Auditórium

Venezuela: ¡De terror este halloween 2021!

"Injusticias de la suerte: La suerte no es para quien la busca. A quien no tiene hambre, Dios le llena los graneros. A pillos y bribones suele la fortuna otorgar sus dones. Al más zoquete le dan el mejor rosquete. Cuanto más brutos más triunfos. Todos los pillos tienen suerte. Hay pícaros con fortuna y hombres de bien sin ninguna. Ceguera y locura de la suerte: La fortuna a los necios ama y a los sabios desama. Si la fortuna no fuera ciega, a quién protege supiera. A la corta o a la larga, para bien viene cuanto pasa. Indica que debemos conformarnos con la voluntad de Dios". Fin de la cita. Refranero popular.

La política venezolana, la están volviendo una película de terror. Como una montaña de hormigas, el poder se le escapa entre los dedos a quienes han estado al frente del país los últimos diez años. En estos últimos tres meses se ha destapado una caja negra, de la cual han saltado sapos, y culebras venenosas, dejando al descubierto los miles de servicios públicos destruidos: electricidad, agua, internet, gas domestico, servicios médicos hospitalarios, alto costo de la vida, combustibles escasos, y dolarizados, puntos de atracos militares en las carreteras del país etc.

Que presentan irregularidades, y aberrantes problemas, negocios oscuros, peculados, matraqueos, y cohechos, malversaciones, timos, abusos del poder militar, coimas, influencias. Muchos de los hechos de corrupción, hoy se hacen públicos, diariamente son reseñados en las redes sociales, y la prensa digital, a los que intentan desacreditar una, y otra vez, llamándolos traidores a la patria, vendidos, lacayos del imperio, hasta el hartazgo. Ninguno de los que ahora se llenan la boca con la palabra de revolucionarios, no dicen nada sobre este caos.

Mantienen un silencio sepulcral ante la impunidad. Un silencio cómplice. No escuchan el clamor popular. No saben nada de lo que pasa. Nunca se enteran de la matraca militar. Siempre viendo para otra parte. E ignorando las alertas. Con el yo no fui, fue el sargento apodado el "ñeco".

El movimiento político opositor y disidente, luce fragmentado, y parece que se va a caer a pedazos. Se amenazan. Se chantajean. Se espían. Se delatan. Se mandan mensajes intimidatorios e insultos. Y empiezan a sentir lo que sentían cuando contrariaban al poder unos años atrás: miedo de ir presos como los alacranes, que se vendieron por un puñado de $, y extorsionaron con una carta de buena conducta, al Jeque de Cabo Verde hoy preso en Miami.

Mientras, los huérfanos de la revolución lloran al gran ausente, y piden a gritos que vuelva, pero ya es tarde porque no volverá. Lo quieren cerca resucitado, dirigiendo los destinos de la nación, para superar esta crisis, y las viudas en el poder temblorosas, con el estribillo de leales siempre, traidores nunca, como si le debieran, como almas en pena, además de la fortuna que exhiben, en sus lujosas camionetas, prendas, ropas, y celulares de alta gama, disfrutando de la buena vida, con dineros mal habidos. Mientras el pueblo se mama un cable como el del Metro de la línea 1, desde caño amarillo, hasta palo verde.

Los que se cambiaron de bando (Luisa Ortega Díaz, y Rafael Ramírez) ahora toman de su propia medicina: se quejan de la persecución política, del linchamiento mediático y moral, acuden a los medios internacionales a los que odiaron, o a la CIDH a la que ninguneaban sistemáticamente.

El otro bando el de los alacranes habla de ética. Sí. De ética. Como si conocieran esa palabra. Como si sus compañeros encarcelados (caso Roland Carreño, periodista de farándula) no hubieran salido de la misma matriz. Como si los floridos, leopoldo’s, guaido’s, y demás fueran unos ilustres desconocidos. Como si no hubieran bebido de la misma fuente del poder. Como si no hubieran mordido pasteles, asistido a fiestas con pre-pagos de esas que se celebraban en los hoteles cinco estrellas, en los países anfitriones de los diálogos.

Son las dos caras de la misma moneda, pero monedas al fin, para el trabajo sucio.

Hasta cuando, esta mal llamada oposición, mira impávida, donde ellos son protagonistas, de esta película de terror, de capítulo en capítulo, del terrible drama del poder revolucionario, y se frotan las manos pues no han tenido que mover un dedo para que, de la noche a la mañana, los verdugos se hayan vueltos víctimas con lo de Baduel, el Jeque de Cabo Verde, el "pollo" General, y la enfermera, detenidos en España. Las víctimas se han convertido en verdugos, los amigos se han vuelto enemigos, como por arte de magia. Los capítulos que vienen serán interesantes, tal vez, de suspenso: ahora se despellejarán, se sacarán los ojos, seguirán lavando los trapos sucios en público, se comerán vivos y, como el alacrán de candidato a gobernador en Anzoátegui, terminarán inyectándose su propio veneno. Historias propicias para estas fechas, de brujas, difuntos, cuentos de terror, y escalofríos.

 



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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