De inculto, ágrafo e iletrado a rector, sólo hay un paso. El impresionante caso de doña Cecilia Arocha…

  1. El récord de rectores mediocres, analfabetos, pavorosamente incultos (los que han colmado las llamadas "universidades autónomas" en el mundo), lo acapara con creces Venezuela. Pléyade de anodinos seres, disculpen, que nada digno de mencionarse dejan tras de sí. Quién puede mencionar a algún rector de la UCV, Carabobo, USB, LUZ, ULA, UDO, con una obra digna de un creador, de un pensador, de un investigador, a excepción, del doctor Francisco de Venanzi (de la UCV). Los demás han sido meros politiqueros, negociantes de fórmulas y de partidos, a quienes se les fue la vida en ese deambular de pasillo en pasillo buscando votos, haciendo cuadres para eternizarse en un carguito, en esos aburridísimos Consejos Universitarios asociados al poder.

  2. Todos esos señores rectores de la UCV, USB, Carabobo, LUZ, ULA, UDO manejaron y manejan millones de dólares, viajaron y comieron de lo caro y de lo bueno como les dio la gana; se entregaron a los derroches de celebraciones, siempre ávidos de reconocimientos, por todos esos espacios, salones, aulas magnas, Consejos Universitarios, siempre lánguidos y falsos de las llamadas altares del saber, estancias academias. Nunca estos rectores se preocuparon por el verdadero conocimiento que debían sustentar desde lo originario a sus países, sino por las poses y los negocios particulares, sujetados siempre a la única cultura que emana y les da caché, la proveniente de esa madrastra degenerada y pervertida del capital, cuyos centros se encuentran en Estados Unidos y Europa.

  3. Estas universidades autónomas nunca nos enseñaron algo propio y autentico para elevarnos cultural y científicamente. Nada que nos haga valer por nosotros mismos, que nos saque de la horrible dependencia cultural, tecnológica o científica, sino cada vez estrechando más los lazos y los nudos a nuestros cuellos esos que tiran del monstruoso Occidente. Enseñando y actuando con un sentido de sub-valía, de sometimiento a esos centros poderosos y canallas, que nos desprecian por "subdesarrollados y por indios". Ocuparse de lo nuestro, a estas universidades autónomas, a esa elite exquisita, les ha parecido que les rebaja es como degradarse, eso les ofende y escarnece. Por eso, la pléyade de nuestros investigadores sólo persigue alcanzar el reconocimiento que da publicar sus papers en REVISTAS INDEXADAS, esas que son respetadas en Occidente, aunque sus genialidades a nosotros para nada nos sirvan o beneficien ni ayuden a nuestro desarrollo ni en el fulano progreso.

  4. En palabras de Bolívar nuestras universidades autónomas han sido en gran medida, el reducto de unos pocos talentos sin probidad ni patria ni destino. Relumbraron como esos cocuyos cuyas luces duran poco en la oscuridad. Hicieron genialidades sólo para que les fuesen reconocidas afuera, en feroz competencia, y a la vez, en una carrera perdida de antemano. Porque hay que tener en cuenta, que en el Norte o en Europa, los cerebros a destajo y de medio pelo abundan por cantidades industriales. Y nada de eso, por supuesto, tiene ni ha tenido que ver con lo nuestro, con lo requerimos y necesitamos en investigación.

  5. Por eso, los que obtenían sus doctorados en Estados Unidos y Europa cuando llegaban a Venezuela montaban sus propias taifas, sus reductos particulares para succionar los dólares de CDHC, sintiéndose a la vez extraños entre nosotros, desubicados, expatriados, ofendidos en lo más profundo de sí, porque esta tierra no los merecía (por sus altos conocimientos), por la envergadura de sus hábitos greco-romanos, por esa educación refinada que se les metió en las venas, en sus huesos. Acabaron, perdonen la vulgaridad, siendo como aquel cigarrillo Viceroy, que en boca de Renny Ottolina era CLASE APARTE.

  6. Pues bien, Doña Cecilia Carlota García Arocha Márquez al estilo de esos rectores autónomos por antonomasia, asimiló muy bien la cultura occidental y de plano reconoció, como lo ordenó Donald Turmp, a don Juan Guaidó presidente de la república de Venezuela. En haciéndose tal reconocimiento, todos los rectores de las universidades autónomas corrieron a sus despachos para tomarse la foto de rigor al lado del GRAN MEQUETREFE: don Mario Bonucci (ULA), don Enrique Planchart (USB), doña Milena Bravo (UDO), doña Jessy Divo de Romero (UC), Doña Cecilia Arocha (UCV)…. No se crea que me desvío del asunto, pero el reconocimiento de estos rectores y rectoras a don Juan Guaidó esta en consonancia integral, en todos sus niveles y propósitos, con los menús que ofrecen los restaurantes en las zonas más exquisitas de Venezuela. En lo que concierne a doña Cecilia, le corresponden los que quedan en la zona del Este, principalmente en La Castellana, Altamira y Las Mercedes. Porque una cosa se proyecta con la otra. "-No puedes tú- le ha contestado ella a un periodista- pretender dirigir una institución como la UCV, tener buen tono y buen gusto, y a la vez compartir ideas y tendencias con un autobusero como Nicolás Maduro. Zape".

