Auditórium

Y usted, Kórdan Acosta: ¿es fanático o borrego?

"Quien no quiere pensar es un fanático. Quien no puede pensar es un idiota. Quien no se atreve a pensar es un cobarde." Francis Bacón.

El autor de una serie de artículos y sandeces en mi contra, por este bloqueado, y democrático portal de www.aporrea.org/ideologia/a301036.html no me importa, por lo mofletudo de sus contenidos. Es muy bueno responderle, porque no rehúyo al combate de las ideas. Los gobiernos totalitarios están llenos de fanáticos, idiotas, cobardes, y borregos. Lo digo con claridad, y contundencia: Venezuela está llena de jala bolas, y rastreros, con el hambre en ristre, y la mendicidad a cuestas. Yo sé que suena feo, porque no es mi estilo, pero el ‘revolucionario’ de marras que no se ofenda ante mi replica, sincerémonos, y aclaremos primero los términos en referencia, sobre mis artículos en aporrea.

Al borrego solo le importan sus propias boberas, por eso ni siquiera se informa, sobre el fondo de mis contenidos, donde no tengo que señalar a nadie, la opinión publica nacional, e internacional de mis lectores, pues no le importan los nombres, saben de sobra lo que pasa en mi país, y a quienes me refiero con la elegancia del caso, ya que el idioma cervantino es muy amplio, y se puede disentir, sin ofender ni descalificar al adversario. El articulista de marras, demuestra en sus artículos, largas y tediosas epístolas, que su escaso entendimiento le impide ver que nos movemos en un barco, donde se ahoga él, y nos ahogamos también todos los venezolanos.

Idiota es quien acepta esta calamidad que vivimos los venezolanos, pero me critica sin argumentos sólidos, pues no se da cuenta que la crítica sin acción ni argumentos, que digan que Venezuela es un caos, es como una brisa en la cara del poderoso, la cual le resbala ,y se desliza sin dirección alguna, para salir de esta tragedia.

Fanático es quien no se informa, no critica, y no se mueve para ser escuchado, porque nunca se organiza, porque deja avanzar la acción del caos, sin organización, impidiendo así un cambio de actor, y que el desastre continúe, o sea la obra macabra siga adelante.

Un jala bolas en el diccionario popular venezolano es el corto de entendimiento, el que no comprende, palabra que viene de la joda criolla, aquel que no trasciende de lo particular, o lo privado, deshonrado por no contribuir al progreso de su país, y por supuesto con ello, de su propia existencia como ciudadano profesional venezolano, que vive con escasos 10 dólares mensuales con las limosnas incluidas.

Borrego es, finalmente, el que no se percata: que la democracia no es un mero concepto, es una meta, una utopía reservada para los que reflexionan, luchan, y protestan de manera organizada, y cívica. La democracia no es para que los militares corruptos crean que Venezuela es un cuartel lleno de borregos, es la recompensa para sus ciudadanos que vociferan lo que nos afecta, que exigen lo que nos está matando a todos: hiperinflación, dolarización de facto, bodegones de exquisiteces, y próximamente de vacunas para el coronavirus, de la corrupción, con la gasolina dolarizada, versus los salarios miserables, la peste china, que nos agarró con un sistema de salud destruido, no por los bulliciosos, que no se mueven, y menos gritan organizadamente para lograr que sus familias no se mueran de mengua, por carecer de una asistencia medica de manera efectiva, y a tiempo.

Tras del borrego político, solo queda el fanático. El fanático es el idiota más idiota, de todos lo borregos. Pues no solo es idiota, sino que se enorgullece de su idiotez, por lo que es doblemente idiota. Y estúpido, e incluso se esfuerza por romper su marca de jala bolas en la revolución.

Al fanático lo oprimen, lo pisotean, le pasan el gûevo por la nariz, y lo acepta, nunca cuestiona nada, y cuando se mueve en las marchas que lo convocan, lo hace para que lo opriman más. El adulador justifica los gastos suntuosos del corrupto que huye a otro país, con el desfalco de los dineros públicos, que sirven para atender a los más necesitados por el covid-19. Esto es una desdicha para una nación que sufre, y trata como estrella de cine a quien dirige un país como si dirigiera una película de terror, con todas las prácticas torcidas que se ven en el rodaje.

En Venezuela, es triste observar que la mayoría parecemos borregos, fanáticos o idiotas, pues solo en el país de los fanáticos, y los idiotas las pensiones, salarios, y jubilaciones son de hambre, la salud es pésima e insuficiente, la educación hoy es de pésima calidad, las viviendas sin los servicios suficientes, donde se sobrevive como explotados de cubanos, árabes, y chinos, en lugar de vivir como personas. La democracia venezolana en el siglo XX, con todos sus defectos era el reino de los cielos para los que hoy mueren de mengua victimas del virus chino, y que no sean fanáticos o idiotas, como el articulista de marras del caso in comento.

Reconozca avergonzado que eres un idiota, ves y callas, ante este desastre, solo ves cuando escribo, solo para criticarme, la cual acepto, sin odio ni rencor, pero la crítica sin acción es como el perro que ladra amarrado, no da miedo, apenas late echado. Y usted "camarada" qué es por fin: ¿un fanático, borrego, o solo un idiota? Piénselo con atención, su vida cómo la de todos los venezolanos, ante esta pandemia económica, y sanitaria en verdad depende de su sensatez ante este caos.

Poscriptum: Con este artículo le pongo fin a este espinoso asunto, y no seguir respondiendo estupideces, y sandeces, mientras nuestro pueblo muere de hambre, y a mengua victima del virus chino.



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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