Cáscara Amarga 397

El hexámetro de Quintiliano y el dístico de Simón Bolívar

El hexámetro de Quintiliano y el dístico del Libertador Simón Bolívar. Casos límite contradictorios caliginosos complementarios congruos. El hexámetro de Quintiliano consta de seis circunstancias y el dístico del Libertador consta de dos circunstancias. El hexámetro quintilianoiano resolutivo, es supra conocido por todos y por todas, los estudiosos y las estudiosas, de las diferentes Escuelas, tanto Filosóficas como del Derecho y del Periodismo, entre otras Escuelas de la Reflexión. El hexámetro quintilianoiano retórico resolutivo, es continente que contiene los contenidos circunstanciales técnicos, a saber: El tiempo, cuándo. La persona, quién. El hecho, qué. El lugar, dónde. Los medios, por qué medios y con quién. La manera, cómo. Los motivos, por qué. El hexámetro quintilianoiano retórico resolutivo, resume la instrucción criminal jurídica, esto es: En qué tiempo cometióse el crimen. Quién es el culpable del crimen. Cuál es el crimen. En dónde cometióse el crimen. Por qué medios cometióse el crimen y con qué cómplices cometióse el crimen. De qué manera cometióse el crimen. Por qué cometióse el crimen. Esto es en el latín: Quando, quis, quid, ubi, quibus auxiliis, quomodo, cur? El tiempo es de la persona del no ser, el ser es de la natura, el hecho es de la natura, el acto es de la persona del no ser, el lugar es de la natura, los medios son de la natura, la manera es de la persona del no ser, los motivos son de la persona del no ser. Esta estimación es personal, usted puede darle su propia apreciación, que al cabo y remate ha de llegar a la misma de la natura y de la persona dístico del Libertador.

Con digresión y sin digresión, la estimación personal apreciable es de la natura y de la persona. Quizás y sin quizás, a esta disquisición, hubo de llegar el Libertador Simón Bolívar, al reducir el hexámetro de Quintiliano a un dístico bolivariano de la natura y de la persona. Y, ha de decirse esto afincado en la carta que le enviara el Libertador, desde Bogotá, a Antonio José de Sucre, el 28 de octubre de 1828, en que el Libertador decíale al Gran Mariscal de Ayacucho, esta reflexión histórica metodológica: "Tome usted como base de sus operaciones la naturaleza de las cosas y el interés instantáneo, sean de inspirativo interés instintivo, sean de interés instantáneo inspirativo, sean el punto crucial decisivo, sean el ingenio de sus inspiraciones, deje obrar pues, las circunstancias y se deje usted impulsar por ellas como de un impulso irresistible. Si así lo hiciere usted nunca será culpable. Siempre será acertado. No hay remedio, el destino debe guiarnos". Ver Fernando Diez de Medina. Bolívar Nuestro Padre-Andes: www.andescd.org/wp-content Bolívar-nuestro-Padre-Andes.

Con divagancia y sin divagancia, y decíanos el Sócrates nuestro, Simón Rodríguez, esto: "La filosofía está en donde quiera se piense" y el otro nuestro el de la Silva a la Agricultura de la Zona Tórrida, Criolla, del Código Civil de Chile, de la Gramática de la Lengua Castellana, Andrés Bello, con su sabio quiasmo literario: "Saber todo lo que se quiera decir, trae consigo saber decir lo que se quiera". El Libertador Simón bolívar, en su acrisolado cerebro imaginativo, amalgamara a sus dos ilustres galvanizados maestros, en la jerga metafórica luminaria de la reducción ad absurdum del hexámetro quintilianoiano retórico resolutivo, en un dístico sintético socrático, de natura y de persona, puesto, el Libertador, sobrado jinete cabalgaba, sobre la slash diagonal contrarrecíproca ad absurdum mayéutica del cuadrángulo rectángulo del teorema directo y del teorema indirecto del Teorema de Sócrates y del Teorema de Pitágoras. El Libertador conocía a Pitágoras y conocía a Sócrates, helo ahí, la reducción de Quintiliano a los casos límite contradictorios complementarios congruos, de la natura y de la persona, tanto como el teorema directo y el teorema indirecto del efesoíta. El Libertador Simón Bolívar, se la jugaba con el punto crucial decisivo, este era, el interés instantáneo imaginativo, que le estaba entregando al gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre. El método y base de operaciones de natura y persona, dístico sintético socrático bolivariano, que pariera Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y Palacios Blanco, y le echara con esa cochura, la gran vaina histórica filosófica a Marcus Fabius Quintilianus.

