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Nixon, durante su presidencia (1969) calificó a las drogas como "Enemigo Público Número Uno" y en consecuencia decretó "La Guerra contra las Drogas", y ahora en 2025, la ONU declara a Estados Unidos, el país mayor consumidor de drogas del mundo y la violencia y miseria que provocan, mantienen a esa sociedad en estado de caos y miseria.
Las drogas no se combaten con frases rimbombantes ni escandalosas, sino, con una estrategia global, en cuyos componentes debe incluirse necesariamente campañas de concientización y prevención.
Lo he venido afirmando a través de algunas reflexiones sobre el tópico que vengo publicando, para de alguna manera contribuir a desarrollar planes de contención, de un fenómeno como el de las drogas que ya está globalizado.
Las drogas no son un flagelo que tiene tentáculos, se mueve en forma autónoma y se va extendiendo hasta que llega al recipiendario que las utiliza.
No, son sustancias elaboradas por los propios seres humanos, que se extraen de elementos naturales o se elaboran sintéticamente para su uso o desuso.
Mientras haya quien las consuma en forma legal e ilegal, habrá también quien la produzca, las ofrezca y distribuya en el amplio mercado que es la sociedad misma.
Hay suficientes pruebas para apreciar que enfrentarlas con violencia, no han resuelto un fenómeno que cada día se extiende más.
Pero a veces el ser humano persiste en el error, a pesar de que la realidad le diga a gritos cambia el método, estudia el fenómeno integralmente y como es globalizado cuando entra formar parte del mercado, se convierte en mercancía y es ofrecida en cualquier esquina, escuela o lugar.
La llamada "Guerra contra las drogas", surgió en los años setenta en los Estados Unidos, movilizó millones de bolívares, desencadenó una violencia que copaba los titulares de la gran prensa, pero de la que hoy no hay resultados favorables y por el contrario, muchos más países resultan involucrados, el número de consumidores se ha triplicado y existen más variedad de drogas en los mercados.
Nixon, como el 37 presidente de EEUU, a la sazón, declaró a las Drogas "Enemigo Público Número Uno" y decretó "La Guerra contra las drogas", todo resultó un fiasco, porque no se atendió el fenómeno en todas sus aristas, en forma integral, como debe ser, en el maco de una política integral y concertada.
La llamada "Guerra", resultó un fracaso y ahora el fenómeno se ha extendido a tantos países que podemos considerarlo globalizado y el propio Estados Unidos es señalado por la ONU, como el mayor consumidor de drogas del mundo, a la par de la miseria y violencia que se ve en sus grandes ciudades.
Apreciamos, en la actualidad, más países del Orbe, con sus sociedades involucradas, en forma de ejes transversales que abarcan todos los estamentos del Estado; millones de personas adictos a diferentes drogas; corruptelas a todo nivel político, empresarial, militar; una banca permeable al dinero que se obtiene ilícitamente y millones de personas abandonadas a su suerte, porque no existen planes de atención al adicto, ni se canaliza esa lucha, a la formación de una conciencia de rechazo al uso de drogas.
Las drogas en general, y en caso del Fentanilo, pueden ser calificadas de demonios terroristas, armas de destrucción masiva, enemigo público, de invasoras extra terrestres o endilgarles cualquier otro calificativo, pero continuaran existiendo porque hay un público que las exige, las demanda y hay bandas, ahora, más organizadas, para producirlas, transportarlas y ofrecerlas hasta en las Escuelas, Iglesias y cualquier centro de recreación (Las redes hoy, son vehículo de transmisión imparable).
Mientras las drogas tengan una clientela cautiva y muchos más ciudadanos las reclamen, siempre habrá alguien dispuesto a ofrecérselas, cruda realidad, pero es la pura verdad.
Es una gran encrucijada en la que se encuentra las sociedades en pleno Siglo XXl, que no dan con una estrategia común para enfrentar un fenómeno como las drogas, multifactorial, como se nos presenta y que amenaza con continuar extendiendose, arrastrándonos con un pesado fardo de violencia, miseria y victimas ya muy difícil de calcular.