No se le puede pedir peras a una mata de mamón. Este dicho popular lo utilizan las personas para comparar a las personas capaces a las que no son capaces.
Por lo general, en la retórica política, el político sabio sabe en que momento preciso debe dar una declaración. Es más debe utilizar su sabiduría con mucho aplomo, porque es la causa de que sus seguidores crean en él.
Cuando se tiene una personalidad firme el político sabio no cae en contradicciones y sabe decir las cosas con poder de convencimiento y de convocatoria para que sus seguidores hagan lo encomendado.
Esto lo digo y lo he dicho, hasta me he referido en mis escritos con un personaje altamente tóxico, no solo para la oposición sino para todo un pueblo que sabe escuchar y entender en su análisis el porqué se insiste en tan defenestrado individuo. Es que todavía siguen insistiendo en darle cabida mediática a este oscuro personaje y cada día la oposición se pone más la soga al cuello, allá ellos.
Cualquier declaración que hace este "líder" pone en duda su propia creencia si la tiene. Porque arriesga la salud política de la misma oposición, por eso son menos, porque ese personaje no suma ni multiplica, sino más bien resta y divide a los pocos seres que ciegamente lo acompañan, porque de verdad si son ciegos.
En estos días atrás el presidente de Argentina dio unas declaraciones con respecto a las medidas inhumanas que la administración Gringa pesa sobre nuestra nación y dijo el presidente argentino que deberían ayudar al pueblo venezolano y no tardó la jauría de lacayos en decir que como era posible ayudar a nuestro país y uno de ellos fue el insípido Guaido.
De verdad a veces uno mira con asombro lo genuflexa personalidad de muchos mandatarios regionales. Serviles, bufones del imperio, pena ajena de los pueblos libertarios de sus próceres, cómo decía un historiador, que cada vez que estos serviles se les arrodilla al imperio más me revuelco en mi tumba.