Con discordancia y sin discordancia, natura y persona, tanto como teorema directo y teorema indirecto, casos límite contradictorios caliginosos complementarios congruos, la base de las operaciones del Libertador Simón bolívar, y del Discurso de Angostura, en que este genio inagotable americano, que no encontrara la coyunda oportuna endenantes, que reafirmara la lucha por la independencia la justicia y la libertad, y la Gran Colombia, y que endespués, fuera el Comandante Chávez, que nos pusiera en la ondina corriente galvanizada bolivariana liberadora, y nos recordara siempre el Discurso de Angostura del 15 de febrero de 1819, y, nueve años antes de la carta al Mariscal Sucre: "Volando por entre las próximas edades, mi imaginación se fija en los siglos futuros, y observando desde allá, con admiración y pasmo, la prosperidad, el esplendor, la vida que ha recibido esta vasta región, me siento arrebatado y me parece que ya la veo en el corazón del universo, extendiéndose sobre sus dilatadas costas, entre esos océanos, que la naturaleza había separado, y que nuestra patria reúne con prolongados y anchurosos canales. Ya la veo servir de lazo, de centro, de emporio a la familia humana; ya la veo enviando a todos los recintos de la tierra los tesoros que abrigan sus montañas de plata y de oro; ya la veo distribuyendo por sus divinas plantas la salud y la vida a los hombres dolientes del antiguo universo; ya la veo comunicando sus preciosos secretos a los sabios que ignoran cuan superior es la suma de las luces, a la suma de las riquezas, que le ha prodigado la naturaleza. Ya la veo sentada sobre el trono de la libertad, empuñando el cetro de la justicia, coronada por la gloria, mostrar al mundo antiguo la majestad del mundo moderno."

Con digresión y sin digresión, decíanos Jorge Luis Borges: "Somos Edipo, y de un eterno modo la larga y triple bestia somos, todo lo hemos sido y todo lo que seremos". Todo lo que seremos, asina, ya la veo, mi imaginación se fija en los siglos futuros, vasta región, La Gran Colombia, en el Discurso de Angostura del 15 de febrero de 1819, y, nueve años antes de la carta al Mariscal Sucre, misiva histórica transformadora, en que el Libertador redujera el hexámetro de Quintiliano a un dístico, de la natura y de la persona. Con las canillas y a pie juntilla, el Libertador, en El Quijote, en el avisado ejemplar presente, advirtiendo porvenir futuro. El Libertador si sabía que hoy es siempre todavía. Y, entre natura y persona el presente, entre el testimonial pretérito y el advertido porvenir, casos límite contradictorios caliginosos complementarios congruos, tanto la libertad y la esclavitud, tanto como la justicia y la injusticia, tanto como la suma de las luces y la suma de las riquezas, tanto como el exceso y el defecto, tanto como el tercio excluso y el tercio incluso, tanto como la tesis y la antítesis, tanto como el consciente y el inconsciente, tanto como el universo en expansión y el universo en contracción, asina ansí asín así, el hexámetro de Quintiliano y el dístico del Libertador, y, por la calle de en medio el medio maleoiano profundo, punto crucial decisivo, de equilibrio dinámico dialéctico difuso, asiento libertario topológico de la silla de montar de Simón Bolívar, que haríale el callo en el culo al gigante libertario de América, flamante callo de armónicas simultáneas contradictorias opositivas entre la guerra y la paz, del hexámetro de Quintiliano y del dístico del Libertador, en que el Libertador margullera en el quiasmo río Paraná heraclitoiano de las palabras pareadas paradójicas del descender y del no descender, del somos y de no somos, de natura y de persona, del hexámetro de Quintiliano y del dístico de Simón Bolívar el Libertador.

