Los intelectuales son individuos que se dedican al pensamiento, la reflexión y la producción de conocimiento en diversas áreas del saber. Su labor puede abarcar diferentes campos, como la filosofía, la ciencia, las artes, la política, la literatura, la historia, entre otros. Los intelectuales suelen estar comprometidos con la búsqueda de la verdad, la defensa de los valores éticos y la promoción del debate público en torno a cuestiones relevantes para la sociedad, si estás del lado de la defensa de los intereses populares, sino, negaras todo y dirás que todo tiempo pasado fue mejor.
El análisis intelectual y el papel de los intelectuales en la política son de suma importancia en el desarrollo de las sociedades y en la toma de decisiones políticas realistas, científicas, fundamentadas. Los intelectuales, con su capacidad crítica, conocimientos especializados y perspectivas multidisciplinarias, pueden aportar ideas innovadoras, análisis y visiones a largo plazo que son fundamentales para abordar los desafíos complejos que enfrenta una sociedad, pues ese es su trabajo intelectual, a diferencia de otros grupos sociales cuyos fundamentos son el trabajo manual o más práctico.
Los intelectuales pueden desempeñar diversos roles en la política, como asesores de líderes políticos, activistas por causas sociales, defensores de los derechos humanos, críticos del sistema establecido y promotores del debate público. Su participación puede contribuir a enriquecer el debate político, profundizar la comprensión de los problemas sociales y buscar soluciones más equitativas y sostenibles. Sin embargo muchas veces los políticos carecen de la suficiente formación para evitar celos del intelectual, ya que temen que puedan ser desplazados.
El análisis intelectual, por su parte, consiste en el estudio riguroso y reflexivo de los fenómenos políticos, sociales, económicos y culturales. A través del análisis intelectual, se pueden identificar las estructuras subyacentes, evaluar las diferentes opciones de políticas públicas y generar propuestas fundamentadas en evidencia y razonamiento sólido. En el caso de la fundación del socialismo las causas subyacentes que el revolucionario estudia son entre otras la permanencia de las estructuras de clase y dominación, la permanencia de la mentalidad colonialista y sus formas de explotación, su encubrimiento por el discurso de libertad y democracia.
Y por supuesto en la ciencia del socialismo como en otras ciencias ocurre el fenómeno de la especialización, por lo que se requiere contar con grandes cantidades de trabajadores revolucionarios del intelecto. Lo mismo ocurre con las grandes especializaciones, si usted es un politico revolucionario dedicado a la Alcaldía su especialidad política sería el gobierno regional y municipal distinto a si usted participa en organismo internacionales que tienen otras leyes y normas de funcionamiento.
A través del análisis teórico, abstracto, el intelectual, pueden rearmar la historia, la evolución de las ideas en cada espacio, identificar causas de clase, escondidas en las crisis enfrentadas, evaluar las diferentes opciones de políticas públicas y generar propuestas fundamentadas en evidencia y razonamiento sólido, basado ya desde lo intelectual, distinto al trabajo practico que adelantan los políticos. La Profesora Belkys Hernandez siempre dice, "si el diagnostico está malo, todo está malo" y hacer diagnósticos es un trabajo netamente intelectual.
Siendo básicamente un trabajo práctico el politico no está separado de lo intelectual, no puede, pero lo realiza en menor proporción mientras el intelectual también haría un trabajo práctico pero mucho menor. Un caso excepcional de gran trabajo teórico y práctico fue nuestro Hugo Chávez, que tuvo dos planos intelectual y practico que hoy siguen orientando y guiando el quehacer político socialista del país. Se hace entonces necesario el debate revolucionario y socialista, del teórico con el práctico, el politico con el intelectual, del cual ambos saldrán fortalecidos. Aporrea, sin que nadie se lo reconozca, contribuye a este debate actual en Venezuela.
¿Qué une entonces al politico revolucionario y a los intelectuales? Los une la propuesta socialista, revolucionaria, nacionalista, el amor por su país, su pueblo, su historia. También los une los pensadores nacionales y extranjeros que han acarreado teoría y práctica en ese quehacer partiendo de las determinaciones históricas propuestas por Karl Marx. ¿Qué los une? La idea que los políticos, los intelectuales, la clase obrera y los sectores populares deben llegar a los mayores niveles de fusión, de unión, que al final es la base para la unidad nacional completa venezolana con las otras clases, para la construcción del socialismo venezolano.