Cáscara Amarga 540

Inventamos y erramos

Inventamos y herramos es uno de los mas y más de los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de Maleo 2001 de la forma figurativa geométrica algebraica de la representación del ser y no ser de las plurales palabras pareadas paradójicas de la catedral catacresis y el templo cleuasmo quiasmo río heraclitoiano en que un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces, a lo igual es el ser y el no ser. Heráclito decía como lo decía ¡Y cómo lo decía! Que la naturaleza se entiende con los contrarios y no con los semejantes. Heráclito dejaba entrever y dejaba caer, el medio maleoiano profundo de Maleo 2001, y, la perogrullada primera vez de Perogrullo ante y entre todos los contrarios, de las formas figurativas geométricas algebraicas del ser y noser, y, entre ellos, el cadente rítmico y caliente armónico, el entendimiento, la armonía, el acorde, el acuerdo, el consentimiento, el compromiso, lo consuetudinario, la cadencia, el equilibrio, la correlativa, la unidad, la concordancia, la conjunción, la inclusión, la unión, todos estos decires y todas estas expresiones, han de ser límite límbico contornado entre y en armónica simultaneidad antagónica con los contrarios, a saber el padre y abanderado de las contradicciones la razón y la sinrazón el inventamos y el erramos. Y, es el inventamos y erramos tanto como la razón y la sinrazón quijotesca cervantina, que son en mi razón maleoiana profunda en que hácense armónicos correlativos equilibrados, y, asina asín ansí así, el inventamos hácese igual al erramos, y, que no de otra suerte que como cuando ha de correr el modo adverbial tanto es la razón como la sinrazón, la razón hácese igual a la sinrazón y la correlativa viceversa complementaria. Inventamos y erramos, que es uno de los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de Maleo 2001, que devienen de Heráclito, de las armónicas simultaneidades contradictorias, de la unidad de los contrarios, pues, la naturaleza entiéndese con los contrarios, y, así el inventamos y erramos.

Con digresión y sin digresión, inventamos y herramos es uno de los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de equilibrio dinámico dialéctico difuso en el límbico limite contornado en el medio maleoiano profundo en la perogrullada primera vez de Perogrullo, que margullen en la catedral catacresis y el templo cleuasmo quiasmo río heraclitoiano en que un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces. En ningún momento hemos señalado el inventamos o el erramos del Sócrates de Caracas, Simón Rodríguez. El inventamos o el erramos frase significativa del legado de Simón Rodríguez, y, referencia a la urgencia que existía de una ruptura con el pasado colonial y el proceso de independencia. El Libertador Simón Bolívar hablaba de la libertad, la justicia, lo grande, lo hermoso como legados de su Maestro Simón Rodríguez, el Sócrates de Caracas. A mas y a más, Simón Rodríguez, detestaba la revolución, y, prefirió seguir el sendero de Robinson Crusoe, quien nunca se planteó ideales revolucionarios. Como tiénese dicho que inventamos y herramos es muy distinto de inventamos o erramos. El inventamos y erramos es inclusivo socrático conjuntivo y el inventamos o erramos es exclusivo aristotélico disyuntivo. Y, como decía Rosa María, ¡Dios me perdone!, y se persignaba la vieja con múltiples cruces sobre su cara de vieja cariñosa querendona, y, decíame que el inventamos o erramos, no es socrático, el inventamos o erramos es aristotélico. Y, que ha de verse la diferencia, con el parlamentario nefando nefasto discurso de George W Bush, del, de él, o estás conmigo o estás con mi enemigo, de corte textura confesionaria exclusiva aristotélica de su principio lógico escolástico del tercio excluso. Y, como tiénese dicho, hemos de tener presente a Heráclito siempre y sus legados, que siguió al pie de la letra Sócrates y Platón, que no Aristóteles, quien fuera exclusivista extremista disjunto. Ahora agora hogaño, en inventamos y erramos, Heráclito, dejaba entrever y caer, ante los contrarios, y, entre ellos antagónicos como si fuera entre el dicho y el hecho, en el trecho estrecho arrecho, a lo que Sócrates llamara la contrarrecíproca ad absurdum mayéutica, o sea y es decir, el entendimiento, el consentimiento, el compromiso, lo consuetudinario, la armonía, el acorde, el acuerdo, la cadencia, el equilibrio, la correlativa, la unidad, la concordancia, la conjunción, la inclusión, la unión, la verdad socrática profunda, la mejor resultante deseada, el mejor resultado esperado, la optimalidad ortogonal pitagórica. Y, a todas estas, del inventamos y el erramos, el Libertador Simón Bolívar superara en mucho a su maestro, a Simón rodríguez, el Sócrates de Caracas, cuando le hablara al mariscal José Antonio de Sucre, asina: Tome usted como base de sus operaciones la naturaleza de las cosas y el interés instantáneo, que sean de su ingenio intuitivo inspirativo. El Libertador Simón Bolívar, estaba reduciendo el hexámetro de Quintiliano al díptico de natura y persona, tanto como el díptico inventamos y erramos.

