De la navidad y el año nuevo

"Si dios es todo esto, cómo será él. Aunque no podamos entender totalmente todo su poder, sus magníficas demostraciones deberían hacer que todos sintamos mucho respeto hacia nuestro gran Dios." Decía Job, hace 4 mil años, respecto del poder de Dios: "Él une el agua en sus gruesas nubes, y aun así éstas no se rompen. Él agita el mar con su poder, y por su entendimiento rompe la tormenta. En efecto, estos son los meros bordes de tus formas y de cuán poco escuchamos sus susurros. Pero los truenos de su poder, quién los puede entender."

Se ha dicho que todo está escrito, y cuando se dice todo se dice Dios, el dictador que le trasmitió a Abrahán lo labrado en la piedra, y lo que aconteció, que es palabra de Dios, por medio de ella, del verbo hecho hombre se reafirma la tradición de los herederos de los hijos e hijas de Adán y de Eva que se salvaron de los precedentes castigos de Dios por desobedientes y pecadores; pero arrepentido, o dándole otra oportunidad, por varias veces, hasta que envía del cielo a la Tierra a su unigénito hijo dios pero hombre nacido de mujer, inseminada por el espíritu santo, una especie de in vitro, como lo diríamos hoy, en un vientre alquilado; sólo que en el caso bíblico su significado está lleno de misterios, que sólo se aceptan por la fe, y que se acepta a ciegas sin necesidad de demostrar nada, basta con que se haya dicho y sostenido reiteradamente siglo tras siglos, por milenios, así es para millones, desde hace no más de tres o cuatro milenios cuando mucho.

Históricamente, según las fuentes, y el apoyo arqueológico, hechas las respectivas lecturas textuales interpretadas, y en el contexto respectivo en los ambientes propios de las religiones abrahámicas, sin desconocer las orientales y las asiáticas y occidentales, que legítimamente bajo el sol de hoy tienen cabida; habiendo superado las trabas del dogma y los sistemas de creencias, tratando de usar el método crítico y objetivo, sin obviar las grandes tensiones, y desde una mirada del conocimiento de las estructuras y dimensiones sintáctica, semántica y pragmática, tratando de darle coherencia , sentido y referentes de estas cosas y los lenguajes de lo que hasta aquí llevamos dicho, puesto que mucho se debe a la imaginación, lo que pensamos y lo que significan, puesto que la palabra también se remite al hacer, cuando el verbo se haga carne. El unigénito que vendría del cielo a la Tierra a redimir al mundo pecador, por el desliz de Eva, tentada por el diablo en el Paraíso, que la incita a probar del fruto prohibido, y que Adán también prueba, y ambos se dan cuenta de su desnudez, de la desobediencia y del mal; y en consecuencia, expulsados del Edén.

Cuanto tiempo ha transcurrido, en la Biblia las cuentas no cuadran, porque entre cuento y cuenta, hay mucho tiempo por contar. Si sólo en seis días todo se creó, vallamos a ver cuánto es eso, con sus días y sus noches incluidas. De ahí a Belén, y al niño también, no es poca cosa, entre profecías que con siglos de antelación anuncian los hechos que se sucederán, con sus consecuencias, y así se urde la trama en su complejidad, hilo tras hilo se entorchan y una espesa madeja toma cuerpo y como una espiral de vida, en sus giros de Akasha, van mostrándose ilimitadamente, haciéndose inalcanzables, pues no hay comienzo ni fin definidos, solo una tenue brisa que despeja la bruma que ha surgido del fondo de la noche de los tiempos inasequibles. Sólo el conocimiento dará paso al saber, siempre que se siga el sendero, y la guía de los maestros, para no desviarse, ni perderse en los meandros de anidan en la mente de quienes confían en que confiando en lo que afuera hay, se alcanzará el despertar y la gloria. Entonces, no habrán comprendido el verdadero significado de la Natividad y de la Navidad, no nos adelantaremos, pero diremos qué, en aras de ir despejando el camino, creemos que se trata de un evento más que intenta mantener la versión más simple y sencilla de entender el asunto más controversial con que el hombre ha tenido que vérselas.

Como se ha sugerido entre los creyentes, se aceptar la palabra de dios, de cuál de ellos, del dios verdadero, quién lo dice, él mismo, y la prueba fehaciente y absolutamente cierta, es que todo lo que hay es y todo lo que es está. La causa de todo efecto, y el efecto de toda causa. Con tales contundentes argumentos, sofismas, el que sueña duerme, y vive de ilusiones, pues no quiere despertar, y se deja llevar de la mano sin cuestionarse, ni cuestionar lo que se le ha dicho. Por qué, por costumbre, tradición, por herencia, por conveniencia, por no ir contra la corriente, por no ser visto como disruptivo, por no aceptar lo que la mayoría dice, como si en cuestiones de creencias eso basta. Y si es así, qué hay de la mística, de los mitos, de la magia, de las religiones, de la filosofía, de las ciencias, de la cuántica, de lo que yo soy, de mi libre albedrío, mi libertad individual, mi ser, la encarnación que está, que es energía, es conciencia, luz, espíritu, trascendencia. Contará o sólo es física, química, matemática, biología, mente, ego, psicología. Y la intuición, los sentimientos, no los sentidos, sino el pensamiento, los sistemas. Para quienes se atrevieron a llegar hasta aquí, espere la II entrega.



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Franco Orlando


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