Las sanciones el robo de bienes y recursos, constituye, hoy, una forma directa, mediante la cual, los Estados Unidos y sus socios europeos tratan de recuperar sus menguadas economías, llegando al extremo de utilizar, también, sin ápice de moralidad, dinero proveniente del Tráfico de Drogas.
Se pretende hoy legalizar el robo como una manea de obtener recursos mal habidos, para fortalecer la endeble economía occidental que ya el dinero por venta de armas y el obtenido por la venta de drogas le es insuficiente para paliar la crisis.
Jesús Sotillo Bolívar. Profesor de la UCV
Los Estados Unidos y la Unión Europea han adoptado trece paquetes de sanciones contra Rusia, en coordinación con sus socios internacionales.
Hasta agosto del año 2024, Rusia ha sido víctima de 22.230 medidas coercitivas unilaterales, lo que representa el 70 % de las sanciones en el mundo.
Sólo un pueblo Unido alrededor de un liderazgo como el del presidente Putin, que cuenta con apoyo popular y consciente de una población, que ya ha sufrido las inclemencias de guerra, puede soportar una presión de esa magnitud.
Las sanciones que le han impuesto a Rusia los Estados Unidos y sus socios europeos, han tratado de quebrantar y aislar a Rusia y están desplegadas en todos los órdenes de la vía activa de una nación:
"El conjunto de estos paquetes de sanciones incluyen restricciones a la exportación de productos de doble uso, tecnologías avanzadas, vehículos, máquinas y bienes de construcción, a la importación de ciertos bienes que generan ingresos significativos para Rusia (en particular el caucho sintético), así como diversas prohibiciones destinadas a proteger las infraestructuras críticas europeas y el espacio informativo europeo".
Si hice ramos una sinopsis apretada de estas sanciones, veríamos la magnitud de las mismas y como van dirigidas a quebrar las ´pareas fundamentales de la economía de ese país:
Sanciones económicas masivas para mermar la capacidad de financiación de la economía rusa:
prohibición de las transacciones de activos y reservas del Banco Central de Rusia y del fondo soberano ruso;
restricción de la adquisición de deuda soberana rusa y los flujos financieros procedentes de Rusia;
exclusión de diferentes entidades bancarias rusas del sistema de mensajería segura SWIFT, entre ellas, Sberbank y VTB, los dos principales bancos del país.
Sanciones económicas dirigidas a sectores clave de la economía rusa, como la energía, el transporte, la aeronáutica, la industria de defensa, las materias primas y la prestación de servicios.
A ese cúmulo de sanciones se le puede agregar, los robos de bienes y congelamiento de de cuentas bancarias, cuyo dinero es expropiado por estas naciones y que forma parte de la piratería del Siglo XXI, que ejercen los Estados Unidos y sus socios europeos para amortiguar la crisis de sus menguadas economías, que llega al extremo y lo ampliaremos en artículo posterior, a utilizar el dinero proveniente del Tráfico de Drogas, para subsanar sus deficiencias, por la tenencia de un sistema caduco y deteriorado como lo es el Capitalismo.
Con la misma saña los Estados Unidos y sus socios europeos, han actuado contra Venezuela, más de 900 sanciones, robo de activos, robo de Oro, robo de aviones. Todo con el propósito de que nuestro país se doblegue y ellos impongan a Venezuela, los gobernantes que defiendan sus intereses y le entreguen nuestros recursos.
Todos los pueblos del mundo deben no sólo decirle (No) a estas sanciones criminales, sino, solidarizarse activamente, porque nadie está exento de que el poder imperial los amenace, le imponga sanciones y los intervenga.
Lamentablemente, hoy observamos cómo se han deteriorado las Organizaciones Internacionales, que otrora, podrían equilibrar las relaciones de poder en el mundo. Hoy esas organizaciones están controladas por los Estados Unidos y vemos que muy pocas cosas hacen por defender la Soberanía y la Independencia de los pueblos, mucho menos por su Autodeterminación.
El mundo está a la deriva. La Fuerza de las Armas se impone sobre la razón y esta debilidad la utilizan los países imperialistas para imponer sus designios y consolidar, sobre la base del robo y la piratería a sus países agresores. Así son las cosas.