyección en la música o el deporte, pero en fin de cuentas todas las víctimas son seres humanos y nos conduele el trágico suceso.
Confieso, que desde joven, me aficioné a este tipo de espectáculos por el entusiasmo que generan y los vínculos de amistad que se logran en estos eventos, pero confieso, también, que deje de asistir a ellos, cuando observe, los graves problemas de seguridad que allí se producen por descuido de los propios organizadores. En más de una oportunidad me vi atropellado por estampidas que allí se producían por rumores o accidentes que se producían y no había ningún personal de seguridad que los atendiera.
Por esas vivencia, como dicen en mi tierra oriental, le hice la Cruz, a esos espectáculos, me alejé del bululu y cuando mis hijas acudían a ellos junto a otras amigas, por ser admiradores de algunos artistas, lo primero que hacía yo, era darles recomendaciones de donde debían colocarse, como debían relacionarse y qué hacer si por casualidad se presentaba una situación caótica, de las que yo había experimentado como asistente.
Lo primero que uno observa frente a este tipo de espectáculo, es que sus organizadores, tienen en un segundo y tercer lugar las previsiones de seguridad. Lo primero que está en la mente de ellos es el dinero a lograr por el evento, es desmedro de la seguridad de los asistentes, que muchas veces resuelven los problemas que se les presentan sin el apoyo de ninguno de los organizadores y sus equipos promotores.
En los mismos pude observar personas desmayadas por el agotamiento y ajetreo en las entradas al espectáculo que se colapsan, la perdida de prendas personales porque en ese tipo de evento van algunos aprovechadores a beneficiarse de tus descuidos personales. Si vas es carro, no se te brindan ningún tipo de garantías por su cuido y muchas veces te vienes a pie por que te lo han robado. Allí no existe ningún equipo paramédico que pueda auxiliarte en momento de crisis o accidente personal, frecuente por el volumen de personas que asiste y muchas veces la exagerada conducta del fanático.
Hemos leído, porque ya es frecuente como se han producido incendios, derrumbes, atropellos por manifestaciones incontrolables es discotecas, estados de beisbol, futbol, en conciertos gigantescos que se promueven por distintos medios, pero a pesar de esa realidad, no existe ningún anunció por parte de los organizadores a esos eventos, ni mucho menos de los organismos oficiales del estado, que por la magnitud de los mismos deberían estar presentes, donde se garantice la seguridad de los asistentes. Esto queda al voleo, y a la atención de cada quien, en particular, en la medida de lo posible.
Hablan las cifras:
La tragedia ocurrida en la discoteca de Bucarest eleva el número de víctimas mortales por incendios en discotecas.
"Durante los últimos 75 años hasta 3.779, fallecidos, el 50% de ellos en los últimos 15. Todos esas muertes eran evitables si se hubieran implementado las normas internacionales de seguridad".
Y así Ud. puede hacer una retrospectiva y se encontrará que en muchos otros países, tanto en clubes de baile, como en estadios así como también en conciertos masivos, y se encontrará con personas fallecidas, heridas, extraviadas, que han perdido su objetos personales y todo por algo que resalta la nota susodicha y que yo agrego en esta reflexión: LA FALTA ABSOLUTA DE SEGURIDAD.
De allí el título de mi reflexión: ¿Basta lamentarse o enviar un sentido pésame?
Yo creo, que NO. Me pronunció por determinar responsabilidades, porque no es posible, que Ud. convoque actos masivos, sólo con el propósito de obtener dinero a manos llenas y le importe poco la seguridad y la vida de las personas que acuden a su llamado y convocatoria.
En el caso, de República Dominicana, Ud. lo ve clarito: ni siquiera el dueño de la discoteca se encontraba en el lugar de los acontecimientos, desde el exterior envió a los familiares de las víctimas su condolencias y pésame, pero yo que he leído la mayoría de las notas que al respecto se han publicado, por mi simpatía al merenguero fallecido, no he leído en ningún momento, la palabra INDENNIZACION.
Por supuesto que indemnizar a los familiares de las víctimas no los resucitará, ni quitará el inmenso dolor de sus pérdidas, algo que solo el tiempo mitigará, pero, planteo, que alguna responsabilidad debe establecerse, para contribuir a evitar estos hechos tan trágicos.
Los propios organismos oficiales deben tomar las medidas sobre el caso y exigir a los organizadores de estas actividades medidas de seguridad, revisión a fondo de los locales donde se realizan, equipos de seguridad y paramédicos para atender las emergencias que eventualmente puedan generarse. No se puede jugar irresponsablemente con la vida de seres humanos, que acuden entusiastamente a divertirse y se encuentran, por la falta de seguridad con situaciones trágicas como la que hoy lamentamos en República Dominicana.