Cáscara Amarga 530

La lengua que castiga y la lengua que premia

La lengua que castiga y la lengua que premia, la lengua que preña y la lengua que no preña, los deseos que preñan y los deseos que no preñan, devienen de la lengua popular saussureiana. La lengua es castigo del cuerpo, por la boca muere el pez, en boca cerrada no entran moscas, más moscas se cazan con miel que con vinagre, hablar por la boca de ganso, los extremos se tocan, y tantos otros dichos, que pertenecen a la lengua popular saussureiana. A mas y a más, y, jamás de los jamases, la lengua popular saussureiana ha dicho que, o la lengua te premia o la lengua te preña, y, lo otro aristotélico gringo imperial, o estás con mi boca o estás con la boca de mi enemigo, que son expresivas manifiestas notorias comunicacionales del habla exclusiva del filósofo de Estagira. La lengua castiga y la lengua premia, pero y empero, a mas y a más, y, más bien, la lengua incrustada en la boca, y, en continente hueco cilíndrico flexible, colindando con cielo del paladar y la úvula campanilla similaricadente clítoris, que guinda en el fondo de la garganta, como si fuera, la forma figurada geométrica algebraica de la úvula campanilla similaricadente clítoris, asina asín ansí así la puntica putica punta hoja fractal de helecho y la gotica de agua guindando de ella en el límite límbico contornado. Y, en nuestro cuerpo, la lengua. La lengua, órgano y uno de los cinco sentidos corporales. La lengua, en nuestro cuerpo, situada por debajo del punto de inflexión topológico borroso detrás de la nariz, de la línea de conexión de los demás órganos sensorios corporales. El punto de inflexión topológico borroso caliginoso difuso, situado detrás de la nariz. El punto inflexivo topológico borroso caliginoso difuso detrás de la nariz, en el medio de la proyección ortogonal de los ojos, en la línea de los oídos y del tacto el más extenso y el más comunicativo de los sentidos. La lengua castiga y premia, en el punto de inflexión topológico borroso caliginoso difuso de Maleo detrás de la nariz, en el medio de la proyección ortogonal de los ojos, en el medio maleoiano profundo de Maleo, entre el castigo y el premio, como si fuera entre el exceso y el defecto de Aristóteles. El medio maleoiano profundo, detrás de la nariz, entre el castigo y el premio. Y quien, mas y más, cástigate es el órgano del tacto, el sentido extenso corpóreo más largo y comunicacional de lo que le ocurra al cuerpo. El sentido del tacto, está en todo tu cuerpo, y, cuando a las dendritas fáltale la serotonina, el sentido del tacto lo comunica, y, el medio maleoiano profundo lo notifica. El tacto ha de estar por encima de las pestañas y más allá del ojo del culo de Don Francisco de Quevedo. Y, ¿Qué tiene que ver el culo de Don Francisco con las pestañas? ¡Que el culo y las pestañas, tienen que ver mucho! como solía decir, diciéndolo, a voz encuello, don Cele Ávila en San Carlos de Cojedes, amigo de los chamos de dentro de la Plaza Bolívar, de mi San Carlos de ayer del tenor Calito García, que este cambiara de panorámica y paisaje, y, se nos fuera el día de San José, el 19 de marzo de 2021, a las cinco en punto de la tarde, y, la Plaza Bolívar, era el centro ancestro de encuentro. Y, en mis entrañas la calle Alegría de mi párvula infancia y del hoy es siempre todavía, Rosa María, que decía, que la correlación del culo de Don Francisco y las pestañas ¡Es jarto que bastante! ¡Es mucha la correlativa! Y, entre, el corredor dinámico dialéctico difuso nariz próstata paredes vaginales y el ojo del culo, existen contracciones y expansiones antinflamatorias. Y, ojo del culo, al que Don Francisco de Quevedo, le cantara con tanta grisura borrosa caliginosa, tantas veces, en las gracias y las desgracias del ojo del culo. Y, como tiénese dicho que, a mas y a más, cuando pistonea la hormona morfeoiana dormitoria, el pistoneo, es comunicado por el sentido del tacto, y, el punto maleoiano profundo lo siente y lo notifica. El sentido táctil corpóreo está entre los valores jerarquizados y los valores polarizados de nuestro cuerpo. Y, el sentido táctil corpóreo comunica al medio maleoiano profundo notificado, entre la lengua que castiga y la lengua premia, entre la tormenta de las ideas y la calma de las ideas, entre lo consciente y lo inconsciente, entre la tesis y la antítesis, entre el exceso y el defecto, es decir esto es, como tiénese dicho, entre el castigo y el premio, entre la tendencia y la trascendencia, en el punto detrás de la nariz, de la sustitución de los entes definidos por sus definiciones, ha de surgir la síntesis maleoiana profunda, y, en que ha de desaparecer el dolor. Del dolor y del bienestar, ha de insurgir la gloria maleoiana abismal, ha de surgir el medio maleoiano profundo, entre los extremos el dolor y la alegría, entre los extremos de la guerra y la paz, entre los extremos del amor y el odio, entre los extremos de la ternura y la rabia que llevamos en nuestro sorprendente esplendoroso cuerpo espectacular, ya seas hermosa y horrible, ya seas hermoso y horripilante. Y, como tiénese dicho, en el Dios maleoiano abismal, entre lo comprensible y lo incomprensible de Job, el medio maleoiano profundo, entre la lengua que castiga y la lengua que premia.

