Auditórium

Daniel Lara Farías: ¡Es peor que la maldad!

"El dolor, cuando no se convierte en verdugo, es un gran maestro. Comprenderéis sin esfuerzo que es absurdo mantener, por medio de delatores y verdugos, la religión de un Dios al que los verdugos hicieron perecer". Anónimo.

La cantidad de programas de ‘opinión política’ en Youtube, lejos de hacer análisis políticos, lo que producen son contenidos, donde quien marca la milla es la estupidez, y por lo que no se sabe, donde se podrá encontrar un remedio para esta enfermedad.

Podemos describir qué muchas veces en la vida casi todos cometemos estupideces. Muchos caen en la idiotez en un porcentaje mayor o menor que otros. Una día sin estupideces, en Youtube sería demasiado aburrido, y esto debido al gordo de mala espina natural del Estado Venezolano de la Guaira, ahora anclado en Berlín Oriental, el otrora país comunista alemán, con cuatro, y cinco programas diario al fin, y al cabo, los ha convertido en bodrios de la mas baja ralea. Quizás, discutir sobre la estupidez de este venezolano mediático sea también una soberana necedad. Pero…Si Venezuela se halla en un estado deplorable, repleta de penurias, miseria, y desdichas es por causa de la estupidez generalizada de una clase política decadente, que conspira contra el bienestar, y la felicidad de todo el pueblo venezolano.

¿Cuánto debería preocuparnos la "idiotez artificial" de decenas de opinadores de la mas baja estofa, mas no la de activistas políticos militantes?

La estupidez de este moderador junto a Patricia Poleo es de órdago, es la forma de ser más dañino para evitar reflotar la nave venezolana, son peores aún más, que la misma maldad, porque al menos el malvado obtiene algún beneficio para sí mismo, aunque sea a costa del perjuicio del pueblo venezolano. Según lo relata la Tercera ley fundamental (ley del oro) de la estupidez humana: "Un creador de contenidos (moderador estúpido) es una persona que causa un daño a un colectivo, sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para ese colectivo en desgracia, o incluso agravando el perjuicio.

¿Qué nos queda, llorar o reír? Ante la estupidez diaria internacional de este moderador de marras, y sus aliados estratégicos, podríamos lamentarnos como lo hacía Heráclito respecto a la vana condición humana. Pero resulta sin duda más reconfortante una mirada a lo Radio Rochela, como la de Demócrito. Cuando vemos por las redes sociales A un policía de migración en Texas-USA, atendiendo a una sexagenaria migrante venezolana, cruzando el Rio Bravo o Rio Grande en la frontera con México, este mayo de 2021. La historia de la imagen que captura la crisis migratoria venezolana, y la violenta reacción que generó en las redes sociales este acto inhumano, en el que está inmerso el pueblo venezolano.

¿Por qué grita y ofende a su audiencia cuando lo llaman a su programa: "Y así nos va, en RCR 750" como se divierte cuando, insulta al que ose criticarlo?

El filósofo Séneca puntualizaba en su obra: "De la ira, y la arrechera": "Este moderador ríe nada más mover las manos, y ponerlas al aire, el oyente, por el contrario, llora". Es lo que vemos reflejado en los contenidos del internacionalista Daniel Lara Farías: cuando medio recuerdo a Demócrito, el filósofo riente; y a Heráclito, el plañidero. Daniel cavará su propio final si continua con ese semblante risueño, y burlón: "Porque es más desdeñoso, y nos sataniza más que los otros del lado de la revolución que dice combatir, y me parece que no se da cuenta, que podrá sufrir tanto desprecio como se merece, de no corregir sus actuaciones". Ahora bien, ¿qué se puede entender por estupidez? Aunque el prefiere ese semblante risueño y burlón: resultando "ser peor que la misma maldad, que dice combatir": qué es la supuesta estupidez de "Guaidó y Maduro" y dónde no se puede encontrar el remedio para eso que critica con su Vino y, su Rockola.