Si el hexámetro de Quintiliano y el dístico del Libertador Simón Bolívar son casos límite contradictorios caliginosos complementarios congruos. Entonces sea dicho que el hexámetro quintilianoiano resolutivo es supra conocido por todos y por todas, los estudiosos y las estudiosas, de las diferentes Escuelas, tanto Filosóficas como del Derecho y del Periodismo, entre otras Escuelas Reflexivas. Ergo vergo sea dicho que el dístico bolivariano de la natura y de la persona es la reducción del hexámetro de Quintiliano. Ergo vergo sea dicho que a esta disquisición, hubo de llegar el Libertador Simón Bolívar, al reducir el hexámetro de Quintiliano a un dístico bolivariano de la natura y de la persona. Ergo vergo sea dicho que ha de decirse que esta disquisición de natura y persona, estuvo afincada en la carta que le enviara el Libertador, desde Bogotá, a Antonio José de Sucre, el 28 de octubre de 1828, en que el Libertador decíale al Gran Mariscal de Ayacucho, esta reflexión histórica metodológica: "Tome usted como base de sus operaciones la naturaleza de las cosas y el interés instantáneo, sean de interés instintivo inspirativo, interés instantáneo inspirativo, punto crucial decisivo, sean el ingenio de sus inspiraciones, deje obrar pues, las circunstancias y se deje usted impulsar por ellas como de un impulso irresistible. Si así lo hiciere usted nunca será culpable. Siempre será acertado. No hay remedio, el destino debe guiarnos". Ergo vergo sea dicho que el próximo 28 de octubre de 1828 hanse de cumplirse 193 años del derrumbe histórico del hexámetro de Quintiliano por el dístico de Simón Bolívar. Ergo sea dicho que con el dístico bolivariano libertario, natura y persona, echárale, con esa cochura del Libertador, la gran vaina histórica filosófica a Marcus Fabius Quintilianus y a su hexámetro de escuelas y reflexiones.

Otrosí: Porfa, aquellos que quieran encontrarse conmigo, no me busquen en la suela de sus zapatos, búsquenme en la página web de Aporrea, ahí están depositadas todas mis Cascaras Amargas, continente que contiene todos los contenidos de los casos límite contradictorios caliginosos complementarios congruos de equilibrio dinámico dialéctico difuso maleoiano profundo.

Otrosí: No creo que he de escribir algún texto con mis disquisiciones, he perdido contacto con mi fraterno metodólogo Alejandro Mendoza, que ha llevado el orden y concierto de mis locuras. Que pudiera correr l suerte de Ferdinand Saussure, y, que sus advertidos alumnos escribieran el Libro. Ferdinand, introdujo uno de los casos límite contradictorios caliginosos que revolucionaria la Lingüística, con la lengua y con el habla.

Otrosí: Salí a buscar una compañera como Dulcinea del Toboso, para ver la orientación de la cordura y de la locura, y, la compañera cansada de las locuras de este cura ignaro raro cleuasmo asno, dióme un portazo en la cara, por culpa de Baco en aquella tarde báquica perra, que no bella, que todavía la cara la tengo hinchada. Mas y más, no hay mal que por bien no venga, la memoria que la tenía perdida desde hace del número concupiscente 69 cojedeño, volvióme al cuerpo. Y, juré, no salir nunca jamás de mi rancho que se llueve y que ahora se llora por tremendo portazo en ojos nariz y jeta.



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Miguel Homero Balza Lima


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