Con digresión y sin digresión, la lengua que castiga y la lengua que premia, y al través y en de por medio por la calle de en medio, el medio maleoiano profundo, como si fuera entre el exceso y el defecto, el tercio excluso aristotélico y el tercio incluso maleoiano de Aristóteles en lo ético moral justificable del tercio incluso de Maleo. La lengua que castiga y la lengua que premia, al través y en de por medio por la calle de en medio, el medio maleoiano profundo, como si fuera entre lo comprensible y lo incomprensible de Job en lo estético poético dramático bíblico injustificable de Dios. La lengua que castiga y la lengua que premia, al través y en de por medio por la calle de en medio, el medio maleoiano profundo, la síntesis, el Dios maleoiano abismal como si fuera entre la tesis y la antítesis de Hegel y Marx. La lengua que castiga y la lengua que premia, al través y en de por medio por la calle de en medio, el medio maleoiano profundo como si fuera lo consciente y lo inconsciente de Cirigliano y Villaverde. La lengua que castiga y la lengua que premia, al través y en de por medio por la calle de en medio, el medio maleoiano profundo, de todas las plurales palabras pareadas paradójicas de la catacresis y del oxímoron cleuasmo quiasmo río de Heráclito. La lengua que castiga y la lengua que premia, al través y en de por medio por la calle de en medio, el medio maleoiano profundo, de todos los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de Maleo. Al través y en de por medio por la calle de en medio, el medio maleoiano profundo, entre la lengua que castiga y la lengua que premia.

Si la lengua que castiga y la lengua que premia, es la lengua que preña y la lengua que no preña, es la lengua de los deseos que preñan y los deseos que no preñan. Entonces sea dicho que entre lengua que castiga y la lengua que premia, ha de estar, la sin hueso, en armónicos simultáneos contradictorios movimientos pendulares de cachete a cachete. Ergo vergo sea dicho que la lengua que castiga y la lengua que premia, es la lengua incrustada en la boca que colinda con cielo del paladar y la úvula campanilla similaricadente clítoris. Ergo vergo sea dicho que la lengua que castiga y la lengua que premia, la sin hueso, la lengua incrustada en la boca, que colinda en el fondo de la garganta con la forma figurada úvula campanilla similaricadente clítoris, tanto como los casos correlativos límite contradictorios caliginosos similaricadente a la hoja fractal de helecho y en su puntica putica punta la gotica cristalina de agua de invierno. Ergo vergo sea dicho que la lengua que castiga y la lengua que premia en nuestro cuerpo es órgano y uno de los cinco sentidos en correspondencia comunicacional biunívoca con los demás sentidos corporales. Ergo vergo sea dicho que la lengua que castiga y la lengua que premia al través y en de por medio el medio maleoiano profundo, como si fuera la úvula campanilla similaricadente clítoris, ha de ser el punto inflexivo topológico borroso detrás de la nariz. Ergo vergo sea dicho que la lengua que castiga y la lengua que premia en nuestro cuerpo al través y en de por medio el medio maleoiano profundo, este es el punto inflexivo topológico borroso detrás de la nariz, este, ha de ser el notificado por lo táctil comunicacional en la mitad de la línea de proyección de los ojos oídos y tacto. Ergo vergo sea dicho que la lengua que castiga y la lengua que premia en nuestro cuerpo tiene al punto inflexivo topológico borroso detrás de la nariz es receptáculo y medio maleoiano profundo entre el ojo del culo de Don Francisco de Quevedo y las pestañas. Ergo vergo sea dicho que entre la lengua que castiga y la lengua que premia en nuestro cuerpo ha de tener al medio maleoiano profundo, como largo corredor dinámico dialéctico difuso entre pestañas nariz próstata paredes vaginales y nalgas. Ergo vergo sea dicho que la lengua que castiga y la lengua que premia en nuestro cuerpo entre existe por las pestañas y el ojo del culo de Don Francisco de Quevedo. Ergo vergo sea dicho que entre la lengua que castiga y la lengua que premia en nuestro cuerpo entre pestañas y nalgas, existen manifiestas contracciones y expansiones en movimiento antinflamatorio antiinflacionario pendular armónico simultáneo contradictorio de ojos lengua nariz oído que se siente en las paredes de la vagina en la próstata y en el ojo del culo de Don Francisco de Quevedo, que lo comunica el sentido del tacto al notificado medio maleoiano profundo detrás de la nariz. Ergo vergo sea dicho que el ojo del culo de Don Francisco de Quevedo, entre las pestañas y las nalgas, ha de estar gozando una bola, por el movimiento armónico simultáneo contradictorio de la sin hueso de cachete acachete de ojos nariz oído lengua y atrevido tacto comunicativo, sobre el notificado punto inflexivo topológico borroso detrás de la nariz, sobre el notificado medio maleoiano profundo detrás de la nariz entre la lengua que castiga y la lengua que premia.

 



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Miguel Homero Balza Lima


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