Este próximo 8 de diciembre se van a cumplir 20 años de una de las batallas más importante que ha librado la Revolución Bolivariana, El rescate de la Industria Petrolera, gesta que no debemos olvidar, porque ello implicaría que volvieran a ocurrir lamentables y vergonzosos hechos, únicos en la historia mundial, con diferentes actores, además de no valorizar la entrega y el sacrificio de los que allí, a nombre de la patria y la revolución pusieron su granito de arena para la recuperación de la empresa petrolera.
Ya son 20 años en que un grupo de malos y desagradecidos hijos de la patria enceguecidos por sus "privilegios pequeños burgueses", y enloquecidos de odio en contra de su propio país abandonaron sus puestos de trabajo orquestando contra la industria petrolera uno de los saboteo más viles y de mayor magnitud contra la infraestructura tecnológica de PDVSA y la economía de todo un pueblo.
Saboteo que se había planificado en tres escenarios: Paralización de los buques petroleros insignias (Mercado Internacional), Saboteo y abandono de las Plantas de Distribución de llenado de combustible (Mercado Nacional) y Refinerías (Exploración y producción), con esto se garantizaban la paralización total de la industria.
En la Planta de Distribución Yagua, donde tuvimos la honrosa oportunidad histórica de estar en la primera línea de batalla, solo se mantuvo en su puesto un trabajador de los noventa trabajadores aproximadamente que hacían vida en esta instalación, y allí pudimos evidenciar cómo los trabajadores que se habían sumado al saboteo de la industria de manera remota ingresaban al sistema de 7X24 para paralizar y sabotear el llenado de las Cisternas, igualmente picaron los cables de red, manipularon los "accuload" del llenadero, los tanque de combustibles los vaciaron dejándolos en el inbombeable, desaparecieron los manuales de procedimiento, en fin, hicieron de todo para que los procesos operacionales de la industria no arrancaran.
Fueron días de mucha presión y tensión, tratando de levantar los sistemas y volver a la normalidad las operaciones, entender los procesos, mucho de ellos protegidos por claves de seguridad manejados por INTESA, fue una ardua tarea donde cada uno de los que allí estábamos colocábamos nuestros conocimientos y capacidades para retornar a sus operaciones normales la industria. Sin embargo, en estos días de angustia, nunca nos faltó el acompañamiento moral y amoroso del pueblo llano que siempre estuvo con nosotros, cada vez que salía una cisterna, en mis recuerdo todavía puedo escuchar al pueblo que custodiaba la entrada de la Planta coreando el nombre del Comandante Chávez y el de PDVSA o cantando el himno Nacional, y claro como olvidar la voz del Comandante Chávez cuando decia "otra Gandola más", ahora PDVSA era verdaderamente del pueblo.
Es importante recordar a compañeros que hicieron posible esta proeza histórica: Hugo Anzola junto con quien programamos un sistema para facturar las cisternas que se despachaban, Guyen Soto, Domingo Franco, William Montoya, Aura Vielma, José Márquez "El Portu", Braulio Boada, el componente militar de la Aviación Bolivariana quien estuvo siempre con nosotros y muchos otros compañeros que contribuyeron a la recuperación y el arranque de Planta Yagua.
El 8 de diciembre día del rescate de la industria petrolera por el pueblo venezolano de la mano de la revolución Bolivariana marca un antes y un después que no debemos olvidar. Honor y gloria a los hombres y mujeres que hace 20 años hicieron y siguen haciendo patria dentro de la Industria Petrolera.
Chávez vive en el pueblo organizado.
