¡Castro Soteldo hizo volar los perniles!

Mi palabra
“De todas las formas de engañar a los demás,
la pose de seriedad es la que hace más estragos”
Santiago Rusiñol

El Pasado 28, casi caigo por inocente, cuando muy temprano por la mañana me encontré en una esquina de la agitada ciudad, a un amigo de muchos años, militante de la izquierda, pero no deja pasar una, y todo lo agarra en son de juego. Al verme abrió la conversación sin saludo, muy serio, atropellando las palabras: ¿Qué raro, tú por aquí? ¡Allá donde vives están alborotados, Castro Soteldo anda repartiendo los perniles! Me quedé callado, pero ganas no me faltaron de salir esmachetado, como dicen en el oriente del país, cuando alguien sale corriendo, para luego soltar una risa medio ingenua, y la cara que me ayuda al saber el motivo de su chanza.

El personaje mencionado por el amigo, lo conoce, desde la infancia, y parece el más idóneo por su condición de aviador para echar a volar estas noticias, como si, se tratara de la acostumbrada migración de las aves en esta época del año ¡Pernil para todo el mundo! Da la ligera impresión, que en su equipo de trabajo se encuentra algún integrante de la exquisita y novedosa “burguesía revolucionaria” y le echó el cuentico de la famosa cochina, que andaba vendiendo un estafador, y cuando se la pidieron, le llegó al comprador con la fulana marrana pintada en un papel; porque salvo algunas excepciones están esperando, aunque sea el olor cautivador de este delicioso manjar.

De lo que si estoy seguro, es que Castro Soteldo, ¡De que vuela, vuela! y no precisamente en los aviones Bronco y Mirage, pero en sus acostumbrados vuelos rasantes siempre ha tenido la suerte de un experto cazador, porque siempre cae en un cargo de importancia, y ha probado los más deliciosos y exquisitos platos en su programa de televisión, sin dejar a un lado su pedacito de pernil, al que todo el mundo le hace agua la boca, pero se ha puesto tan esquivo, que el kilo está rondando los 7 y 8 dólares, para no cuantificar el precio en bolívares, porque empiezan a verte de mala manera los dolarizados, como si estuvieran en USA, y los que defienden nuestro signo monetario, saliendo de una cría de marranos.

Lo cierto, es, que en este fin de año, son muy pocos lo que cayeron por inocentes con los fulanos perniles, y parece, que el único “ingenuo” es precisamente el anunciante del exquisito chancho ¡el piloto!; porque ni siquiera los opositores han montado “fiesta” con la ausencia de este apetecible animalito, que, solamente con el olor que desprende al hornearlo desorienta a cualquiera. Y, si usted en la tranquilidad de su imaginación, cuando se arrima a la mesa para degustar lo que consigue, se pone a pensar en lo difícil de movilizar la cantidad de toneladas, que alegremente anunciaba en un país bloqueado, con una crisis de transporte a la vista de todo el mundo, y además la pandemia amenazando al que viola las normas de seguridad. Solamente me resta decir ¡Te voy a creer para que no te pongas bravo, y en medio de la rabieta vayas a terminar de marranear el fin y comienzo de año!

narciso_t_29@hotmail.com



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Narciso Torrealba


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