Con divagancia y sin divagancia, inventamos y herramos es uno de los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de equilibrio dinámico dialéctico difuso en el límbico limite contornado en el medio maleoiano profundo, que margullen en la catedral catacresis y el templo cleuasmo quiasmo río heraclitoiano en que un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces. Hemos de pasar los venezolanos del o inventamos o erramos del venezolano Simón Rodríguez al inventamos y erramos de la venezolana Maleo 2001, y, entre venezolanos y venezolanas te vea. Esto ya lo marcara claramente Luis Alberto Machado en 1975, con su díptico, lo concreto y lo abstracto, en que transformara la duda hamletiana del ser o no ser, en la evidencia luisalbertomachadoiana del ser y no ser, tanto como el díptico del Libertador Simón bolívar, natura y persona, tanto como el díptico de Maleo 2001, inventamos y erramos.

Con concordancia y sin concordancia inventamos y herramos es uno de los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de equilibrio dinámico dialéctico difuso en el límbico limite contornado en el medio maleoiano profundo, que margullen en la catedral catacresis y el templo cleuasmo quiasmo río heraclitoiano en que un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces. Y, entre el inventamos y el erramos, ha de haber siempre el equilibrio dinámico dialéctico difuso, cosa que no ha de existir en inventamos o erramos. Y, en ninguna expresión exclusiva aristotélica, o sea y es decir, como la pronunciara George W Bush, el 11/09/2001, sobre las ruinas de las Torres Gemelas Neoyorquinas, del, de él, o estás conmigo o estás con mi enemigo. En que devino, endespués, lo que todos sabemos lo que pasó, y, sobrevinieron las invasiones, golpes de Estados, el surgimiento del Derecho Inusual Extraordinario Norteamericano contra el Derecho Usual Ordinario Romano, los asedios, bloqueos, cercos, coerciones, persecuciones, sanciones, magnicidios, guerras del imperio capitalista neoliberal decadente contra los países no subordinados a los dictados imperialistas decrecientes, y, que Venezuela no es una excepción de lo rancio imperial. Y como tiénese dicho que, el díptico de Luis Alberto Machado de lo concreto y abstracto, del ser y no ser, es tanto como el díptico ser y no ser de la literatura védica upanishad sánscrita, el díptico del yin y yang de la enciclopedia tao de Laozi, de los dípticos plurales de las palabras pareadas paradójicas de Heráclito en la catedral catacresis y en el templo cleuasmo quiasmo río heraclitoiano en que un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces, es tanto como el díptico el somos y el no somos, el descendemos y el no descendemos, el realismo ingenuo einsteiniano y el realismo mágico cervantino, es tanto como semejanza y antípodo, es tanto como cobardía y temeridad, imprudencia y prudencia, ciencia y experiencia, ciencia y prudencia, diligencia y ventura, armas y letras, guerra y paz, amor y odio, parecer y no parecer, locura y cordura, vencer y no vencer, convencer y no convencer, consciencia e inconsciencia, tesis y antítesis, exceso y defecto, tercio excluso y tercio incluso, ironía y templanza, matemática e intuición, verdadero y falso, visible e invisible, onda y partícula, campo electromagnético y campo gravitacional, materia y energía, universo expansivo einsteiniano y universo contractivo maleoiano, certidumbre e incertidumbre, convicción y no convicción, posición y velocidad, dicho y hecho es tanto el díptico de Luis Alberto Machado de lo concreto y lo abstracto, del ser y no ser como el díptico del Libertador Simón Bolívar, natura y persona, asina asín ansí así el díptico inventamos y erramos.

Si inventamos y herramos es uno de los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de equilibrio dinámico dialéctico difuso en el límbico limite contornado en el medio maleoiano profundo en la perogrullada primera vez de Perogrullo, que margullen en la catedral catacresis y el templo cleuasmo quiasmo río heraclitoiano en que un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces. Entonces sea dicho que en el inventamos y el erramos, ha de haber siempre el equilibrio dinámico dialéctico difuso. Ergo vergo sea dicho que el entendimiento, la armonía, el acorde, el acuerdo, la cadencia, el equilibrio, la correlativa, la unidad, la concordancia, el consentimiento, el compromiso, lo consuetudinario, la conjunción, la inclusión, la unión, todos estos decires y todas estas expresiones, han de ser límite límbico contornado entre y en armónica simultaneidad con los contrarios y dípticos, a saber, la razón y la sinrazón, natura y persona, lo concreto y lo abstracto, el ser y no ser, la duda y la evidencia, el yin y yang, asina asín ansí así el inventamos y el erramos.



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Miguel Homero Balza Lima


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