Las tristes navidades en Venezuela

Para no desentonar con el cinismo, la perversidad y la burla que caracteriza a los rojos rojitos en el mes de octubre el régimen decreto la llegada de la Navidad, además el presidente Maduro dijo que "En Venezuela vamos a tener una Navidades felices, brillantes, llena de luces y coloridos". Seguro se refería a su entorno y enchufados, los cuales tendrán una Navidades pletoricas de lujos y abundantes comidas navideñas; así serán sus Navidades con luces multicolores con árboles y adornos navideños, pero más del 86% de venezolanos que vivimos en la miseria serán las navidades más tristes de la historia.

Es nuestra realidad. En el país tenemos miseria, hambre, desesperanza y tristeza, nos preparamos para celebrar las navidades. Vivimos una oscura pesadilla empeñada en no dejarnos despertar. Tenemos millones de desempleados, con familiares ausentes que han migrado a otros países en búsqueda de un mejor futuro para sus familiares. Igualmente tenemos una pobreza extrema de 85%, con bajos salarios, inflación y devaluación del bolívar constante que nos limita la vida.

La Navidad no se parece en nada a las del siglo pasado. Las navidades que conocimos eran alegres, felices y había cenas navideñas, bebidas y regalos. Reinaba la unión familiar. Este año no habrá fuegos artificiales, ni hallacas ni villancicos y el tradicional ponche crema. El Niño Jesús ausente, no hay pesebres ni árboles de Navidad en los hogares de nuestro país. Los Reyes Magos no visitarán a nuestros niños cargados de regalos.

Los agujeros rojos se han tragado la felicidad, los únicos felices son un 5% que viven en la burbuja de Miraflores y conforman su entorno, viven entre Superhéroes. Son bolichicos, enchufados, militares y sus socios, los amos del valle que continuamente inauguran grandes centros comerciales, tiendas, casinos y hoteles cinco estrellas, que pueden comprar sus exquisiteces en los bodegones en dólares. Para el resto de venezolanos no hay futuro. Porque los rojos rojitos no piensan en los pobres, para ellos un pobre es un número o un voto.

Menos van a pensar en la tristeza de los niños pobres y sus padres cuando pasan al frente de las vitrinas en un centro comercial y las ven llena de productos navideños y cuando transitan al frente de un lujoso restaurante, menos van a pensar en más de 7 millones de venezolanos desterrados, en los migrantes que se marcharon del país ante la miseria, el hambre, el desempleo, los bajos salarios y la represión. Estos compatriotas huyeron del país en búsqueda de un mejor futuro para sus hijos, atrás dejaron los seres queridos, su cultura, las costumbres, su patria y familia.

En el año próximo 2023 se nos vienen más calamidades, los días más oscuros y sombríos de la historia de Venezuela. Si actualmente vivimos sumidos en la miseria, la pobreza y el hambre, este próximo año estaremos padeciendo de hambruna con un salario por debajo de 5 USD, salario que no alcanzara para comprar alimentos ni medicinas a nuestros familias. Continuará el éxodo de venezolanos en búsqueda de un mejor destino y futuro para sus familiares. En nuestro país se profundizará la crisis económica, social y política y el sector más castigados y vunrables son los niños y los ancianos.

Para finalizar voy usar una frase prestada al escritor más importante de la lengua inglesa, el célebre William Shakespeare: "Podéis hacerme abdicar de mis glorias y de mi estado de ánimo, pero no de mis tristezas. !Todavía soy rey de mis amarguras!". A pesar de los pesares, Feliz Navidad.



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Juan Linares Ruiz

Ex-parlamentario regional. Especialista en Crisis. Temas Preferido: Ecología, Política Internacional y Laboral. Militante de Marea Socialista en el estado Bolívar.

 jlrlinares@gmail.com      @JuanLinaresRuiz

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