El tema del cual vamos a hablar en breve trata de los criollos, uno de los componentes fundamentales del estamento sobre el que se montaba la realidad del mundo post feudal europeo; éste se trasvasa a las Indias Occidentales, América, en el ámbito témporo espacial durante siglos, donde se desarrollará una historia en varios procesos paralelos y en diferentes capas ideológicas y culturales. Una política de implantación sobre otras, a la que se consideró interesadamente menos avanzada tecnológica y civilizatoria, según la tradición clásica y escolástica. Mucho se ha escrito sobre los criollos, y mucho es lo que queda por decir en el tintero historiográfico, entre lo oficial académico y lo histórico crítico de la nueva historia. Lo primero que hay que decir de los criollos es que fueron los hijosdalgo de los españoles que, llegados a estos territorios con presencia de otras naciones, las aborígenes, que sistemáticamente se desconocieron invisibilizándolas, para poder llevar a cabo lo que la corona española supuso era su deber según el pensamiento de la época del Renacimiento y la Modernidad de lo que el imperio de entonces impuso en nombre del Dios judeocristiano, es decir de la cristiandad.
Para conceptualizar y caracterizar a los criollos, para darle una entidad propia, lo haremos desde el clásico enfoque del materialismo histórico, para ubicarlos en contexto y otorgarles el papel que les correspondió y los roles que cumplieron. Y quiénes eran tales criollos, en síntesis, diremos que se trata de quienes diferenciados de los diferentes grupos influyentes en el proceso de gestación hasta concretarse el fin último; la emancipación y la independencia de España. Siendo los descendientes directos de españoles, igual lo serán de los que lleguen de otras latitudes del este, que se asentarán y formarán junto a las demás razas las variopintas integraciones que hoy conocemos como países latinoamericanos. Recordemos que obstante, los criollos no eran aborígenes, tampoco africanos, aquellos llevan más de mil años aquí y los negros, traídos primero de las Antillas, luego también desde África tras largas peripecias hasta tocar las costas para ser distribuidos entre los peninsulares y los criollos.
A los criollos, en estricto sentido, se les ha considerado una subcategoría dentro de la raza blanca, ésta representaba ¼ o menos de la población, aunque tuvieron mayor conexión con la tierra y la cultura local. Como parte de una élite ubicadas en el segundo peldaño de la estratificación social, en otras palabras, considerados como europeos de segunda, a pesar de tal prejuicio que de alguna manera los segregaban, tanto así que no podían ocupar cargos de relevancia en América durante los primeros siglos de la colonia. Eran agricultores, comerciantes, oficiales medios de los ejércitos del rey, o bajo el mando del Capitán General en el caso de las once fundaciones en las América, a diferencia de los virreinatos. En las primeras de cambio, los colonos vecinos principales que solicitaban viajar a las Indias debían estar munidos del "Honor", requisito indispensable que se debía poseer por los súbditos de sus majestades, con derecho a constituirse en asentamientos y fundar las nuevas ciudades y sus poblaciones. Por lo que debían ser puros de sangre española, sólo cristianos, fidelidad absoluta a la corona, y ser arrojados frente al enemigo y no temerle al combate por su rey y reina de España.
Luego de siglos bajo tales imposiciones desde la metrópoli, que los criollos tenían que pagar mayores imposiciones que los peninsulares; y siendo testigos de los cambios y procesos acaecidos en Europa y el resto del mundo; Ilustración, Revolución Francesa, Independencia de Estados Unidos, invasiones napoleónicas, entre otros acontecimientos regionales y a lo interno de la propia sociedad y pensamiento entre los criollos. Tales cambios dieron lugar a amplios cuestionamientos sobre el sistema colonial y los reclamos por los derechos y mayor autonomía; ideas que esparcían los liberales y republicanos como estadio en boga, sirviendo de tentación y guía para transformar a la sociedad de imposiciones a siete mil kilómetros de América. Es así que surgen ideas de independencia que librarán los criollos en América del Sur entre 1810 y 1828. Cuando se librarán del yugo español, y seguir enfrentando nuevos desafíos en la construcción de repúblicas soberanas y democráticas como forma de integrar a las diversas etnias y clases sociales, y de establecer las relacionarse de amistad y respeto con las demás naciones en el concierto internacional.
Pero cómo llegaron los criollos, de dónde venían, en otro apartado, SABER ES PODER, he relatado parte de que, siendo todos indígenas en el mundo, para diferenciarnos de los alienígenas y extraterrestres. Así como blancos y criollos llegaron de lejos como extranjeros, extraños a los habitantes de estos continentes, enviados por la corona para hacerse con todo, para que lo gobernaran y administraran los inmensos recursos y la producción por explotación de aborígenes y esclavos negros. Recordemos que en primer lugar estaban los blancos peninsulares, luego los blancos criollos, después los blancos de orilla o al margen, y así hasta completar los tipos diferenciados y de mezclas raciales, de las cuales surgirán las principales, mestiza, mulata y zambos; es decir el cruce de sangre blanca con aborigen (india), blanca con negra, y negra con india respectivamente. Un censo en el siglo XVIII arrojó una distribución estimada y conservadora, esquemáticamente se aprecian las cifras: blancos unos 25,60%; zambos un 29,74% el resto un 46,45%; y esclavos contabilizaban un 8,19%. Queda para otra posible entrega el asunto que tiene que ver con otra independencia que ha quedado suspendida en el espacio y el tiempo transcurrido desde cuando comenzó todo esto. Nos referimos a la independencia de los aborígenes de los criollos blancos que son el poder detrás del poder, que ponen y quitan presidentes mestizos, nunca indios ni negros. Nunca mejor dicho por un blanco criollo. Qué tal.