No se si es su resentimiento social que le crea estrechez mental, Johann Erdmann definió a la: "forma nuclear de la estupidez". De ahí su estupidez, a su estrechez de miras; de que Chávez no volverá, porque se murió. De ahí proviene la palabra mentecato, porque el que se muere jamás volverá, por eso es un privado de mente, este plomero-fontanero informativo. Lara Farías, es el que sólo tiene en cuenta un punto de vista: el suyo. Cuanto más multiplique la medicina forense, sus autopsias de sus puntos de vista, menor será su estupidez, y mayor su inteligencia.

Qué diría Sigmund Freud de su obsesión con la parasitología. Seria por eso que los griegos inventaron la palabra idiota: cuando el que considera todo malo, desde su óptica personal. Y condena cualquier cosa como desde su minúscula visión de la tragedia venezolana, cuyo criterio personal, fuera el único defendible, válido e indiscutible.

El idiota padece siempre de egoísmo intelectual. El estúpido es tosco, y fanfarrón. Niega la complejidad del problema venezolano, únicamente con la nomenklatura opositora-disidente, y difunde su opinión de forma dogmática. Opina sobre todo como si estuviese en posesión de la verdad absoluta. Es un ciego que se cree clarividente. Y cuando olvida aquel refrán popular que dice: "he visto muchos muertos botando basura".

A través de la lectura tratamos de valorar otros puntos de vista. Cuando se lucha contra el embrutecimiento. Ampliando horizontes, y poniendo en cuestión nuestro comportamiento, y manera de pensar, y actuar para salir de este atolladero.

De esta forma intento atenuar la estupidez de los moderadores youtubers: cuando ejercito la duda, y la autocrítica. Y dejar de enfrascarnos en nuestra propia imagen, como ocurrió con el mito de Narciso. El estúpido se enamora de sí mismo e ignora a toda la audiencia. Incluso los desprecia con su supuesta autosuficiencia.

El totalitarismo de la estupidez, Robert Musil cuando puntualizó el tema sobre la estupidez humana. En pleno auge de los gobiernos totalitarios del siglo XX, recordó sobre: "la barbarización de los países, de Estados, y grupos ideológicos".

El mito de Narciso, intenta atenuar la estupidez con el mal ejercicio de la duda, y la autocrítica. Cuando apartamos nuestra propia imagen, como ocurrió con el mito de Narciso. El estúpido se enamora de sí mismo e ignora a los demás ciudadanos.

La estupidez, le brota por los poros de un "yoismo" exacerbado, acrecentado, y envanecido. La estulticia es altamente contagiosa como el covid-19, y se alimenta de ideas difusas, de chismes comunes, de opiniones simplistas: donde todo es negro o todo es blanco.

El único punto de vista legítimo de estos activistas políticos virtuales, es el de una facción concreta: la de ellos. Donde la emparentan con la intolerancia, y la ausencia de diálogo, y la convierten en un hermetismo mental, y gregario. Y la expanden a través de consignas engreídas, y sin fundamento.

En sus opiniones, el estúpido se afinca con tozudez en lo baladí, y lo charcutero. Es inepto a la hora de jerarquizar necesidades, la estupidez más común consiste en olvidar nuestros objetivos.

Hay que tratar de discernir con rigor, y exactitud las complejidades de la vida. Pero los charlatanes se extienden con la rapidez del pánico. Podría decirse que hoy en día se virilizan como la peste china. Ante la idiotez, podríamos lamentarnos como hacía Heráclito respecto a la vana condición humana.

La vacuna contra la estupidez es la modestia. Se, es inteligente cuando se cuestiona, lo que uno hace, y piensa. Quien vive en lo "virtual" en lugar de las realidades rotundas y contundentes, alejándonos de las memeces. Cuando lo que creemos inteligente no es más que una sandez. Y una buena cura de humildad es la risa inteligente. Satirizar la estupidez de nuestras vidas siempre es un ejercicio sano, para el buen entendimiento. La pregunta fundamental. Pero piense que la estupidez puede afectar sin distinción a cualquier persona. Hay estúpidos en todos los estratos económicos, culturales, políticos, y sociales. Decía Albert Camus en "La peste" que "la estupidez siempre insiste como el coronavirus". Quizás la pregunta fundamental para acabar de una vez con la estupidez de Daniel Lara Farías (al menos funcional): es que diga he sido: ¡Un imbécil!

Y si estuviese equivocado. Le recuerdo que verdugo no chilla, y si chilla, no es verdugo; es una verduga.



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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