  7. En una de sus entrevistas para los analistas gozones de la radio, dijo Doña Cecilia Carlota García Arocha Márquez, que igualmente era asidua visitante de algunos restaurantes, con rango internacional que quedan lamentablemente en el centro de la ciudad, en La Candelaria. Ella es también versada en bebidas (vinos, brandis, wiskis, cocteles…) francesas, italianas y españolas. Su conocimiento en estos ramos, a estas alturas, es superior a todo lo que pudo haber asimilado como estudiante de Odontología en la UCV.

  8. Como se ve entonces, doña Cecilia Carlota García Arocha Márquez desprecia a los "patas en el suelo", a los choferes de autobuses o busetas como Nicolás Maduro, y por eso, por ejemplo, le pareció "una aberración altamente vejatoria de su condición académica, fieramente opuesta a su sentido del deber cívico ucevista, el que la nómina de pagos de las universidades públicas las llegase a controlar el Estado", porque según ella, la UCV "es autónoma por antonomasia y de toda autonomanidad…". Ha dicho en una entrevista, que tenía que ver con esta aberración, que ella como amante de las Rockolas persigue con asiduidad su color esperanza, "viviendo la vida aunque la guagua vaya en reversa", citando tres de sus canciones preferidas, entre ellas "La Guagua" de Juan Luis Guerra.

  9. Esa es la profundidad de esta señora, y de este modo ha conseguido comunicarse filosóficamente con sus pares de las otras universidades autónomas y con sus seguidores opositores, explicando que esta canción "La Guagua" representa lo que ha vivido Venezuela".

  10. Así, genialmente ha logrado concretar muchos otros de sus pensamientos más genuinos: «Yo soy una mujer de esperanza y aunque vaya en reversa, en algún momento, vamos a detener esa guagua» ha dicho para todos los medios internacionales. Ha sostenido también, que "Vivir la Vida" de Marc Anthony, es la canción que más la ha conmovido últimamente, y representa la liberación que necesita su país. «Es la canción que más oigo porque hay que disfrutar los momentos, tener tiempo para respirar, oír música y disfrutar de tu familia» acotó enfáticamente. Igualmente, al son de "New York, New York" de Frank Sinatra, ha sidcho, es su mejor manera de celebrar el Año Nuevo en su casa. «Siempre acompañábamos al Año Nuevo con esta canción, me recuerda a mi mamá y mi hermano» señaló. Con Fruta Fresca de Carlos Vives, insistió en que su amor profundo es la UCV. «La UCV es mi consentida. Yo me casé con la universidad, en ella he conocido la tradición, la verdad, la intimidad» destacó con lágrimas en sus ojos. La rectora no deja de reflexionar todos los días que está convencida de que la UCV refleja al país. «De las cosas más bellas que he escuchado en el Aula Magna está "El Elegido" de Soledad Bravo, que marcó mi vida estudiantil» dijo, recalcando que el Aula Magna siempre ha sido una sala que recopila momentos importantes de la universidad, y que su fraes preferida es: «Vamos a prender la Aula Magna». Asegurando últimamente, que mientras escucha la canción "Color Esperanza" de Diego Torres, sigue teniendo esperanza y cree en el voto".

  11. Todo lo que refleja esta señora Cecilia Carlota García Arocha Márquez, es que jamás se ha podido perder su tiempo leyéndose un libro, por ejemplo: una novela, un relato, una poesía. No le hace falta, tiene demasiado porte godo, para dedicarse a eso. Por lo que no es capaz de redactar una carta por sí misma. Carece de prosodia y fonología, y para los pequeños merodeos formales y burocráticos, cuenta que con una nube de sesudos asesores que piensan por ella (como la consigna de ARS). Doña Cecilia Carlota García Arocha Márquez, es de la misma estirpe de Leopoldo López, con más apellidos que una marquesa goda. Se vanagloria ser la primera mujer Decana de la Facultad de Odontología y la primera mujer rectora de la UCV. Dígannos que esta señora se vanagloria por haber sido reconocida con distinciones y con las Órdenes "José María Vargas" y "Mérito al trabajo"…

  12. Estos rectores de las llamadas "universidades autónomas de toda antonomasia" con sus guarimberos destruyeron casi todas las instalaciones de nuestros centros de estudios, se robaron equipos y dotaciones en laboratorios y oficinas, y las dejaron totalmente desvalijadas, destartaladas, y aspiran ahora que sea el gobierno quien se las reconstruya y se la vuelva a dotar. Eso es lo que llaman estos canallas rectores, ser autónomos por antonomasia,…



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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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