Cáscara Amarga 522

El gris

El gris, es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético consentido comprometido consuetudinario entre los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de Maleo del 11/09/2001. El gris ha de estar en la línea límbica límite contornada del lienzo pictórico blanquinegro entre el blanco y el negro del yin y del yang de Laozi. El gris, es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso que ha de estar entre la punta de la hoja de helecho y la gota de agua pendiente de ella. El gris, es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso que ha de estar entre la bacinilla medio llena de miao y medio vacía de Maleo. El gris, es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso diplomático diabético que ha de estar entre la lengua y el habla, entre lo sintagmático y lo paradigmático. El gris, es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso entre lo hermoso y lo horroroso. El gris, es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso diplomático diabético entre el amor y el odio, entre la guerra y la paz, entre lo justo y lo injusto, entre lo humano y lo divino. El gris, es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso entre el exceso y el defecto, entre el tercio excluso de Aristóteles y el tercio incluso de Maleo, entre la tesis y la antítesis de Hegel y de Marx, entre el consciente y el inconsciente de Cirigliano y Villaverde. El gris, es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso entre el teorema directo y el teorema indirecto de Pitágoras y Sócrates, entre el universo expansivo de Einstein y el universo contractivo de Maleo, entre la onda y la partícula de Niels Bohr, entre lo visible y lo invisible de San Pablo, entre la certidumbre y la incertidumbre, entre determinación y la indeterminación de Werner Heisenberg y de San Pablo de Tarso, entre la realidad y la certidumbre de Albert Einstein. El gris, es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso entre las pruebas testimoniales de lo pretérito y del devenir advertido porvenir de Cervantes y del Quijote, entre Edipo y el enigma de Jorge Luis Borges. El gris, es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso en el presente hogaño agora ahora del hoy es siempre todavía y el doctor Einstein no lo sabía de Antonio Machado. El gris, es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso. El gris, el gris, el gris, está ahí, entre la bacinilla medio llena de miao y medio vacía, entre el algo y la nada, entre el ser y el no ser, entre el somos y el no somos, entre todas las palabras pareadas paradójicas, entre todas las palabras sinónimas y parónimas, entre todos los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de Maleo del 11/09/2001. El gris, es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso, y, margulle ha margullido y margullirá en la catacresis y en el oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, en que un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces. El gris, es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso del ser y del no ser de los Vedas, del yin y del yang de Laozi. El gris, es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso en la sombría penumbra whitmaniana del yin y del yang. El gris, es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso del onfalo onfalósico ombligo del cóncavo convexo contradictorio concupiscente 69 cojedeño. El gris, es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso, es el color de la armonía simultánea contradictoria de Heráclito. El gris, es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso de la unidad de contrarios y de la lucha antagónica opositiva de Hegel y de Marx. El gris, es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso de todos los casos correlativos límite contradictorios caliginosos de Maleo del 11/09/2001, al que necesaria forzosa inevitablemente hay que ir de nalgas y posaderas y bien con un callo en las nalgas tanto como el callo del Libertador Simón bolívar, como el de Cristo y el callo en el culo de Don Quijote, el gris, es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso, al que, como tiénese dicho hay que ir a buscar la paz maleoiana profunda entre la guerra y la paz, entre el amor y el odio, entre la ternura y la rabia, y, sobre las posaderas lograr, en las mesas de negociaciones y en las misas y altares religiosos de los conventos conventículos convenciones, lograr la paz maleoiana profunda, como lo es el gris, que es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso porque y para el mundo.

Con digresión y sin digresión, el gris es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético, al que han de recurrir todas las diplomacias del mundo, y, sobre las nalgas, sobre los callos abultados de Bolívar del Quijote y de Jesucristo, sobre las asentaderas diplomáticas sin remilgos sin coñerías y sin ñoñerías dilatadas delicadas mamar en el consentimiento comprometido consuetudinario, atinar en la optimalidad ortogonal pitagórica. El gris, es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético, al que han de recurrir todas las diplomacias del mundo, y, pescar en la catacresis y en el oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano y nadando de nalgas olímpicas lograr la resolutiva optimalidad a todo conflicto, la mejor resultante deseada a toda querella, el mejor resultado esperado a todo puñetazo, en la verdad socrática profunda con que Sócrates se pegaba a los sofistas escuálidos de antaño. El gris, es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético, al que han de recurrir todas las diplomacias del mundo, y, que ha de encontrarse en la catacresis y en el oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, al que Albert Einstein solía decir que había que ir, y, desde ahí, extraer los mejores conceptos de los primitivos, y, la ironía quijotesca cervantina, el doctor Einstein, no margullera en la catacresis y en el oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, el doctor Einstein, llegara hasta la orillita del río de Éfeso, cuando dijera aquella pragmática famosa histórica: "En la medida en que las leyes de las matemáticas, se refieran a la realidad no son ciertas, Y, en la medida que sean ciertas, no se refieren a la realidad." Era la similaricadencia tautológica repetitiva platónica de la catacresis y del oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano: "Un río no es dos veces el mismo río y es el mismo río las dos veces." A mas y más, no obstante y sin embargo, Hegel y Marx, fueron y margulleron en el quiasmo río efesoíta, y, de él, extrajeron las leyes de la dialéctica. Y, que no de otra suerte, que como cuando Maleo fuera el 11/09/2001, a la catacresis y al oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano, y, de ahí, extrajera los casos correlativos límite contradictorios caliginosos y el medio maleoiano profundo, de las palabras pareadas paradójicas, porque y para el mundo, el gris, como entre el yin y el yang, es el color del equilibrio dinámico dialéctico dialógico diplomático diabético difuso.

Si el gris, es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético, al que han de recurrir todas las diplomacias del mundo, y, sobre las nalgas, y, las posaderas con callos abultados como el de Bolívar como el del Quijote y como el de Jesucristo. Entonces sea dicho que el gris, que es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético, ha de estar sobre las asentaderas diplomáticas sin remilgos sin coñerías y sin ñoñerías dilatadas delicadas. Ergo vergo sea dicho que el gris, que es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético, ha de estar sobre las nalgas y sobre ellas, mamar en el consentimiento comprometido consuetudinario. Ergo vergo sea dicho que se ha de atinar en la optimalidad ortogonal pitagórica de Pitágoras y de Sócrates en la verdad socrática profunda con que Sócrates se pegaba a los sofistas escuálidos de antaño, se ha de atinar en la resolutiva optimalidad pretendida para la solución de todos los conflicto, se ha de atinar en la mejor resultante deseada para la solución de todas las querellas, se ha de atinar en el mejor resultado esperado para la solución de todos los puñetazo, se ha de atinar al gris, que es el color del equilibrio dinámico dialéctico difuso dialógico diplomático diabético, al que han de recurrir todas las diplomacias del mundo nadando de nalgas olímpicas en la catacresis y en el oxímoron cleuasmo quiasmo río heraclitoiano.



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Miguel Homero Balza Lima


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